Para los que somos principiantes en el
mundo del hipertexto todo esto nos parece como una enorme tela de araña, y es
que cada página
es una lista infinita de links
y lugares para visitar. Te da la sensación de que nunca acabas de leer. Pero no
hay que agobiarse, simplemente hay que seguir un orden de lectura, y saber que
nosotros somos los que decidimos por dónde queremos ir o si nos queremos saltar alguna parte del
texto. Nunca leeremos el mismo texto de la misma manera, ya que es el lector el
que toma las decisiones y sigue el
camino que le parece.
Podemos decir que un hipertexto es, según
el inventor de la palabra Theodor H. Nelson, “una
escritura no secuencial, un texto que bifurca, que permite que el lector elija
y que se lea mejor en una pantalla interactiva. De acuerdo con la noción
popular, se trata de una serie de bloques de texto conectados entre sí por
nexos, que forman diferentes itinerarios para el usuario".
Y para entender mejor sus conceptos y
funcionamiento sólo hay que leer un poco.
Y entonces nos daremos cuenta de que los
avances tecnológicos nos permiten la posibilidad de crear nuevas formas de enseñanza. Los estudiantes pueden ir de un link a otro, divirtiéndose a la
vez que aprenden, y entienden mejor la relación que hay entre cada una de las
partes del texto. Los estudiantes se sienten libres y poseedores del control.
Además un hipertexto permite crear links
externos relacionados con el texto que ayudan a una mejor comprensión de lo que
se está leyendo.