GIRO DE LOMBARDIA

 

La carrera de las hojas muertas, la clásica de los escaladores, el último monumento del año. Disputada en octubre, es junto al Mundial el último objetivo del año para los clasicómanos, para los que no hayan cumplido en primavera puedan resacirse. Una duración aproximada de 240 kilómetros con numerosas subidas, que obviamente favorece a los escaladores, pero sobre todo a los valientes.

El recorrido, que atraviesa Lombardía, es un poco más variable que en las otras clásicas. Milan, Varese o Monza han sido final de la carrera. En las últimas ediciones se ha establecido la llegada en la ciudad de Como, ofreciendo impresionantes panorámicas del lago homónimo. El principal obstáculo del recorrido, el lugar donde romper la carrera, es la Madonna del Ghisallo, colina cercana a Como en la que tuvo lugar una aparición mariana. Hoy en día la colina aloja un museo ciclista.

El record de victorias lo tiene el venerado Fausto Coppi, con cinco. De los ciclistas en activo los primeros son los italianos Paolo Bettini (05, 06) y Damiano Cunego (04, 07), con dos victorias cada uno. En buena lógica serán los máximos favoritos en la carrera de este año, y dada la juventud de Cunego (26 años) debería añadir alguna edición más a su palmarés.

 

En la  última edición, la de 2007, Damiano Cunego se impuso en la línea de meta a su compatriota Riccardo Riccó. El asturiano Samuel Sánchez completó el podio de una carrera que aún no ha podido ganar ningún español. El ovetense de Euskaltel, que además fue segundo en 2006, es un candidato a la carrera siempre que la dispute, pues el recorrido se le ajusta a sus cualidades a la perfección. Riccó o los hermanos Schleck son otros ciclistas que seguramente incluirán su nombre en el futuro de la Clásica de las hojas muertas.

 

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Fotos de Graham Watson y Pezcyclingnews