LORENA NAVARRO SANZ                                               FILOLOGÍA INGLESA

TEATRO INGLES SIGLOS XIX Y XX        GRUPO A

 

TEATRO DEL ABSURDO

 

El Teatro del Absurdo se refiere a la tendencia en la literatura dramática que emerge en el París de los años cuarenta y Principios de los cincuenta, en especial en las obras de Arthur Adamov, Fernando Arrabal, Samuel Beckett, Jean Genet, Eugene Ionesco y Jean Tardieu.

Una de las fuentes teóricas más potentes del Teatro del Absurdo fue el Teatro y su doble, obra de Antonin Artaud, originalmente publicada en 1938.

El término teatro de lo absurdo o teatro absurdo proviene del uso filosófico de la palabra “absurdo” por pensadores existencialistas como Albert Camus y Jean-Paul Sastre. Especialmente Camus afirmaba que la humanidad tenía que resignarse a reconocer que una explicación completamente racional del universo estaba más allá de su alcance; en ese sentido, el mundo debe ser visto como absurdo.

El dramaturgo del absurdo desmantelará el viejo universo cartesiano y su manifestación escénica. En el teatro del absurdo los personajes unas veces aparecen dotados de familia y trabajo… e ir perdiendo las características del ser humano; en otros casos los personajes se expresan como extrañas criaturas.

Existe una lista elaborada por Esslin en la que se reflejan las viejas tradiciones teatrales utilizadas por los dramaturgos del absurdo, para expresar los problemas y las inquietudes del mundo contemporáneo. Esta lista comprende el teatro “puro”, los espectáculos dadaístas y surrealistas de los años veinte, las experiencias llevadas a cabo por Artaud con su “teatro de la crueldad” Y la innegable influencia ejercida en el teatro del absurdo por el teatro continental. Con todo esto, el legado literario y experiencias concretas, el teatro del absurdo crea su propio lenguaje como una voluntaria y violenta reacción ante el “convencional” lenguaje del teatro tradicional.

Una constante de este teatro es la pugna de sus personajes por expresarse y la imposibilidad de lograrlo; y lo que ocurre en el escenario desborda y a menudo contradice las palabras pronunciadas por los actores.

En el teatro del absurdo, la situación inicial en la que se hallan colocados los personajes basta para revelar sus sentimientos y está basada en la representación visual. Sólo precisa de los objetos, los accesorios y el decorado. La escena de este teatro representa casi siempre un mundo vacío de sentido, poblado de objetos pesados y molestos que terminan por dominar a los personajes; y el lenguaje distancia al espectador y rompe la unidad orgánica de la sala y la escena, fundamentada en la existencia de un mundo de valores comunes. Pero esta función no puede ser más que pasajera, y el “grado cero” al que aspira constituye su horizonte y su limitación, dado que no cuenta con la colaboración del público, elemento imprescindible para el desarrollo pleno de un programa teatral.

Los autores comenzaron a aglutinarse bajo la etiqueta de lo absurdo como una forma de acuerdo frente a la ansiedad, lo salvaje y la duda ante un universo inexplicable y recayeron en la metáfora poética como un medio de proyectar sus más íntimos estados. Es por ello que las imágenes del teatro absurdo tienden a asumir la calidad de la fantasía, el sueño y la pesadilla, sin interesarle tanto la aparición de la realidad objetiva como la percepción emocional de la realidad interior del autor

 

Cómo ya hemos dicho anteriormente, el máximo representante del teatro del absurdo es Eugene Ionesco, por eso vamos a relatar un pequeño informe sobre el contenido y esquema de sus obras.

Sus obras teatrales describen la ridícula y fútil existencia humana en un universo totalmente impredecible, en el cual las personas son incapaces de comunicarse unas con otras. Su pesimismo forma parte de la base del teatro del absurdo, un movimiento teatral que se lamenta de la falta de sentido de la condición humana. A pesar de las serias intenciones de Ionesco, sus obras rezuman humor y son ricas en situaciones cómicas. Movimiento de vanguardia, especialmente al introducir las obras de un solo acto, los autores del teatro del absurdo utilizan técnicas tales como el ambiente sofocante, el lenguaje sin sentido y las situaciones ilógicas para enfatizar extrañeza y el aislamiento humanos. “La cantante calva” es una sátira que exagera algunos aspectos de la vida cotidiana con el fin de demostrar la falta de sentido del personaje. Éstos forman un gran galimatías al hablar y se muestran incapaces de comunicarse unos con otros. Ionesco utiliza esta misma técnica recitativa en “La lección”, en la cual, un profesor lunático asesina a sus alumnos. En esta obra toca el tema del miedo a la muerte, que formará parte inseparable de sus últimos trabajos. En “Las sillas” dos ancianos hablan con dos personajes inexistentes.”Amadeo o cómo salir del paso”trata e una pareja dentro de la cual los sentimientos que una vez tuvieron el uno hacia la otra, muertos ya, van produciendo un cadáver que crece amenazadoramente hasta que consigue rodearlos a ambos. “El nuevo inquilino” se centra en un personaje confinado en el espacio de un sillón. En “El rinoceronte”, la obra quizá más conocida de Ionesco, los habitantes de una pequeña ciudad se transforman en rinocerontes.  El personaje principal, prototipo del hombre normal al comienzo de la obra, va siendo apartado de la vida de la pequeña sociedad de su ciudad a medida que lucha contra el conformismo de sus habitantes. “La sed y el hambre” retrata a un hombre que, hastiado por un estable matrimonio, busca satisfacción por doquier, aunque sin éxito alguno. Entre las demás obras de Ionesco hay que citar “El rey se muere” y “Macbeth”. Ionesco fue nombrado miembro de la Academia Francesa en 1970.Escribió asimismo textos acerca del teatro, memorias, y la novela “EL solitario”.

Cómo ya hemos dicho anteriormente Ionesco fue uno de los máximos representantes del teatro del absurdo, pero también lo fue y mucho, Samuel  Beckett. Éste entró centró su atención en la indisociable de la condición humana, que en última instancia redujo al yo solitario o a la nada. Asimismo experimentó con el lenguaje hasta dejar tan sólo su esqueleto, lo que originó una prosa austera y disciplinada, sazonada de un humor corrosivo y alegrada con el uso de la jerga y la chanza. Su influencia e dramaturgos posteriores, sobretodo en aquellos que siguieron sus pasos en la tradición del absurdo, fue tan notable como el impacto de su prosa.

 Aparte de los dramaturgos citados  en un principio hay algunos escritores no franceses que han mostrado la influencia del teatro del absurdo como Harold Pinter y Tom Stoppard en Inglaterra; Gunter Grass y Meter Weiss en Alemania; Edward Albee, Israel Horovitz y Sam Shepard en EE.UU y el autor checo-vuelto-hombre-de-estado: Vaclac Havel.

 

 

Bibliografía:   -www.google.es

                       - Biblioteca de consulta Encarta 2003