GRANDES DIRECTORES | El cine y sus maestros
Algunos datos biográficos sobre el cineasta
Séptimo hijo de un coronel sudista, nació en el sur de EEUU, en un distrito rural de Kentucky y tuvo una educación rigurosamente anticuada, aristocratizante, puritana y culta, reforzada por la frecuentación de poetas y novelistas victorianos. Griffith era amante de la pintura y la literatura victoriana, y con los ideales caballerescos que todo esto conlleva. Por lo tanto, tenía un sentido clasista y un racismo muy marcado.
Al morir su padre cuando tenía diez años, hubo de dejar la escuela y, tras varios oficios, terminó siendo actor en una compañía ambulante. Su gran ambición era, sin embargo, ser escritor, y se pasó toda su vida escribiendo obras que no tuvieron ningún éxito. En 1907 se encontraba en Nueva York y pensó que podía ganar algún dinero vendiendo guiones de cine, se dirigió a los Estudios Edison y ofreció a Porter la adaptación de una obra de teatro de Sardou, La Tosca. A Porter no le interesó el guion, pero quedó muy impresionado por el porte de Griffith, y le ofreció el papel protagonista de Rescate de un nido de águila, papel que le introdujo en los platós.
Su paso a la realización fue fruto de la casualidad. Tras sus desacuerdos con Edison, Dickson había fundado la American Mutoscope an Biograph Company, que en 1908 tenía problemas para atender a la demanda del mercado y carecía de realizadores capaces. De modo que se fijaron en Griffith, quien, a pesar de ser actor y guionista, hacía de vez en cuando al operador observaciones muy atinadas sobre cómo resolver una toma. Así se embarcó en The Adventures of Dolly, que rodó en dos días, con el asesoramiento del mejor operador de la Biograph, Billy Bitzer, que sería de ahí en adelante su colaborador. La película funcionó, y de este modo Griffith inició una carrera cinematográfica que podría considerarse como una de las más importantes de la historia del cine.