Actualización 02-04-03.
Ya se vé bien con el Explorer.
18.07.02
Pasada la medianoche. En alguna área de descanso de la autopista.-
Hemos pasado un buen rato
con los roleros valencianos.
La pasada tarde ha sido toda expectación.
Lo peor el retraso de mi padre, que debía llevarnos a la estación
de autobuses. Al final llegamos sin mayor pena y con tiempo de sobra para
coger el Valencia-Granada.
Esperando el autobús encontramos
unos friquis roleros que también venían, "Las legiones de
Dahak".
Más tarde.-
19.07.02
Una de la mañana. Pabellón dormitorio.-
Nos vinimos a la feria de muestras
con Las Legiones de Dahak. Nos acompañó un chico de la organización
(soy una patata a la hora de recordar nombres, me disculpo ante todos
aquellos a los que me referiré en este escrito sin señalar
sus nombres) desde la estación. Cogimos el sitio para dormir
junto con esta gente. Después pillamos una mesa en el pabellón
de
juegos. Nos registramos y fuimos a ver los estands. Yo no pude menos que
comprar "El juego de Rol Flynn", causante de una gran expectación
popular (Bigotillo: sí); así como el juego de los
Piltrufos y el de los Moffet Babies (una ovación para la ilustradora).
Después de la inauguración
me compré además (¿se nota que he estado ahorrando
para la ocasión?) el Teatro Demente (yo diría que
en tres de las partidas que jugué se me sentaron al lado sendos
Fumetas, todos del mismo clan, y por los comentarios de mi compañero
de viaje seguramente acudió mas de un Borracho), el Steampunk
y el Screampunk (sí, colecciono libros de GURPS, ¿qué
pasa?). El "Cults Across America" estaba, pero no voy a gastarme diez
billetes en un único juego de mesa (aunque contenga los inefables
carritos satánicos).
Quedamos para jugar mi partida después
de comer. Viajecito al MacDonalds. La gula es mala. ¿Por qué
tuve que pedir un menú maxi? Me lo acabé por narices.
La trabajosa vuelta acabó
en el área de descanso. Visita a las ducha-saunas. Los servicios
están bien; las duchas portátiles no me convencieron. El
lado bueno es que había duchas.
Al volver al pabellón jugué
mi primera partida de Warhammer Quest. Y después logré por
primera vez arbitrar una partida de "Sailor Moon"; más pastelona
de lo que habría soñado. Cuando después de varias
horas de interpretación llegó la hora de repartir tortas,
que era lo que esperaban los jugadores (sí, los mismos del WarhammerQuest),
salimos a visitar el Albaicín, la parte antigua de Granada. Un inciso
para señalar que también hemos tenido oportunidad durante
este viaje de descubrir la tecnología punta de que disfrutan los
autobuses granadinos.
El Albaicín es muy bonito.
Tiene muuuuchas cuestas, miradores,... y nos cansamos mucho
Olvidaba los colchones. Yo conseguí uno, pero gente que en principio no había de tener los consiguió mejores, aunque tendrán que devolverlos mañana (me pregunto si alguien lo hizo).
Aquí a mi derecha los friquis
están jugando a oscuras a WarhammerQuest (escríbía
a la luz de una linterna). En este pabellón apagan las luces
para dormir; yo debería hacerlo.
20.07.02
Más de las dos de la madrugada. Pabellón dormitorio.-
Esta mañana no tuve moral para ducharme, pero lo he hecho antes de acostarme y me he quedado de lo más a gusto. También es verdad que sufrí la aventura de la ducha maldita del jurásico, pero eso es otra historia, y debe ser contada en otra ocasión.
El sistema de megafonía sigue siendo penoso.
En principio me apunté al
Exo, pero acabé en el torneo de Aquelarre. El máster, cojonudo
(una de esas personas que decía antes que debía nombrarlos
pero que no recordaba su nombre). Casi me hace llorar de pura emoción.
Me clasifiqué para la siguiente ronda; quizá porque la separación
de jugadores no funcionó todo lo bien que debería y acabé
en la misma mesa con dos de las legiones de Dahak, aunque no podría
asegurarlo.
Esta tarde es la final, arbitrada
por Ricard Ibañez, pero no estaré allí.
No me gustan los torneos de rol.
Conducen a una competición no hacia actuar mejor, sino hacia actuar
más y a la sobreactuación y "chupar cámara".
Más tarde observé el final de torneo de Alkaendra, con escenas dignas de los Monty Phyton de gladiadores corriendo unos detrás de otros por la arena.
Con el aire acondicionado, bendito sea, y forzando la voz para hacerme oir sobre el ruido de fondo, la garganta se resiente. Suerte que en la barra del pabellón sirven leche caliente.
Cenamos poco en un sitio caro de
Granada. los bolsillos y los estómagos vacíos, y los pies
y espaldas doloridos hacen que algunos
desistamos de ir de copas. Volvimos buscando el camino más corto,
aunque lo podría haber sido más. No nos perdimos en ningún
momento, al menos esa fue la impresión que dábamos los líderes
de pelotón, hombres decididos que seguían su camino sin dudar.
No tengo pensamiento de prepararme
el reloj para mañana. Ya me despertaré cuando sea (pues
fue a las nueve de la mañana, oiga).
21.07.02
Una de la madrugada, después de partida de Rol Flynn. Dos horas de partida. Qué desfase.-
Desperté medio muerto por la mañana. Me apunté a la
presentación de Pangea. También a partida de Moffet Babies,
pero...
Acabé la partida de Sailor Moon del primer día, demostrando que no es necesario conocer las reglas para narrar un buen combate.
Cena y partida descojonante del juego de Rol Flynn.
Preparación para partir mañana (última frase del diario).