Caperucita fue a pedir ayuda y se encontró con la abuelita que regresaba a casa después de ir al médico. Caperucita le contó lo que sucedía y a la abuelita se le ocurrió una idea. Las dos juntas fueron al panal donde sus papás habían recogido la miel que Caperucita le llevaba en la cestita y les pidieron a las abejas que fueran a asustar al lobo. Las abejitas estuvieron encantadas de ayudarlas y entraron en casa de la abuelita armando un gran alboroto con su zumbido. El lobo temeroso de que le picaran, salió corriendo, se tiró al río y huyó, nadando con todas sus fuerzas.
© 2007 - Mar Pastor Campos