René Descartes
Descartes tiene fama de
filósofo y el intelecto más grande de los que contribuyeron a crear la llamada
"Edad de la Razón".
Descartes nació en una familia francesa noble en la Turena, y fue el tercero y
último hijo de la primera esposa
de su padre, quién murió poco después del nacimiento de René. Su padre era un
hombre de raro sentido común que hizo todo lo posible por compensar a sus hijos
la pérdida de su madre. Un aya excelente ayudó al débil y enfermizo René a
sobrevivir; y creció para convertirse en un niño pálido y serio, que siempre
deseaba conocer la causa de todas las cosas que existían bajo el Sol.
Debido a la mala salud de su hijo, su padre aplazó la educación formal hasta que
llegó a la edad de ocho años. Entonces escogió el colegio jesuita de La Flèche
como la escuela ideal. El rector se encariñó en seguida con el pálido y confiado
niño.
Evidentemente, decidió que necesitaba ayudar a fortalecer el cuerpo del pequeño
si quería educar su mente. Como René parecía requerir más descanso que los niños
normales de su edad, se le permitía levantarse tan tarde como quisiera antes de
reunirse con sus condiscípulo. Durante su vida, Descartes siguió esta costumbre
de levantarse tarde después de pasar tranquilamente la mañana en silenciosa
meditación. Cursó estudios normales de lógica, ética, metafísica, historia,
ciencias y literatura. Luego se dedicó a trabajar independientemente en el
álgebra y geometría, que se convirtieron en sus materias favoritas "debido a la
certidumbre de sus pruebas". Prosiguió sus estudios en la Universidad de
Poitiers, donde cursó las materias de derecho. En cuanto recibió su diploma,
"abandonó del todo el estudio de las letras y resolvió no aspirar ya a ninguna
otra ciencia que no fuera el conocimiento de sí mismo o de los grandes libros
del mundo".
Siguiendo este propósito, fue a París para divertirse con los juegos de azar.
Pronto se cansó de ellos y se retrajo al mundo de la erudición. Pasó dos años
siguientes en la soledad, estudiando matemáticas. A la edad de veintidós años se
ofreció como voluntario en el ejercito del príncipe Mauricio de Nassau.
Después de ingresar en el ejército, fue enviado a Breda, en Holanda. Un día,
cuando se reunía una multitud frente a un cartel, pidió a un anciano caballero
que se lo tradujera. Éste leyó el problema matemático contenido en el cartel y
el reto para resolverlo. Al punto, Descartes procedió a resolver el problema
para el caballero, el cual era Isaac Beeckman, uno de los más grandes
matemáticos y doctores de Holanda. Beeckman comprendió en seguida que Descartes
no era un soldado común y se convirtió en su amigo y mentor. A Descartes lo
entusiasmó tanto esta amistad accidental, que menos de cuatro meses después
informó a su amigo el descubrimiento de una nueva manera de estudiar la
geometría.
Lo inquietaron los métodos de los geómetras griegos para llegar a sus ingeniosas
pruebas sin un sistema fundamental de ataque y se propuso corregirlos mediante
el manejo de líneas y figuras tridimensionales en una gráfica. Dibujaba la
gráfica marcando unidades en una línea horizontal (eje x) y una línea vertical
(eje y); así, cualquier punto de la gráfica podía describirse con dos números.
El primer número representaba una distancia en el eje x y el otro número
representaba una distancia en el eje y. Aunque conservaba las reglas de la
geometría euclidiana, combinaba el álgebra y la geometría, consideradas entonces
como independientes, para formar una nueva disciplina matemática llamada
geometría analítica.
En el 1629 decidió irse a vivir a Holanda, allí estudió otras cosas aparte de
filosofía y las matemáticas, comprendiendo la óptica, la física, la química, la
anatomía y la medicina. En 1634 aún no publicaba nada, pero seguía dedicado a
incorporar todos sus conocimientos, desde la astronomía hasta la anatomía
humana, en un impresionante tratado que se llamaba El mundo. Todo París esperaba
con gran curiosidad la obra maestra de Descartes pero este se enteró de que la
Inquisición condenó a
Galileo
por atreverse a defender la teoría copernicana de que el Sol era el centro del
Universo.
El 8 de Junio de 1637 Descartes dio al mundo su geometría analítica como un
apéndice modesto de su obra maestra Discurso del método.
Al propalarse la fama de Descartes, la realeza comenzó a cortejarlo. Carlos Y de
Inglaterra y Luis XIII de Francia invitaron al famoso filósofo a adornar sus
respectivas cortes. En 1646, Descartes vivía en feliz aislamiento en Egmond,
Holanda, meditando, cuidando su pequeño jardín y sosteniendo correspondencia con
intelectuales de Europa, cuando la reina Cristina de Suecia le suplicó que fuera
a su corte. Descartes partió en el otoño de 1649. Todo podría haber resultado
perfecto para Descartes si Cristina no hubiera insistido en hacer que le
enseñara filosofía a partir de las cinco de la mañana en un aposento grande y
frío. Descartes era demasiado bien educado para quejarse de esta desagradable
circunstancia, aunque siempre odiaba el frío y rara vez se levantaba antes del
mediodía. Después de tres meses de estas espantosas clases antes del amanecer,
enfermó de gravedad y murió de una enfermedad respiratoria, que probablemente
fue pulmonía. Diecisiete años más tarde, su cadáver volvió a París, donde fue
sepultado en lo que hoy es el panteón.