Trucos de verduras

Frutas y verduras: momento del consumo
Las técnicas de cultivo forzado en los invernaderos y la conservación de frutas y verduras se están perfeccionando más poco a poco. Pero las épocas naturales de estos productos siguen siendo lo más recomendable para lograr sacar su máximo provecho. Es importante potenciar y aprovechar sus cualidades nutritivas y virtudes preventivas.

Por ejemplo, el repollo y el cardo tienen la temporada entre noviembre y febrero. El membrillo también comienza su temporada en noviembre pero dura tan sólo hasta diciembre. La coliflor entre octubre y febrero, mientras que la lombarda entre octubre y marzo. Este mes es el inicial de temporada para el brécol, hasta noviembre. En junio comenzaría la temporada del albaricoque, el melocotón y los higos. El primero finaliza su temporada en julio, el melocotón en septiembre y los higos un mes más tarde.

Cocción: Para cocer verduras, hiérvelas en agua. Para detener la cocción y fijar el color, cuélalas y ponlas en un recipiente con agua y hielo. Para calentarlos, agrega un poco de mantequilla y sal. Calienta tapado a fuego lento.

Una lechuga más crujiente: Para que la lechuga pierda su aspecto mustio y sea más crujiente para la ensalada, métela en un recipiente con agua fría y añade el zumo de medio limón por cada lechuga, déjala reposar una media hora en un lugar fresco, escúrrela bien y sirve..

Soluciones al vinagre: si se te va la mano con el vinagre en la ensalada, coloca una bola de miga de pan entre los ingredientes para que absorba todo el exceso. Agrega un poco más de aceite de oliva y se prudente con la sal.

Huevo cocido en la ensalada: para evitar que se abra la cáscara del huevo, añade una pizca de sal en el agua.

Conservar patatas: para evitar que se oxiden las patatas, almacénalas junto con una manzana.

Para pelar los ajos: más fácilmente, sumergilos en agua fría durante 15 minutos. Retiralos del agua y guardalos sin tapar durante toda la noche en la heladera.

Aderezar: cuando se aderezan ensaladas de vegetales crudos, conviene hacerlo en el momento de servirlas para que el vinagre o el limón no marchiten las verduras.

Las mejores berenjenas: cuando compres berenjenas, elige las más pesadas: son las que suelen tener menos semillas.

Conservar semillas: El aceite es un excelente conservante, en él puedes guardar semillas aromáticas, frutos, quesos. Con la garantía de que se mantendrán inalterados.