La Gaceta Oficial


¿Ha oído hablar de que ahora se puede extirpar quirúrgicamente también la fantasía?

logo

Un mundo sin sueños. Lo que alcanza la vista es el final.

Desperté atemorizada y temblando. Aquella noche había sido horrible, nunca, ni despierta, había corrido tanto y con tanta ansia como esta vez. Normalmente los despertares frenéticos me solían entusiasmar, pero algo había ocurrido esta vez que todo había resultado diferente. Algo en lo más profundo de mí se había rebelado contra aquel sueño, no, no me había gustado, pero no sabía qué era. El pánico me acompañó toda la mañana. Sabía que no podía pasar nada, es más, no temía a nada de lo que me pudiera encontrar, sabía que era absurdo, pero aún me quedaba esa sensación de desasosiego. La jornada pasó sin más, nada extraño ocurrió, pero yo seguía intentando recordar aquellas imágenes que habían dejado tal impronta en mí. De nuevo la noche con su misteriosa oscuridad llegó, y ahora sí mi inquietud crecía. Mis ojos se resistían, pero el cansancio empezaba a hacer mella en mí. Sólo desee una cosa antes de dormir, no volver a soñar... Un nuevo día!!! Nada, había dormido de un tirón y me sentía con más fuerzas que nunca. Mis primeros pasos en ese nuevo día eran monótonos, no tenía nada especial que hacer, la rutina se apoderaba de mis acciones. Tras de mí se cerraba la puerta de mi casa y se iniciaba una nueva jornada. La verdad, más aburrida de lo normal. Estaba en clase... y mi vista, como solía pasar, se despistaba hacia la ventana para buscar alguna distracción que me hiciera perderme unos minutos. Pero hoy no era como siempre, no encontraba nada ahí fuera con lo que poder viajar. Solía inventar historias que asociaba con las personas que pasaban, pero hoy no podía. Ni la música, ni las mil historias fantásticas que encontraba an los libros me libraban del mundo real... El miedo a soñar me había dejado sin mi mundo interior, sin mi fantasía que día tras día me libraba de mi rutina....