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-=IF YOU'R GLAD I'LL BE FRANK=-

TOM STOPPARD


            En esta obra Tom Stoppard juega con lo irreal y con lo irreal de una forma tan curiosa, que le ha salido una obra verdaderamente peculiar. Por lo tanto, sus personajes también son muy peculiares. Frank es un conductor de autobús que tiene un objetivo que le atormenta. Rescatar a su mujer, Gladys, que se encuentra cautiva en unas instalaciones de la radio. Gladys es el reloj automático que dice la hora en todo momento mediante un canal de radio. Durante la obra no sabemos si Gladys es una máquina o, en cambio, una persona que en lugar de poner su voz grabada, es ella misma la que sin descanso informa de la hora en cada instante. La gracia de la obra reside en eso, en que no sabemos si es que Frank padece de locura o si es verdad, que su mujer está encerrada y obligada a hacer un trabajo horrible. Respecto al resto de los personajes, tenemos a los dos porteros, que mantienen una defensa férrea, en su cometido de no dejar entrar a ningún inoportuno en las instalaciones de la radio. Ivy es una compañera de trabajo de Frank, que lo acompaña en algunos viajes. La pobre no para de ir detrás de Frank cuando éste deja el autobús para buscar a su mujer, y se olvida de los pasajeros. Su papel es recordarle a Frank sus obligaciones como conductor de autobús. El resto de personajes son los demás empleados de la radio, que durante la representación niegan a Frank que su mujer esté encerrada bajo su voluntad.

             La trama comienza a hacerse interesante desde el principio. Las ganas de saber qué a ocurrido entre Frank y Gladys se puede apoderar del lector desde el principio. Frank escucha todos los días sin señales de agobio el canal de radio dedicado a la hora. Ese canal es muy especial, ya que te pone al corriente de forma precisa las horas y minutos que son en ese instante; es decir, es un reloj con voz humana, que a primera vista se deduciría que es automático. Frank desde que reconoció la voz de su mujer en la persona que decía la hora por la radio, ha tenido una loca obsesión: volver a hablar con ella. Todos los días la llama, ella no le responde, pero él sabe que está ahí, detrás del teléfono. Escuchar su voz calma mucho a Frank, que convierte en rutina el sintonizar todos los días el canal de radio del reloj que habla. Sin embargo, una mañana decide ir a por ella a los estudios radiofónicos. Al ser conductor de autobús lo tiene difícil, ya que dispone de poco tiempo para realizar su cometido. El tiempo no es la única dificultad que tiene que afrontar Frank, ya que hay personas que parecen dispuestas a no permitir que Frank vea a su mujer. Los trabajadores de la radio, e incluso el propio jefe niegan que el reloj que habla sea una mujer viva. Sin embargo, al final de la obra el público puede comprobar con horror que es verdad, que detrás de la radio se esconde una mujer y no una máquina, que dice la hora precisa en cada momento como si se tratara de un robot que está perdiendo sus vínculos con lo humano. 

            El espacio por el que transcurre la obra son un autobús, las calles y los estudios de la radio. Esta obra estaba destinada a ser representada por radio, por lo que el escenario es lo de menos. No obstante, también se ha llegado a representar por el teatro, y ahí sí que podríamos decir que pueden haber algunos problemas para preparar el escenario. Respecto al tiempo de la obra, ésta se divide en 14 escenas. Entre todas las escenas el tiempo solo va pasando de día en día, por lo que no existen saltos temporales grandes.

Mi opinión sobre esta obra es positiva. Tom Stoppard con esta tragicomedia ha conseguido arrebatarme tiempo para leerla con avidez y con agrado. En resumen, se trata de una obra divertida y con un final que da mucho de qué pensar al público.

 

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Academic year 2004/2005
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Jose Luis Soriano López
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