DROGAS DE SÍNTESIS
ÉXTASIS:
Tiene un efecto vigorizante y de aumento de la percepción a través de los
sentidos, en especial del tacto, produciendo una sensación de bienestar, de
cercanía, y de conexión con las demás personas.
Se ingiere por vía oral, generalmente en forma de pastilla, tableta o cápsula, y estas se absorben en el aparato digestivo, desde donde pasan al torrente sanguíneo.
Sus efectos comienzan a sentirse a la media hora, y duran entre 2 y 3 horas.
Los efectos inmediatos son: sociabilidad, euforia, desinhibición, incremento de la autoestima, locuacidad, inquietud, confusión, agobio, taquicardia, arritmia e hipertensión, sequedad de boca, sudoración, escalofríos, náuseas, contracción de la mandíbula, temblores, deshidratación y aumento de la temperatura corporal.
Su consumo generaría, a largo plazo, depresión, trastornos de ansiedad, trastornos del sueño, ataques de pánico, agresividad, trastornos psicóticos, Flash Back con alucinaciones visuales y auditivas.
METANFETAMINA:
También conocida como “speed”. Esta provoca un aumento de la actividad, una
disminución del apetito y una sensación de bienestar.
Inmediatamente después de ser fumada o inyectada (por vía intravenosa), se produce una sensación intensa de placer, a la que se denomina “Flash”.
Los efectos a corto plazo son: aumento de la atención, reducción del cansancio y del apetito, sensación de euforia, aumento de la frecuencia cardiaca, hipertermia, convulsiones, sobredosis, aumento de la libido, relaciones sexuales de riesgo y trastornos paranoides.
La metanfetamina produce tolerancia con mucha rapidez debido a que sus efectos placenteros son de corta duración, aunque su eliminación de la sangre es bastante lenta (12 horas).
Sus efectos a largo plazo son la adicción, el insomnio, anorexia, disminución de la libido, comportamiento violento, accidentes cerebro-vasculares, alucinaciones auditivas y visuales, y psicosis.
GHB, ó éxtasis líquido:
El GHB es un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente
puede producir sensación de bienestar y euforia.
Los efectos buscados son el aumento de la sociabilidad y de la capacidad de comunicación, pero puede llegar a producir somnolencia, obnubilación, dolor de cabeza, confusión… e incluso depresión respiratoria, ideas delirantes, alucinaciones, e incluso el coma.
Produce síndrome de abstinencia si se suspende el consumo habitual.
POLVO DE ANGEL, o PCP:
Se disuelve en agua o alcohol, y tiene un sabor amargo y se puede mezclar con
facilidad con colorantes.
Se utilizó en los años 50 como anestésico intravenoso, pero dejó de usarse debido a los efectos secundarios que producía en los pacientes (agitación, delirios…)
Su consumo habitual produce trastornos emocionales, pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, síntomas depresivos y pérdida de peso, que pueden persistir hasta un año después de suspender su uso.
KETAMINA:
Es un anestésico utilizado con fines médicos y veterinarios. Su presentación es
en forma de líquido inyectable pero en la calle se puede encontrar en forma de
polvo, pastillas, cristales o cápsulas.
A dosis bajas produce efectos similares a los de la borrachera por alcohol, con pérdida de coordinación y dificultades para hablar y pensar, visión borrosa…
A dosis altas puede provocar un “viaje” muy intenso, con delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del espacio y del tiempo, y distorsión de la realidad. Algunas personas se ven fuera del cuerpo o piensan que han muerto o van a morir inmediatamente.
Tiene un elevado riesgo de adicción y una rápida tolerancia.
POPPERS:
Es inhalante, y produce un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a
los poco segundos de inhalar la sustancia, con sensación de euforia, ligereza,
aumento del deseo sexual… aunque estos efectos desaparecen rápidamente y dan
paso a una sensación de agotamiento.
Crea tolerancia y tiene un elevado riesgo de intoxicación por sobredosis.
M-CPP (Meta-Clorfenilpiperazina):
pertenece al grupo de las piperazinas. Son comprimidos blancos o de colores que
incluyen diferentes logos de moda, o también en forma de polvo, sólo o mezclado
con polvo de otras sustancias.
La M-CPP tiene propiedades estimulantes y alucinógenas, y su consumo conlleva a numerosos riesgos para la salud: nauseas, dolor de estómago, vómitos, dolor de cabeza, daño renal, pánico, comportamientos psicóticos, brotes de violencia…