PCP Ó POLVO DE ÁNGEL
Se disuelve en agua o alcohol, y tiene un sabor amargo y se puede mezclar con facilidad con colorantes.
Se utilizó en los años 50 como anestésico intravenoso, pero dejó de usarse debido a los efectos secundarios que producía en los pacientes (agitación, delirios…)
Su consumo habitual produce trastornos emocionales, pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, síntomas depresivos y pérdida de peso, que pueden persistir hasta un año después de suspender su uso.