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-=THE DUMB WAITER=-
HAROLD PINTER
En The Dumb Waiter aparecen dos personajes, Ben y Gus. Estos individuos son dos supuestos asesinos a sueldo que están esperando el momento justo para empezar su trabajo. Bien armados, comentan cómo realizar el asesinato y de qué forma. Ben y Gus parecen acostumbrados a este tipo de trabajo. Asesinar ya es una rutina. Sólo tienen que seguir las directrices del hombre del teléfono, y matar.
Durante toda la obra sólo aparecen estos dos personajes. Ben es el autoritario, el cabecilla del grupo. Parece que siempre va preparado para todo y que lo tiene todo bajo control. A veces le ordena cosas a Gus, como si fuera su jefe. Por el otro lado, Gus es más simplón. Se aburre enseguida y es muy descuidado. Gus le hace muchas preguntas a Ben, quien a veces no se las responde como debería.
Durante la obra estos dos personajes conversan, se desesperan, hablan sobre proyectos de futuro, de salidas, y de muchas otras cosas. Nos recuerdan a parejas peculiares como Rosencrantz y Guildenstern, o como a Vladimir y Stragon. Ante todo son humanos, y no son ajenos a sus sentimientos.
El espacio de la obra se limita a una habitación en la que Gus y Ben se encuentran durante toda la representación. Gus, que va al cuarto de baño a menudo no hace más que quejarse sobre la cisterna del váter, alegando que está rota y que no funciona bien; esto último crea una situación bastante cómica. El tiempo de la obra no es nada complejo, ya que no hay tiempo. Todo pasa de un tirón, ya que la obra es breve. El lenguaje que se usa es coloquial, pero no roza para nada lo vulgar. Entre dos camaradas que han quitado muchas vidas, las palabras son lo de menos.
Al final de la obra el autor nos sorprende con un desenlace sorprendente. La persona a la que tiene que matar Ben no es otro más que su compañero Gus. ¿Es ese final el que pretendía el autor? Es sólo especulación, pero posiblemente desde un principio se propuso que uno de los dos muriera a manos del otro. El telón se cierra con los dos compañeros mirándose fijamente, por lo que el argumento se queda a medias.
Como opinión personal diré que la obra ha sido breve y entretenida. Gus y Ben son dos matones singulares. Cada instante al lado de ellos ha sido un pequeño gozo. Pero no deja de mosquearme el hecho de que la obra acabe así. Aunque eso debe de ser señal de que no he captado el mensaje que propone, y por tanto, no le he comprendido como debía.
Academic year 2004/2005
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Jose Luis Soriano López
Universitat de València Press
joluiso@alumni.uv.es