Frankenstein




       Victor Frankenstein era genovés de nacimiento y su familia había sido una de las más distinguidas de ese lugar.  Él era el mayor de sus hermanos. Sus padres siempre le mostraron mucho amor y cariño.  Para él todo eran sonrisas, ya que por mucho tiempo fue el juguete y el ídolo de sus padres. De ellos recibió una lección de paciencia, caridad y autocontrol.  Siempre fue una persona no muy amiga de las multitudes, pero sí que entabló una amistad muy profunda con su compañero de clase Henry Clerval.
     Su temperamento a veces era violento, pero todas su pasiones estaban dirigidas hacia un ferviente deseo por aprender y descubrir qué era aquello que ocultaba la Naturaleza, los secretos del cielo y de la Tierra. Según él: "Whether it was the outward substance of things, or the inner spirit of nature and the mysterious soul of man that occupied me, still my enquiries were directed to the metaphysical, or in its highest sense, the physical secrets of the world."(Page 37)
     Los trabajos de Cornelius Agrippa, mago, fue uno de los libros que ocuparon su tiempo. Su padre le aconsejó que no perdiera el tiempo leyendo ese tipo de libros, pero Victor siendo una persona muy ambiciosa ya desde su juventud, siguió estudiando. Ahora sus nuevos maestros serían Paracelsus, físico y alquimista suizo que declaró que los seres vivos se podían producir sin la ayuda de una madre o un padre, a través de procedimientos alquímicos y Albertus Magnus, profesor Aristoteliano de St Thomas Aquinas y teólogo dominicano que pensaba que la magia era esencial para alcanzar el conocimiento. También estudió la vida de las plantas y el cerebro humano.
     Frankenstein se convirtió en el mayor discípulo de estos dos filósofos. Les dedicó mucho tiempo a sus teorías, pero la intensa labor y los descubrimientos de estos y otros filósofos, no satisfacieron la sed por aprender de este joven. Cansado de tantas conjeturas, decidió estudiar por un tiempo matemáticas, una ciencia construída sobre bases sólidas.
     A la edad de 17 años sus padres creyeron aconsejable que Victor estudiara en la Universidad de Ingolstadt. Allí tuvo la oportunidad de seguir expandiendo sus estudios sobre la metafísica, aunque su profesor le advirtió que no se tomara muy en serio todas esas teorías escritas por los alquimistas.
     En una de sus clases de química, uno de sus profesores, M. Waldman, expuso el siguiente discurso: "The ancient teachers of this science, promised impossibilities, and performed nothing. The modern masters promise very little; they know that metals cannot be transmuted, and that the elixir of life is a chimera. But these philosophers, whose hands seem only made to dabble in dirt, and their eyes to pore over the microscope or crucible, have indeed performed miracles. They penetrate into the recesses of nature, and show how she works in her hiding-places. They ascend into the heavens: they have discovered how the blood circulates, and the nature of air we breathe. They have acquired new and almost unlimited powers; they can command the thunders of heaven, mimic the earthquake, and even mock the invisible world with its own shadows." (Page 46-47)
     Con estas palabras en mente, Victor dedicó dos años de su vida, estudiando y trabajando, poniendo alma y cuerpo al estudio de algunos descubrimientos que él deseaba realizar. Él quería examinar las causas de la vida, incluso logró dar animación a materia sin vida. Ahora su sueño era crear un ser a imagen de él.
     Victor Frankenstein llegó a un punto donde todos los científicos se han encontrado en un momento u otro de sus vidas. Al punto donde deben abandonar lo que hacen y dar paso a la fe, pensando que hay un ser superior sobre nosotros, o por el contrario, jugar a ser como dioses. Él optó por seguir adelante con su proyento, y creó a un "ser", pero fueron mucho los daños que tuvo que sufrir por ello.
     Estando en un estado muy grave y a punto de morir le dijo al Capitán Walton en la novela:"You seek for knowledge and wisdom, as I once did; and I ardently hope that the gratification of your wishes may not be a serpent to sting you, as mine has been."
 
 

*Mary Shelley, Frankenstein, Penguin Books (Penguin Classics), 1992
 



 
 
 
 
 

 Academic Year 1999-2000
    Created 22-11-99/ Updated 21-1-00
     © a.r.e.a/Dr Vicente Forés López
    © MªÁngeles Gil Castillo / magilcas@alumni.uv.es
       Universidad de Valencia Press