Digging,

By Seamus Heaney

 

Between my finger and my thumb
The squat pen rests; snug as a gun.

Under my window, a clean rasping sound
When the spade sinks into gravelly ground:
My father, digging. I look down

Till his straining rump among the flowerbeds
Bends low, comes up twenty years away
Stooping in rhythm through potato drills
Where he was digging.

The coarse boot nestled on the lug, the shaft
Against the inside knee was levered firmly.
He rooted out tall tops, buried the bright edge deep
To scatter new potatoes that we picked,
Loving their cool hardness in our hands.

By God, the old man could handle a spade. Just like his old man.

My grandfather cut more turf in a day
Than any other man on Toner's bog.
Once I carried him milk in a bottle
Corked sloppily with paper. He straightened up
To drink it, then fell to right away
Nicking and slicing neatly, heaving sods
Over his shoulder, going down and down
For the good turf. Digging.

The cold smell of potato mould, the squelch and slap
Of soggy peat, the curt cuts of an edge
Through living roots awaken in my head.
But I've no spade to follow men like them.

Between my finger and my thumb
The squat pen rests.
I'll dig with it.

 

 

 

Entre mi índice y mi pulgar

La rechocha pluma tantea; ajustada como una pistola

Deajo de mi ventana, el sonido de un claro carraspeo

Cuando el azadón se hunde en el suelo de grava:

Es mi padre cavando. Miro hacia abajo

Hasta que su torso tenso se inclina entre los arriates,

Se yerque con 20 años de distancia

Inclinándose al ritmo de la sembradora

Donde estaba cavando

La basta bota reposando en el asa, el mango

Contra la rodilla interior apalancado con firmeza.

Arrancaba altos tallos, enterraba el canto brillante muy hondo

Para esparcir nuevas patatas que recogíamos nosotros,

Amando su fría firmeza en nuestras manos.

Por dios, que el viejo sabía cómo manejar el azadón.

Justo igual que su viejo.

MI abuelo cavaba más tierra en un día

Que ningún otro hombre del pantano de Toner.

Una vez le llevé leche en una botella;

Hacía de corcho un mugriento papel. Se enderezó

Para beberla, luego volvió a lo suyo de inmediato

Cabeceando y cortando limpiamente, lanzando terrones

Por encima de su hombro, cavando más y más hondo,

Buscando tierra buena. Cavando.

El frío olor del moho de patata, el chapoteo y el azote de tuba húmeda, los tajos secos de un borde a través de raíces vivas se despiertan en mi cabeza.

Pero no tengo un azadón para seguir a hombres como ellos.

Entre mi índice y mi pulgar

La rechoncha pluma tantea.

Con ella cavaré.