EL PADRE ADOLFO

Desde que llegó a España, Laura había frecuentado la parroquia del barrio. Allí conoció al padre Adolfo. Él nos daría el curso prematrimonial. Aunque sabía de su existencia, yo nunca lo había visto y me sorprendió que un hombre de 70 años, Laura me lo había contado, tuviera ese aspecto tan juvenil. “Ejercicio diario y dieta sana” era su pócima de la eterna juventud.

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