Biografía
Panero

Leopoldo María Panero (Madrid, 1948) es el último poeta maldito. Este autor –que pertenece al grupo de los novísimos- fue el primer miembro de su generación en incorporarse a la colección de clásicos de la editorial Cátedra e insertarse en la historia literaria, las antologías y los programas académicos.

Su padre, Leopoldo Panero (1909-1962), fue uno de los prohombres del régimen franquista. Leopoldo María, en cambio, se sintió fascinado por la izquierda radical. Su militancia antifranquista provocó su primera estancia en prisión.

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid y Filología Francesa en la Universidad Central de Barcelona. Durante su carrera educativa, experimentó con varias drogas: desde el alcohol hasta la heroína, a la que dedicó una de sus mejores colecciones de poemas (Heroína y otros poemas, 1992). En los años setenta, fue ingresado por primera vez en un psiquiátrico. Sus constantes reclusiones no le impidieron desarrollar una copiosa bibliografía como poeta, traductor, ensayista e, incluso, como narrador.

A finales de la década de los ochenta, cuando ya empezaba a recibir el reconocimiento de la crítica, Panero ingresó de manera permanente en el psiquiátrico de Mondragón. Diez años después, se estableció, por propia voluntad, en la Unidad Psiquiátrica de Las Palmas de Gran Canaria.

En 1974, Jaime Chavarri presentó el documental El desencanto. Esta película refleja cómo era su familia: acomodada e intelectual, pero también desmembrada, autoritaria y en la que la figura de su padre pesaba en exceso, incluso en su ausencia. En la década de los noventa, Ricardo Franco se fijó de nuevo en los Panero para filmar Después de tantos años; esta vez, sin la presencia de la madre (ya fallecida).

En 2003, se le concedió el Premio Estaño de Literatura por una antología poética de Túa Blesa, publicada dos años antes.

De una u otra manera, todas sus páginas son autobiográficas. Las claves de su obra son la autocontemplación y la autodestrucción. Sin embargo, como señaló su principal mentor, Pere Gimferrer, en 1971, el tema de su poesía "no es la destrucción de la adolescencia: es su triunfo, y con él, la destrucción y la disgregación de la conciencia adulta".

 
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