EVOLUCION DE TOM STOPPARD

 

 

Absurdo: Escuela o movimiento teatral que utiliza formas o contenidos contrarios y opuestos a la razón.[1]

Teatro del Absurdo: Denominación acuñada por el crítico teatral español Alfredo Marqueríe..., con la que se alude al movimiento teatral surgido en Francia en 1950, a raíz del estreno de La cantante calva, de Ionesco. Precedentes de esta corriente estética fueron el dadaísmo, el surrealismo y el teatro de la crueldad...  ....basado en el existencialismo de Sastre y de Camus, se preocupa por la libertad del hombre y por la verdad...[2]

 

Tom Stoppard, dramaturgo y periodista inglés nacido en Checoslovaquia en 1932, escribió su producción en la línea del teatro del absurdo, aunque oscila entre la atención a un mundo de símbolos y el análisis de temas, problemas y preocupaciones cotidianos con una estética que llega a rozar el costumbrismo. [3]

 

Uno de los precursores de éste teatro en el que se mueve Stoppard fue Joyce y uno de los máximos exponentes fue Samuel Beckett[4]. Hay quien clasifica éste teatro de “realismo trascendental”[5].

 

Si analizamos tres obras de Stoppard vemos que en todas hay rasgos del teatro del absurdo, aunque estas obras se distancien en el tiempo la característica prevalece en las obras.

 

La trama de la obra Rosencrantz and Guildenstern are dead (1964) “transcurre en las bambalinas de una representación de Hamlet, sus protagonistas son personajes menores en la obra de Shakespeare. Son conscientes de su encierro en otra trama también ajena...”[6]. Ésta obra tiene un gran parecido a la obra de Samuel Beckett, Waiting for Godot, en las dos se representa a dos personajes en una espera, esperan algo que no va a aparecer, éste tiempo lo pasan con un interrogatorio mutuo (cosa que aparece en las dos obras, tanto en la de Beckett como en la de Stoppard), además otro rasgo en común es que durante la espera en las dos obras aparecen otros personajes, individuos que en Beckett están de paso y en Stoppard son el resto de los actores que interpretan Hamlet.

 

La obra The Real Inspector Hound (1968) se “complica la aparente imposible resolución de su trama con la incorporación al escenario, mediante llamada telefónica, de uno de los dos críticos que habían dado comienzo a la obra como espectadores”[7]. Una característica importante en Stoppard es la que podemos observar en ésta obra: la parodia. “La parodia se establece con respecto a la propia obra, que repasa todos los tópicos y expectativas del género, para incluir después la presencia en la trama de los críticos, que son sorprendidos en escena al responder al teléfono del escenario”[8].

 

Por último en la obra The Real Thing, estrenada en 1982. Ésta obra es el final del “proceso de aprendizaje que Stoppard ha experimentado y que ha humanizado su escritura, hasta el punto de hacer posible la expresión de su intimidad emocional. Durante mucho tiempo, Stoppard había utilizado el medio dramático para hacer públicas sus interioridades intelectuales, e incluso había llegado a declarar su repulsa a la escritura autobiográfica”[9]. El protagonista de ésta obra es el propio Stoppard antes de The Real Thing, en ella escribe de amor maduro. La relación que existe entre Henry y él es diáfana y la obra en general condensa todas las virtudes que Stoppard ha convertido en tarjeta de su estilo: escenas que se suceden en conexiones que obligan al espectador a replantearse el nivel de realidad (es un diseño de cajas chinas).[10]

 

Tom Stoppard no ha tenido una fuerte evolución, o más bien no se observa claramente en sus obras porque hace constantes reescrituras de sus obras como pasa con la obra Rosencrantz and Guildenstern are dead. Pero si se puede observar un gran cambio, efectuado con la obra The Real Thing que marca la diferencia entre dos grandes momentos. Antes de ésta obra Stoppard era un dramaturgo que escribía paradojas en la línea del teatro del absurdo, a partir de ella escribe sobre sentimientos, y concretamente sobre el amor maduro.

 

Stoppard utiliza tanto la citación de obras o frases de Shakespeare como la parodia en sus obras. Hace una mezcla que da como resultado obras magníficas como son Rosencrantz and Guildenstern are dead que impulsó su carrera como dramaturgo o The Real Thing que marcó la diferencia en su vida como escritor.

 

Otro rasgo importante son los niveles de realidad que se observan en todas las obras pero claramente en The Real Inspector Hound, aquí se distinguen claramente dos niveles: el primero es en el que se encuentran los críticos y el otro es la representación de la obra del Inspector Hound. Pero no solo en ésta obra se pueden observar, en las otras dos obras citadas también aunque a veces Stoppard entrelace y mezcle los distintos niveles haciendo difícil para el espectador el poder diferenciarlos y saber en que realidad se encuentra.

 

Así pues, la evolución del dramaturgo se da con una obra que diferencia dos periodos, el primero en el que escribe dramas en la línea del teatro del absurdo y la segunda con la obra  The Real Thing en la que escribe sobre el amor y sobre sus sentimientos. Aún así en sus obras lo más importantes son las acotaciones e información que da al director de escena.

 

 



[1] Diccionario Akal de Teatro Manuel Gómez García, Ed. Akal, 1997 Madrid (Pág. 11).

[2] Diccionario Akal de Teatro Manuel Gómez García, Ed. Akal, 1997 Madrid (Pág. 806).

[3] Diccionario Akal de Teatro Manuel Gómez García, Ed. Akal, 1997 Madrid (Pág. 790).

[4]Teatro inglés de Osborne hasta hoy F.M. Lorda Alaiz Ed. Taurus 1964 Col. Primer acto (Pág.113).

[5] Teatro inglés de Osborne hasta hoy F.M. Lorda Alaiz Ed. Taurus 1964 Col. Primer acto (Pág. 115).

[6] Tom Stoppard: la escritura como parodia Miguel Teruel Pozas, Serie crítica, Ed. UV 1994 dirigida por J.V. Martínez Luciano (Pág.13)

[7] Tom Stoppard: la escritura como parodia Miguel Teruel Pozas, Serie crítica, Ed. UV 1994 dirigida por J.V. Martínez Luciano (Pág.13)

[8] Tom Stoppard: la escritura como parodia Miguel Teruel Pozas, Serie crítica, Ed. UV 1994 dirigida por J.V. Martínez Luciano (Pág. 86)

[9] Tom Stoppard: la escritura como parodia Miguel Teruel Pozas, Serie crítica, Ed. UV 1994 dirigida por J.V. Martínez Luciano (Pág. 96,97)

[10] Tom Stoppard: la escritura como parodia Miguel Teruel Pozas, Serie crítica, Ed. UV 1994 dirigida por J.V. Martínez Luciano (Pág. 97,98,99)

 

 

 

Academic year 2004/2005
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