Algunas escuelas de Shenyang, República Popular de China, han prohibido el manga después de que algunos de sus estudiantes empezaran a comprar imitaciones de Death Note y a escribir los nombre de sus profesores o de sus propios compañeros en el cuaderno.

El periódico Shenyang ha denominado a calificado la serie como "un veneno que crea corazones impíos". Un importante periódico de China estimó que la prohibición es una reacción excesiva e inadecuada.

Beijing también tiene una prohibición de las "historias de terror" en torno a las escuelas para proteger la "salud física y mental" de los estudiantes. Esta prescripción incluye adaptaciones locales de la serie. Wang Song, de la Comisión Nacional contra la piratería y la lucha contra la pornografía, ha dicho que la serie "induce a la maldad a los niños inocentes y distorsiona la mente y el espíritu".