El LSD Es, la droga alucinógena por excelencia. El rasgo que distingue a los agentes psicodélicos como el LSP, es su capacidad de inducir estados de percepción, pensamientos y sensaciones alteradas, que no pueden experimentarse de otra manera, excepto en sueños.

    Suele administrarse por vía oral con diversos soportes como caramelos o bebidas. Sus efectos son muy variables, comienza entre los 20 minutos y las 2 horas después de haberlo tomad, y suele durar entre 7 y 12 horas. Los primeros trastornos registrados son de tipo neuro vegetativo (nauseas, vómitos, sudoración, taquicardia, vértigos). Estos efectos no suelen durar más de unos treinta minutos y se suceden con efectos de exaltación eufórica del estado de ánimo y sensación de bienestar con aumento de la resistencia y disminución de la fatiga.

    El LSD llega a producir verdaderas psicosis, se producen alucinaciones… En definitiva se altera la integridad de la esfera psíquica. El individuo cambia de yo y de escenarios. Se modifican los conceptos dimensiónales del tiempo, del espacio y del color. Poco a poco el efecto de la sustancia va valorizándose  de modo progresivo y entre las 5 y 6 horas después de la toma, van desapareciendo todos los efectos de las sustancias.

    Cabe destacar, que los efectos a largo plazo que puede producir el LSD son alteraciones mentales con estados de paranoia, alucinosis, esquizofrenia, ansiedad extrema o ataques de pánico, también producen cambios drásticos en la personalidad del individuo.