Aunque con el tiempo llegaría a ser catedrático
universitario, genio de la física y una de las figuras fundamentales del
extraordinario progreso científico del siglo XX, el pequeño Einstein no fue un
talento precoz, sino más bien lo contrario: un chico tímido de lento desarrollo
intelectual. Sus notas no eran precisamente brillantes, como podemos observar en
este diploma expedido por la Escuela Cantonal de Aargau (Suiza), donde cursó sus
primeros estudios.
Aquí están sus notas