Doris Lessing ha sido considerada
durante años como un claro ejemplo de escritora vinculada a la causa
social y solidaria en el panorama literario que se remonta a sus primeros
escritos, y la publicación de The golden notebook. Dicha
novela salió a la luz el año 1962, erigiéndose rápidamente
como uno de los pilares del feminismo teórico, o ya en lo que se
refiere a la lucha de la mujer ante el mundo y lo que el contexto histórico-social
ha supuesto por/tras ello.
Aunque ésa no fuera su
pretensión como ya ha señalado en varias entrevistas, en
El Mundo (tras recibir el premio Internacional Catalunya el año
pasado), dado que "nunca ha intentado dar propaganda de un tema" o "escribe
a partir de la experiencia", además que reducirla al ámbito
del feminismo haría olvidar el gran porcentaje de su obra, basada
mucho más en conflictos raciales o , en definitiva, de índole
social. Aún así, no cabe duda de que dicha obra es la que
le creó mayor fama: The golden notebook nace producto muy
probablemente del "yo" personal e íntimo de la autora en el conjunto
de circunstancias que le rodean. Como ya apunta Lynda Scott
en su artículo
Similarities
between Virginia Woolf and Doris Lessing , esta manifestación
del "ego", desarrollado a partir de la correlación entre realidad-ficción,
actualidad social y sentido unipersonal del mundo, pertenece al estilo
característico de Lessing en sus novelas.
También el relacionar el personaje
protagonista de manera unívoca a la autora de Una habitación
propia va desvelándonos perspicazmente el desarrollo de la trama.
"Anna Wulf" surge de la fascinación de Doris hacia el universo privado
de Virginia Woolf. Nada extraño si examinamos sus propias vivencias:
divorciada dos veces, con cargas familiares, autodidacta que trabaja desde
muy temprano....Se realiza de esta manera un inevitable paralelismo entre
la protagonista y la mente creadora; Anna lucha ante las crisis domésticas
y políticas, como Lessing, y finalmente entrega el "cuaderno dorado"
a su amante abogando su preferencia por un asunto social como representa
el partido laboral.
Este sinfín de elementos, inherentes
a su experiencia vital, conducen a la autoreflexión que ella misma
provoca en la construcción de su literatura. Un transfondo de realidad
que desemboca invariablemente a un tipo de evasión, afincada en
el mismo conducto de realidad, y que singularmente da lugar al olvido:
"Anna Wulf", por ejemplo, no recuerda el pasado envuelto en una "niebla
ténue", y en The diary of a good neighbour Jana Sommers,
la protagonista, dedicándose a su trabajo y tras la
muerte de sus seres más cercanos, abandona su tristeza en las historias
que le proporciona una anciana necesitada. En este sentido temporal, de
la única perdurabilidad de fragmentos del pasado y no su totalidad,
se sitúa al mismo nivel que la obra de Virginia Woolf; es como recolectar
las mies sanas del campo, y, las anegadas por el fango y tapadas
por la lluvia, abandonarlas.
Es justo ya que lo escrito por Doris Lessing nace producto de
una ironía reinvindicativa, con un avanzado sentido de igualdad
con el hombre y proyectos a que se enfrenta, sin complejos ni consiguiente
ira , producto de alguna dependencia moral o económica.
No olvidemos que Lessing se ha separado de sus dos maridos , estableciéndose
por su cuenta en Londres, y ,por tanto, se ha creado una "habitación
propia" a la que acudir en pos de su desarrollo creativo.
Esa misma proyección de su psique se va
patentizando con el carácter que recogen sus novelas, a parte claro
está de sus autobiografías, de diarios íntimos en
primera persona, de contínuos monólogos que desvelan las
preocupaciones de Lessing: cuando en Loving again Sarah describe
su batalla al envejecer y prolongarse los pensamientos sexuales como demuestra
al sentirse "un viejo fantasma desgraciado en el banquete", además
del análisis conceptual del romanticismo y la marginación
sufrida en la niñez. Merete Mazarella en su artículo When
the lover talk later señala éstas y otras relaciones,
tales como el impulso lésbico y el acercamiento inexorable al círculo
social que supone un mundo editorial que vela únicamente por los
fines económicos. Así, en esta incorporación de un
elemento de la vida laboral, Lessing se disgrega del pasado, su propio
pasado, que parece relatar y al que pone distancia.
Por otra parte , como ya se ha mencionado, Doris otorga
una innegable utilidad pedagógica a sus novelas: son creadas como
instrumentos de revelación cultural y política, de fomentación
de valores y concretización de ideales. En su primera novela aún
es componente del partido comunista al que dejará definitivamente
en 1954. Esta ideología, que aparece tanto en The golden notebook
como en otras novelas, analiza el porqué muchas personas creyeron
en el comunismo e incluso más tarde continuaron creyendo en él:
"es deuda de la primera guerra mundial" como declara en la entrevista a
Marta Pessarrodona. El referente utópico que suministraba el soviet
tras la revolución de 1917, estaba claramente en mejor lugar que
las situaciones derivadas del capitalismo, ya fuere la gran depresión
o el efervescente pesimismo de entreguerras.
Las experiencias interraciales son tratadas en sus primeras
novelas, denunciando la explotación de africanos por gente blanca,
y la esterilidad de la cultura de éstos últimos en el sur
de África; en Children of violence, su protagonista Martha,
también se erige como detentora de los conflictos sociales.
Doris Lessing desafía como educadora y defensora
de ideales arriesgados: ante todo es un talento surgido del esfuerzo propio
que no ha vacilado en demostrar el conseguir sus objetivos. En este momento
en el que publicar es una tarea imposible por parte del que huye
de convencionalismos, ella apuesta por los nuevos valores.Como queda claro,
es una de las autoras inglesas más reconocidas y del siglo anterior;
realmente no ha sido un regalo caído del cielo: la aportación
de literatura propagadora de causas sociales es elemental para entender
la época que vivió y que desafortunadamente, hoy por hoy
se ha olvidado o mantiene indiferente a una buena parte de los jóvenes.
Lessing escribe con el papel del compromiso social, es por eso que su lectura
es agradable: ¿cuál es el papel de nuestra década,
con posibles compromisos aunque con la ligera sensación de no haber
nada por lo que luchar?