TOUR DE FLANDES

 

 El Tour de Flandes, de Ronde van Vlaanderen en flamenco, es la carrera más importante de Flandes, probablemente la región del mundo donde más fanáticamente se sigue el ciclismo. Tan devota es la región que la audiencia televisiva de la carrera suele estar sobre el 70% de share. Creada en 1913 para ser el equivalente flamenco a la valona Lieja-Bastoña-Lieja, se corre cada año a principios de abril, justo una semana antes de la París–Roubaix. 250 kilómetros, una buena cantidad de colinas (17 en la edición de 2008) y duros tramos de adoquín. El Koppenberg, el Kapelmuur y el Bosberg son los puntos clave de la carrera, cimas adoquinadas con unas pendientes de impresión. Los ciclistas que no pasan delante en el Koppenberg han de bajarse de la bici y acabar la subida andando por las montoneras que se forman, despidiéndose así de toda posibilidad de victoria. La tensión de la carrera es durísima y hay palos por estar delante.


El recorrido permite multitud de emboscadas y difícilmente se llega al sprint. Es una carrera que se suele ganar al ataque, el objetivo de todo flandrien. Conocer el terreno es vital, y con 65 victorias, Bélgica domina con mano férrea un palmarés en el que el siguiente en la lista, Italia, solo tiene 10 victorias. Para hacerse una idea, ningún español ha ganado la prueba, y hasta este año ni siquiera uno había conseguido colarse entre los diez primeros. En la edición de este año Juan Antonio Flecha consiguió acabar tercero y subir al podium de Flandes, toda una hazaña que pasó desapercibida en la prensa deportiva española.

 Con tres victorias en total comparten el liderato histórico de la prueba cuatro ciclistas, los belgas Achiel Buysse, Eric Leman y Johan Museeuw, y el italiano Fiorenzo Magni. En activo, el ídolo flandrien, Tom Boonen, ha logrado la victoria en dos ocasiones (05, 06), y es de esperar que lo consiga alguna vez más y supere a su ídolo Museeuw.

 

En la edición de este año hubo una relativa sorpresa con la victoria de Stijn Devolder. El belga es un gran rodador y contrarrelojista, pero su labor en la carrera era la de lugarteniente de Tom Boonen, su jefe de filas. El Quick Step, equipo de ambos, se jugó la baza de mandar a Devolder por delante a falta de una treintena de kilómetros para desgastar a los rivales que marchaban en el reducido grupo de favoritos, y así liberar a Boonen de dar relevos. Pero Devolder consiguió una buena ventaja que supo administrar ya que por detrás no terminaron de entenderse, y solo un arreón de Flecha estuvo cerca de impedir la victoria del campeón belga. Para regocijo del numeroso público congregado, Devolder entró en la meta flamenca en solitario y con el maillot de campeón belga. La ilusión de todo flandrien.


Peter Van Petegem, ganador en 1999 y 2004: "Desde que tenía 15 años he entrenado aquí cada día, en las Ardenas flamencas. Como profesional, he rodado entre treinta y cuarenta mil kilómetros al año. Mientras los demás se juntaban alrededor de una mesa en Navidades, yo entrenaba cinco horas al día ¿O cómo crees que se gana la Vuelta a Flandes? Estaba ocupado en ello seis meses al año".

 

 

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Fotos de Graham Watson