PORTADA - PRINCIPAL - TRABAJOS - LINKS - CONTACTAR
-=LA SENYORETA JÚLIA=-
AUGUST STRINDBERG
Se podría decir que esta es la primera obra de teatro que veo desde que tengo uso de razón. De pequeño en la escuela nos llevaban a ver obras de teatro modestas y de bajo presupuesto, en las que sólo aparecía un personaje solitario que hacía su trabajo como bien sabía. Así pues, mi primera impresión como persona adulta que va al teatro fue bastante agradable. La representación atrajo toda mi atención desde el primer momento y no hubo lugar para el aburrimiento.
En esta obra catalogada como tragedia sólo actúan tres personajes. Julia, una chica joven que posee la gracia de ser la hija del poderoso y rico Conde. Joan, el criado del señor Conde y Cristina, la sirvienta. Al principio de la obra, Cristina aparece con los pies en un barreño con agua y Joan cerca de un fuego, y ambos recitan versos cargados de significado retórico; no he podido encontrarle una explicación clara sobre qué simbolizan exactamente.
El tema de la obra se sitúa en la noche de la fiesta de San Juan. Julia, la hija del Conde, intenta seducir al criado de la casa, Joan. El criado, a pesar de una voluntad de hierro, acaba cediendo a los embates amorosos de Julia y pasa la noche con ella. A la mañana siguiente llega la desesperación y el arrepentimiento del pecado cometido. Entonces, Julia que antes actuaba como una persona alegre y jovial, se descubre como una mujer inquieta e insegura, que pierde los nervios con facilidad. En cambio, Joan que antes representaba un papel de persona tranquila y sosegada, ahora muestra su lado más cruel e inhumano. Julia sabe que se va a quedar embarazada del criado, y piensa que debe de escapar con él muy lejos; pero Joan se niega a marcharse y deja a Julia tirada, sin darle ningún tipo de apoyo. Cristina la criada, no es más que una mera observadora de todo lo que ocurre entre Julia y Joan; y no quiere tener nada que ver con lo que ha pasado entre ellos. En la última escena vemos como Julia se corta la garganta con un cuchillo y muere. Escena triste y fuerte que consiguió arrancar algún que otro suspiro entre el público.
Respecto al apartado técnico, nos encontramos con una obra con un escenario muy bien decorado. La acción se desarrolla en la cocina del señor Conde, cuya escena estaba tremendamente detallada. No faltaba nada. La mesa estaba llena de todo tipo de elementos: fogones, botellas, ingredientes variados, productos, verduras, armarios... Habían tantos detalles que es imposible acordarse de todos. La iluminación la componían dos lámparas bajas. Cabe destacar que en un cambio de escena Joan juega con las lámparas creando un efecto de luces y sombras curioso.
El vestuario fue el adecuado para el contexto social en el que se mueve la obra, que transcurre en el año 1888: Vestidos de falda larga y trajes de criado de la época. Tal vez hubiera sido necesario matizar un poco más los trajes, pero parecían los adecuados para la representación.
Hay un detalle que no olvidaré. Julia sostenía una lámpara que contenía una vela encendida, y está se cayó de su soporte de hierro. La vela seguía en la lámpara, pero apuntaba amenazadoramente hacia el vestido de la actriz, que corría el peligro de prenderse fuego. Para alivio de los que nos fijamos en ese detallo no ocurrió nada. Y el instante de perplejidad que percibí en la mirada de la actriz cuando fue a soplar la vela y la vio caída creo que no lo voy a olvidar nunca. ¡Qué duro es ser actor! Por lo demás, fue una obra excelente.
Academic year 2004/2005
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Jose Luis Soriano López
Universitat de València Press
joluiso@alumni.uv.es