Marta y yo salimos del cine hablando. Nos había gustado la película. Me estaba despidiendo de ella cuando de repente se abalanzó sobre mí y me besó. Iba a decirle que tenía que olvidarme cuando sentí que un bofetón me cruzaba la cara. Marta se quedó muda. No era ella la que me decía que por qué le había mentido. Ni me preguntaba por la mujer que tenía delante. Era Laura la que me estaba diciendo que había ido a recogerme del cine con su primo Marco y me había encontrado con otra mujer. “Soy Marta”. Ahora todos nos quedamos mudos. Laura se fue.