Follower,
By Seamus Heaney
My father worked with a horse-plough,
His shoulders globed like a full sail strung
Between the shafts and the furrow.
The horses strained at his clicking tongue.
An expert. He would set
the wing
And fit the bright steel-pointed sock.
The sod rolled over without breaking.
At the headrig, with a single pluck
Of reins, the sweating team turned round
And back into the land. His eye
Narrowed and angled at the ground,
Mapping the furrow exactly.
I stumbled in his hobnailed wake,
Fell sometimes on the polished sod;
Sometimes he rode me on his back
Dipping and rising to his plod.
I wanted to grow up and plough,
To close one eye, stiffen my arm.
All I ever did was follow
In his broad shadow round the farm.
I was a nuisance, tripping, falling,
Yapping always. But today
It is my father who keeps stumbling
Behind me, and will not go away.
Discípulo
Mi padre trabajaba con un arado de caballos,
sus hombros se abombaban como una vela izada
entre las varas y el surco.
Los caballos redoblaban esfuerzo con cada chasquido de su lengua.
Un experto. Ajustaba la vertedera
y fijaba la acerada y brillante apuntadura.
La gleba se abría sin romperse.
En el final del recorrido, con un solo tirón
de las riendas, el sudoroso equipo se volvía
y de nuevo a la tierra. Su ojo medio cerrado,,
calculaba el terreno,
trazando con exactitud el surco.
Y tropezaba tras sus claveteadas botas,
y me caía a veces sobre la lustrada gleba;
a veces me llevaba en sus hombros
balanceándome al compás de su faena.
Yo uería crecer y arar,
cerrar un ojo, tensar mi brazo.
Lo único que hice fue seguir
su ancha sombra por la granja.
Yo era un estorbo, tropezando, cayéndome,
siembre hablando. Pero hoy
es mi padre quien con pie inseguro
viene detrás de mí, y se niega a marcharse.