Desde que su padre le compró su primera bici, con 9 años, hasta que llegó al Tour 90, que ya pudo ganar, Indurain se ha ido fabricando como un gran campeón.

El Club Villavés

Indurain corrió en el C. C. Villavés desde 1975 a 1982. Pepe Barruso, actual presidente, no pensaba que fuera a ganar el Tour: "Me lo imaginaba para clásicas". Aquel Indurain era muy diferente. "No subía mucho y andaba bien con frío", explica Javier Luquín, rival en juveniles y posterior compañero.

De aficionado

Indurain llegó en 1983 al Reynolds amateur, entonces a cargo de Eusebio Unzue. "Siendo tan grande, era difícil pensar que tuviera futuro", fue su impresión. En su primer año (1983), Indurain ya comenzó a convencer, al ganar el Campeonato de España.

Primeros éxitos

En su primera temporada como profesional, debuta en la Vuelta a España de 1985 y se convierte en el líder más joven con 20 años. En esa misma campaña gana una contrarreloj del Tour del Porvenir. Una temporada después, Miguel se anotó esta carrera francesa y sus directores comenzaron a verle con otros ojos. "Cuando le vi subir el Izoard acabé de convencerme de que era un ciclista único", asegura Unzue.

La visita a Conconi

En 1987, con 22 años, Indurain se frena en su progresión. Echávarri teme que se estanque y logra que lo estudie el doctor italiano Francesco Conconi. "Es lo más impresionante que he visto nunca. Puede ganar lo que quiera", fue la opinión del médico, que propuso un plan de dos años. Miguel tenía que bajar de 84 a 79 kilos, lo que reduciría su porcentaje de grasa al 7%. Una temporada después, Indurain ha adelgazado cinco kilogramos y ha acabado con nueve victorias. Otro doctor importante es José Calabuig, cardiólogo de la Clínica Universitaria de Navarra, que cuidó su evolución física.

Su creador

A partir de 1990, Sabino Padilla llega a Banesto y se convierte en su médico y preparador, para dar los ajustes definitivos al cuerpo del campeón. "Tiene un potencial físico que se sale de la media, incluso tomando en cuenta valores fisiológicos de otros ciclistas o maratonianos", opina el doctor alavés.

Tras ganar el primer Tour en 1991, Padilla ya tiene datos precisos para que el navarro alcance su máximo de forma en julio. Miguel debe llegar al Tour con 8.500 kilómetros, sin contar los entrnamientos, en unos 50 días de competición. Tanto cuando corrió el Giro como preparación (1992, 1993, y 1994) como cuando tomó un calendario alternativo (1995), Indurain siguió la misma planificación.

Dirección cuidada

Sus directores deportivos, tanto Echávarri como Unzue, le han llevado deportivamente muy despacio. En 1985, su primera campaña profesional, le hicieron debutar en el Tour, donde abandonó en las dos primeras ediciones. Después, en 1987, acabó por primera vez (97º). Su progresión va a más y en 1988 termina el 47º.

Ya ha llegado el momento de subir el listón. En 1989, Indurain se adjudicó la París-Niza y llegó al Tour como un corredor de renombre, aunque con la función de trabajar para Pedro Delgado. Miguel se clasifica el 17º y gana una etapa pirenaica en Cauterets.

El Tour de 1990

La progresión es imparable. En 1990 volvió a anotarse la París-Niza y acabó 10º en el Tour, donde ganó la etapa de Luz Ardiden. En la retina queda un Indurain volcado en ayudar a Delgado. De ser líder, podría haber ganado esa edición. El campeón estaba fabricado.
Empieza su andadura

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