Teatro inglés de los siglos XIX y XX Alumno: Manuel Jesús Leo Manjavacas
En este trabajo voy a analizar el movimiento teatral del absurdo y voy a intentar analizarlo mediante información obtenida desde internet y ejemplos de las obras que he leído.
El término “teatro de absurdo” se emplea para designar algunas obras en particular escritas por ciertos dramaturgos estadounidenses y europeos a finales de los años 40, 50 y 60 del siglo XX, así como al estilo de teatro que surgió a partir de la obra de ellos. El término lo acuñó el crítico Martin Esslin, quien lo convirtió en título de un libro sobre la materia en 1962. Esslin consideró que estos dramaturgos daban expresión artística al concepto filosófico de Albert Camus de que la vida es inherentemente absurda.
El teatro del absurdo se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado, diálogos repetitivos y faltas de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. Entre los principales dramaturgos de este tipo de teatro podemos encontrar a Eugène Ionesco, Alfred Jarry, Samuel Becket, Tom Stoppard, Jean Genet, Arthur Adamov y Harold Pinter.
Orígenes del teatro absurdo:
Las raíces del teatro absurdo podemos encontrarlas en la literatura del “no-sentido” de algunos autores como Lewis Carrol; en algunas obras de autores como Strindberg, James Joyce, Kafka, Alfred Jarry o Georges Feydeau, obras que tuvieron como continuadores directos los movimientos dadaístas y surrealistas de los años 20 y 30; y en la influencia de las teorías existencialistas de Albert Camus y Jean-Paul Sartre. Camus, en particular, decía que la humanidad tenía que resignarse a reconocer que una explicación completamente racional del universo estaba más allá de su alcance; en este sentido, el mundo debe ser visto como absurdo.
Características
del teatro absurdo:
Éste teatro tiende a eliminar gran parte de la relación causa-efecto en los episodios y los personajes se reducen a meros modelos (como por ejemplo en la obra de Harold Pinter, Party Time, en la que los personajes son unos burgueses adinerados que están celebrando una fiesta y guardan ciertas similitudes entre ellos) el espacio donde se desarrolla la acción no es concreto (por ejemplo en Waiting for Godot, de Samuel Becket, en la que el espacio es un campo abierto) y el mundo es mostrado de forma alienante e incomprensible (por ejemplo en la obra Party Time el personaje de Jimmy que, a pesar de su condición, muestra la realidad en el mundo exterior). Precisamente en esta obra se observa claramente uno de los propósitos del teatro absurdo: la crítica de la sociedad egoísta y falsa, como puede verse en los personajes.
Otra
característica es la vuelta al enfrentamiento del ser humano entre lo mítico y
lo religioso, simplemente
presenta una intuición individual del ser humano de las realidades
fundamentales tal y como él las experimenta. Mientras el teatro realista acude
a los elementos narrativos para ampliar los ámbitos del drama, el teatro
absurdo enfatiza la concentración y profundización en los personajes sobre un
esquema esencialmente lírico y poético. Otra diferencia con el teatro realista
es la concepción del tiempo, mientras que en una obra realista hay evolución en
el tiempo, en las obras del teatro absurdo el tiempo es trivial, y no se le
concede demasiada importancia. Asimismo el lenguaje utilizado, a diferencia del
realista que suele ser discursivo y argumentador, el lenguaje suele ser basado
imágenes poéticas, a lo que hay que sumar la presión por parte de los medios de
comunicación, lo que hace más escéptico el lenguaje.
Nos encontramos con un tipo de teatro
comprometido, profundo y que toca varios temas como la religión, ciencia y la
filosofía humana. El suspense en el espectador consiste en la consumación que
permita ver el mensaje como un todo, lo que se resuelve durante el final de la
obra. Normalmente la historia es irracional e incoherente pero en ella hay una
crítica y un mensaje sobre la sociedad. Según Jorge Z. Humaña la idea de teatro absurdo es: “aquello que
aparentemente no tiene una explicación lógica en la filosofía cartesiana”.
Conclusión final:
Por tanto el teatro absurdo podría ser definido como un movimiento teatral que consiste en la utilización de diálogos sin mucho sentido y repetitivos, con historias incoherentes en algunas ocasiones pero que esconden un trasfondo crítico y que trata temas filosóficos, y que como dice Jorge Z. Humaña sobre la concepción de este tipo de historias que aunque las representaciones sean recientes su existencia data del día en el que a Dios se le ocurrió echar a Adán y Eva del paraíso por comer una manzana.