El Psicoanálisis clásico : Freud
Sigmund
Freud
nació en mayo de 1856 en Freiberg pequeña ciudad de lo que es
hoy actualmente Checoslovaquia, pero que pertenecía a la sazón
del Imperio austro-húngaro. Murió en 1939, en Londres, ciudad a
la que se traslado debido a los avances del
nazismo , ya que era de
ascendencia judía.
Sus años de experiencia psicoanalítica los realizó en Viena, donde, sin embargo, sus teorías no habrían de tener muy buena acogida durante los primeros años de su trabajo, especialmente entre los círculos médicos ; a pesar de ser el mismo graduado en medicina y especialista en neurología. El legado de sus investigaciones no se centra en la medicina como tal, sino que deben su reconocimiento histórico a la elaboración de un método que parte del inconsciente para tratar las enfermedades mentales : el psicoanálisis.
Freud abandonó pronto sus investigaciones neurológicas para dedicarse de pleno al estudio de los entonces llamados <<enfermos nerviosos>>, percatándose rápidamente de lo incorrecto de las terapias utilizadas para la rehabilitación de estos enfermos. Utilizó la hipnosis durante un cierto tiempo pero descartó esta técnica terapéutica tras comprobar que sus efectos sólo se mantenían mientras el enfermo permanecía bajo la sugestión hipnótica ; una vez desaparecía está, volvían a reaparecer los mismos síntomas patológicos.
Su gran oportunidad le llegaría con una beca que le permitió ir a París para estudiar con Charcot, célebre especialista de enfermedades nerviosas que trabajaba en el hospital parisino de la Salpêtrière, dónde había llevado a cabo, tras numerosas investigaciones, una observación sorprendente, y que habría de interesar mucho a Freud : en todos los historiales clínicos de las histerias siempre aparecía la sexualidad como problema. Años después, Freud publicó Estudios sobre la histeria, y, en numerosos trabajos posteriores la relación de la histeria con problemas sexuales quedó definitivamente establecida.
A principios del siglo (1900), publicó La interpretación de los sueños, extentísimo libro donde Freud desarrollaba una tesis fundamental <<los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, como se creía hasta el momento , sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido>>.
Los primeros años de trabajo fueron años de aislamiento, y durante ellos Freud llegó a una serie de conclusiones fruto de sus estudio e investigación : fundación e importancia de los sueños, división de la estructura psíquica en consciente e inconsciente, existencia de la sexualidad infantil, etcétera. Todas estas investigaciones promovieron el escándalo, y lo sumieron aún mas en la soledad y el aislamiento.
Poco a poco, se fue abriendo camino y empezó a organizar en torno suyo a sus primeros seguidores, con los que formó, en 1902, el núcleo original y, posteriormente, se formaría la sociedad psicoanalítica de Viena. En 1908 se celebraba en Salzburgo (Austria) , el primer congreso mundial de psicoanálisis. A partir de este momento, se fueron organizando en numerosas ciudades europeas sociedades de psicoanálisis.
Pero, junto a esta aceptación del psicoanálisis, se iniciaron también las primeras divergencias teóricas entre psicoanalistas . Así Alfred Adler y Carl G. Jung se apartaron de la ortodoxia freudiana ; Adler separándose del concepto de inconsciente colectivo, en el que la sexualidad no desempeña el papel determinante en la formación de la personalidad, como en la obra de Freud.
En 1938 Freud hubo de emigrar a Londres ante la ocupación nazi de Viena ; sus libros fueron quemados y destruidos y, poco después, fallecía víctima de un cáncer de mandíbula.
Lo Inconsciente
El término inconsciente es el más popular del psicoanálisis, hasta el punto que identifica al psicoanálisis mismo. Los psicoanalistas prefieren explicar el inconsciente como una dimensión de lo psíquico, radicalmente diferenciada de la conciencia aunque vinculada con ella, o también con las expresiones verbales del sujeto que se infiltran a través del discurso. La idea del inconsciente llega al psicoanálisis a través de dos caminos_ : la filosofía y la psicología de la época. En síntesis, se podr4ía concebir lo inconsciente como una degradación de la conciencia. Esta idea se encuentra ilustrada en la ya famosa metáfora de la linterna : <<un haz de luz con foco de luminosidad central y zona de progresiva oscuridad hacia los bordes de esa circunferencia de luz>> . La zona central de la luz es la representación de la conciencia ; la zona de progresiva degradación de la luz se identifica con lo inconsciente.
Freud a partir de un hecho simple para ilustrar lo inconsciente : cualquier representación o elemento psíquico puede estar presente en nuestra conciencia y luego desaparecer. Y, sin embargo, puede volver a reaparecer a través del recuerdo , no como otra consecuencia de la representación sensorial. Esto equivalía, para Freud, a que dicha representación o elemento había estado latente ( no explicitado a nivel consciente), y este hecho era una dimensión del inconsciente.
Un sujeto es sometido a un estado hipnótico durante el cual se le da una orden cualquiera : por ejemplo que beba agua. Acto seguido, se le despierta y es invitado a explicar lo que recuerda. En este momento, la persona realiza la orden recibida en estado hipnótico, es decir, beber agua. Interrogado sobre el motivo de esta acción, manifiesta que no lo sabe, aunque trata de justificarla de una manera obvia ; porque tenía sed.
Sin embargo, la explicación de la acción descrita anteriormente no está en la sed, sino en la orden de beber agua ( de la que el sujeto no tiene conciencia porque es incapaz de recordar). La conciencia sólo retiene beber agua ; la orden y la figura del hipnotizador permanecen en el inconsciente.
Consciente, Preconsciente e Inconsciente
De al experiencia anteriormente relatada Freud extrajo diversas conclusiones :
Según la
teoría
psicoanalítica, las representaciones del inconsciente tienen la
particularidad de incidir de manera decisiva en la vida psíquica
del sujeto (neurosis) ;
son eficaces. Para los psicoanalistas, los síntomas propios de
la
neurosis o la
psicosis son el efecto
de algo que el sujeto no conoce, pero la suficientemente eficaz
como para contrariar la misma voluntad. Piénsese en un síntoma
como el insomnio, en que el propósito consciente de dormir, se
ve obstaculizado por alguna preocupación inconsciente. En función de lo
expuesto , la vida psíquica no tiene su centro emisor en la
conciencia del
hombre,
en su racionalidad. Y como en consecuencia de ello se produce un
desplazamiento del
interés del estudio
hacia lo inconsciente para determinar las
leyes
y mecanismos de su funcionamiento. Según Freud ,
el
hombre a sufrido un
triple descentrenamiento. En primer lugar y como consecuencia de
los descubrimientos en el campo de la
física
y la
astronomía,
la
Tierra dejó de ser el
centro del
universo ; con el
Evolucionismo,
el
hombre mismo paso a
formar parte del reino animal ; el descubrimiento del
inconsciente resto a la conciencia su importancia como centro
regulador de la actividad psíquica. El
Desarrollo Libidinal El psicoanálisis
emplea el término de pulsión ( impulso que tiene a la
consecución de un fin) para el estudio del
comportamiento humano.
Antes de seguir adelante convendría aclarar las diferencias que
existen entre la pulsión y el instinto. Los instintos tienden a
una finalidad predominante biológica, mientras que la relación
entre la pulsión y el instinto. Los instintos tienden a una
finalidad predominante biológica , mientras que la relación
entre la pulsión y el objeto que la promueve es extremadamente
variable. La pulsión es un
impulso que se inicia con una excitación corporal (estado
de tensión), y cuya finalidad última es precisamente la
supresión de dicha tensión. Hay dos tipos de
pulsiones, la pulsión sexual o de la vida y la pulsión de
la
muerte. Para el
psicoanálisis el impulso sexual tiene unas acotaciones muy
superiores a lo que habitualmente se considera como
sexualidad , al
tiempo
que introduce la diferenciación entre
sexualidad y
genitalidad : si todo lo genital es sexual, no todo lo sexual es
genital. La libido es la energía que pone en marcha la pulsión
sexual , y puede presentar diferentes alternativas según esté
dirigida a los objetos ( libido objetal), o bien se dirija al
propio Yo (libido narcista). El psicoanálisis
establece una serie de fases a través de las cuales se verifica
el
desarrollo del sujeto.
Desde el punto de vista de dichas fases, los
conflictos psíquicos - y
su posibilidad de resolución- dependerán del estancamiento de
una fase (fijación) o del retorno a una fase precedente
(regresión). De ahí que esta
teoría
implique un
concepto dinámico sobre
lo psíquico. Fase Oral. Comprende los
doce-dieciopcho primeros meses. Esta primera fase libidinosa
está relacionada con el placer del bebé en el momento de la
alimentación , en la que
tanto labios como boca tienen un
papel
preponderante. La satisfacción ligada en un primer momento al
acto de comer, adquirirá pronto autonomía, como en el caso del
mero chupeteo, y se convertirá a su vez, en el prototipo inicial
de toda satisfacción. Fase Oral-sádica Es considerada una
segunda etapa de la fase oral , coincidente con la aparición de
la dentición y, por tanto, ligada al acto de morder. Dado que la
nueva adquisición tiene un sentido destructivo ( aunque sólo sea
implícitamente), da lugar a la aparición del
concepto de ambivalencia
(relación de
amor-odio
respecto a un mismo objeto). Fase Anal Se extiende,
aproximadamente, entre los dieciocho meses y los cuatro años. La
actividad anal adquiere unas connotaciones libidinosas. El ano
se constituye en la zona erógena ( fuente corporal de
excitación) por excelencia. Otra
característica de esta
fase es la aparición de la polaridad actividad- pasividad,
ligada a la posibilidad tanto de retener como expulsar los
excrementos. Fase Fálica. En este momento,
las pulsiones parciales de fases precedentes se concretan en una
cierta primacía de lo genital. Es la primera
organización libidinal
del niño respecto al caos de las pulsiones parciales anteriores
(orales-anales), que se completará en la pubertad. De la forma
específica en que se afronten las distintas fases, dependerán
las
características
psíquicas del sujeto. Desde un punto de vista patológico, las
perturbaciones en las distintas fases darán lugar a fijaciones o
regresiones, que se traducirán en el adulto en estados de
neurosis o
psicosis. Complejo de Edipo. Tiene lugar de
manera aproximada, entre los tres y los cinco años. El complejo
de Edipo es una de las concepciones mas controvertidas del
sistema freudiano. Y
según la forma en que el sujeto resuelve este
conflicto nuclear
aparecerán o no perturbaciones neuróticas posteriores. En cuando a su
significado esencial es que el niño se halla situado en una
especie de triángulo afectivo con relación a sus padres, de modo
que está envuelto en una
red
de deseos amorosos hostiles con respecto a aquéllos. Este
conflicto puede
presentarse bajo dos formas :
En su última etapa,
Freud planteó que ambas formas podían darse de forma
concomitante en todo sujeto, lo que pasó a denominar con el
nombre de complejo de Edipo completo. Según Freud, el
Edipo se resuelve por el temor ( la fantasía del varón a ser
castrado por su padre ). Evidentemente, este postulado es
radicalmente abstracto. Una manera de explicarlo, lo más
sencillamente posible, sería ésta : el padre se interpone en una
suerte de <<idilio>> entre madre e hijo. Sin embargo el niño
percibe que el padre es el sujeto amoroso de la madre (es su
rival). Por otro lado también participa del afecto de su padre,
del que se siente corresponsable. Este
conflicto ira perdiendo
fuerza
( es decir, el niño renunciará a poseer a la madre), en la
medida que el niño se sienta ligado al padre por un fuerte
afecto, y por el temor de ser castigado por el. De esta manera, la madre
deja de ser el todo para el niño, el cual realizara un
desplazamiento de sus sentimientos amorosos hacia otros objetos. Freud desatendió
los mecanismo de Edipo en el caos de las niñas, para limitarse a
afirmar que el complejo de castración ( es decir, el
resentimiento por la ausencia del pene) promueve su entrada al
complejo de Edipo. Ciertamente ni siquiera a un nivel simbólico
es aceptable este postulado, el cual implica que la
fisiología distinta de
la niña , con respecto al varón, es el núcleo del problema. El
mito
bíblico de la creación de Eva de una costilla de Adán, parece
estar implícito en esta concepción , a la que no poca
psicoanalistas consideran portadora de resabios machistas. Resolución del
conflicto edípico. Siguiendo a Freud,
la formas de encarar el Edipo tendrá mucha importancia en la
elección del objeto sexual del adulto ( es decir puede
condicionar tanto la heterosexualidad como la
homosexualidad). El heredero del
complejo del Edipo es el Super Yo que representa la conciencia
moral
( en parte consciente y en parte inconsciente) del sujeto, así
como sus ideales. El Superyó se
estructura en oposición
al Yó (que se identifica con la conciencia, con el sentido de la
realidad). Otra instancia del mundo psíquico freudiano es el
Ello, que constituye el mundo inconsciente de las pulsaciones
del sujeto , y por tanto abiertamente opuesto al superyo que,
como vimos, representa la sublimación positiva y creadora de los
instintos inconscientes. Muy sonoramente,
podríamos concluir que toda la
teoría
psicoanalítica freudiana se basa sobre la supremacía de los
instintos o, para ser mas exactos con su terminología, las
pulsiones del sujeto, y por tanto abiertamente opuesto al
superyo que, como vimos, representa la sublimación positiva y
creadora de los instintos inconscientes. Muy someramente ,
podríamos concluir que toda la
teoría
psicoanalítica freudiana se basa sobre la supremacía de los
instintos o, para ser mas exactos con su terminología , las
pulsiones de
naturaleza libidinosa.
Éstas constituyen el
motor
que pone en marcha la formación de
la
personalidad del
individuo. Éste debe superar las distintas fases de
evolución pulsional
hasta acceder al
estado
de madurez, en que los instintos primigenios son sacrificados en
aras de un
desarrollo armonioso de
las potencialidades creadoras humanas.. Sin desestimar el
papel
importantísimo de la sexualidad, muchos psicoanalistas
posteriores han reprochado a Freud el determinismo que concede a
todo lo sexual en la elaboración de su
teoría.
Si el hombree, al igual que el resto de los
animales , es portador
de instintos, tampoco es menos cierto que tienen unas
necesidades específicamente humanas
derivadas de su propia
situación ante la
naturaleza. Y una de
ellas es ella afecto , que le ayuda a afrontar situaciones
nuevas en un mundo en el que constantemente ha de asumir nuevas
situaciones y renunciar a seguridades pasadas . La necesidad
física
que el niño pequeño siente hacia su madre- a esta edad sería
prematuro hablar de afecto- se justifica porque ésta es su único
asidero frente a un mundo en el que se siente perdido. Es esta
necesidad ña que puede justificar, en última estancia el
complejo de Edipo, y no un impulso exclusivamente biológico.