XANTINAS: CACAO, CAFÉ, TE...

 El alcaloide psicoactivo de café, té, cola, yoco, mate, guaraná, cacao y algunas otras plantas no se considera sustancia psicotrópica, y no forma parte de las drogas en sentido legal.

Es el ingrediente principal de innumerables medicamentos, la cafeína aparece en forma pura como polvo blanco, cristalino y amargo, que puede engañar a más de uno si se le ofrece como cocaína.

La dosis activa mínima puede fijarse en 200 o 250 milígramos, cuyo efecto se prolonga durante media hora aproximadamente.

Se calcula que una persona no habituada puede sufrir intoxicaciones agudas a partir de 3 gramos o algo menos. Además del sistema límbico y el hipotálamo, los principales órganos afectados son el corazón, hígado y riñones; el estómago, perjudicado claramente por el café, no es afectado en tanta medida por la cafeína.

Los síntomas de la intoxicación aguda son: agitación generalizada, temblor, angustia, náuseas, vómitos, palpitaciones y caída de tensión.

Más que estimular la atención intelectual, la cafeína estimula el simple estado de vigilia, la resistencia al cansancio.

Por vía oral, medio gramo equivale a 5 miligramos de dexanfetamina, con una acción de dos o tres horas que se caracteriza por sequedad de boca, disposición muy activa y cierta rigidez muscular, quizá acompañada por leves trastornos en la visión, como borrosidad pasajera o pequeñas partículas que cruzan el campo visual.

Lo que en algunos se manifiesta como locuacidad y extroversión, produce en otros el deseo de aislarse, vida interior, de acuerdo con el típico  efecto polar de los estimulantes; los extrovertidos tienden a introvertirse, y los introvertidos a extrovertirse, salvo que esas disposiciones sean muy marcadas, en cuyo caso, simplemente se potencian.