Frankenstein es sin duda una novela que advierte
de los peligros que corremos la sociedad al jugar con la ciencia experimental.
No sólo creó Victor un ser que se volvió en contra
de él, sino que amenazaba la supervivencia de la raza humana.
Frankenstein quería jugar a ser como Dios, quería traspasar
los límites de la Naturaleza.
Sin embargo, si el hombre crea, ¿qué
lo distingue de su creador? No es el hecho de que Dios pueda crear vida
lo que le eleva tan por encima de nosotros.
Frankenstein no se paró a pensar en esto,
para él crear vida era una tentación. Pero no sólo
para este personaje de 1816, sino para los seres humanos, en especial los
científicos, de 2000.
Cuántos intentos de clonar animales se han
hecho, por no decir los que han osado pensar en clonar a seres humanos.
El hombre durante la historia siempre ha querido desafiar las fuerzas de
la Naturaleza y la verdad es que lo estamos viendo, pues estamos destruyendo
la Tierra. El hombre inventa, pero no crea, y cuando lo hace perjudica
y destroza más que beneficia.
He querido enfocar el libro hacia esta dirección
porque creo que el tema es algo que está presente en nuestras vidas
cada día. Como hemos visto en mi trabajo, desde la antigüedad
Prometeo se atribuía el hecho de ser creador de la humanidad. Esto
nos confirma el hecho de que ya desde la civilización griega el
pensamiento sobre la existencia de un ser que nos hubiera creado era preocupante.
Al igual que Prometeo, Víctor Frankenstein se considera como el
primer, o mejor dicho, el segundo intento de crear vida. Es por ello que
se le otorga el nombre de "El Moderno Prometeo". El miedo que me
queda, después de haber leído esta novela, es que haya otro
Prometeo, otro Frankenstein que aparezca con una nueva teoría para
crear vida, otra amenaza más para nuestra sociedad. ¿Cuál
será el nuevo título de esta obra? Frankenstein o el Nuevo...