Titulares

6 de Febrero de 2003

Colombia: Bush el pequeño


Jaime Galarza Zavala
ALTERCOM


"ÁLVARO URIBE PIDE A E.U. QUE DESPLIEGUE FUERZA SOBRE EL CARIBE Y EL PACÍFICO, SEMEJANTE A LA QUE UTILICE CONTRA IRAK" .
Quito.Enero 14 de 2003.AFP
Titular de Diario El Tiempo, Bogotá, Colombia. Pág 1.ELTIEMPO.COM

No nos referimos a George W. Bush, el hijo de papá. Nos referimos al descomunal guerrero que le ha nacido a Sudamérica, conocido como Alvaro Uribe y que oficia de Presidente de Colombia desde hace pocos meses.

Bush el Pequeño es inferior en estatura física a George W., el Grande. Además, éste gobierna un país ocho veces más extenso y seis veces más poblado que la desdichada Colombia, donde el atraso, el hambre y el desempleo son diez veces mayores que en el peor suburbio de Nueva York. Pero estas son minucias para Bush el Pequeño, quien acaba de proclamar en Quito su propia Guerra de las Galaxias. Lo hizo el 14 de enero al concurrir a la posesión del Presidente Lucio Gutiérrez..

Bush el Pequeño se agiganta para sentenciar que " es más grave el conflicto del narcotráfico y el terrorismo en Colombia para la estabilidad democrática del continente que el mismo conflicto de Irak". A renglón seguido le previene a Estados Unidos: "Así como le han puesto todo el entusiasmo a la operación del Golfo Pérsico, una vez se resuelva el problema de Irak es muy importante que se piense en una movilización semejante en los mares internacionales, en el Pacífico, en el Atlántico, en los cielos del mundo para taponar todos los conductos de la delincuencia". Y termina tirándole las orejas a Bush el Grande: "Se necesita una operación de verdad; hay mucho discurso pero falta más acción".

Que Bush el Pequeño haya lanzado tan agresivamente su doctrina bélica podría lucir como una payasada, pero no lo es. Encaja perfectamente dentro de los planes del Pentágono y la Casa Blanca, empeñados en el dominio militar norteamericano sobre el planeta y que, aprovechando el fatídico 11 de septiembre, pulverizaron a todo un país- Afganistán-, desplazaron tropas hacia Filipinas y se aprestan a desencadenar la Tercera Guerra Mundial a partir de un ataque masivo contra Irak, que bien puede resultarles un nuevo Viet Nam, al que destruirían desde el aire pero al que tendrían que ocupar por tierra mediante centenares de miles de soldados, muchos de los cuales morirían cercados por el desierto y enfrentados a la resistencia de un pueblo que históricamente se levantó siempre contra los conquistadores extranjeros.

Los alaridos guerreros de Bush el Pequeño contrastan con la creciente oposición del pueblo norteamericano a esta guerra unilateral e injustificable, como lo revela la propia prensa estadunidense, al reseñar, por ejemplo, que 45 integrantes del Consejo Comunal de Chicago, la tercera ciudad del país, votaron contra la guerra que está en marcha, mientras un solo voto se inclinó por la causa belicista.

Por lo demás, esta postura de Bush el Pequeño sirve para mostrar al mundo que el mandatario colombiano está empeñado en la continuación de la prolongada guerra que aflige a su país desde hace medio siglo, para lo cual invoca sin disfraces la intervención armada norteamericana, que no haría otra cosa que acrecentar el fuego y envolver en la contienda, inevitablemente, a todos los países limítrofes de Colombia: Ecuador, Brasil, Perú, Venezuela, Panamá y las naciones del Caribe. Lo cual evidencia que los discursos de paz, que suelta diariamente Uribe, son pura mamadera de gallo, como diría un colombiano..

* Jaime Galarza Zavala es escritor y periodista ecuatoriano

Tal como está planteado el proyecto, pareciera que se trata más bien de crear una nueva Internacional --jerárquica, centralista y con aspiración a representar a la totalidad del movimiento social, tal como las Internacionales del pasado. En lo personal, no me molesta que los leninistas o trotskistas sigan intentando fundar una Internacional, aún a pesar de los numerosos fracasos del pasado. Lo que sí me perturbaría es que intenten disfrazar la vieja política con las palabras, las creaciones, y el estilo de los nuevos movimientos. Cualquiera tiene la libertad de intentar crear una Internacional, pero sería irritante que quieran utilizar para ello al Foro Social Mundial, y que usen la idea de "red" para crear algo que no es más que una institución formal centralizada, es decir, lo contrario a una red.

Si verdaderamente se busca fortalecer la coordinación en red, creo que la forma de hacerlo es a través de coaliciones puntuales, voluntarias y flexibles, que permitan a cada nodo decidir con quiénes y cómo trabajar por tal o cual tema. Las coaliciones, por definición, no buscan representar a la totalidad de la red, ni a nadie: sólo representan a los que deciden participar. Una coalición dura hasta que su tarea es cumplida, o mientras los miembros deciden permanecer. No hay interés en luchar por el poder, porque no es un espacio fijo ni permanente, ni puede reclamar el derecho a emitir mensajes que representen a toda la red. Cualquiera puede convocar a la formación de una coalición: si la tarea a cumplir realmente lo amerita, lo más probable es que muchos nodos de la red respondan. La coalición no es el centro de la red, sino sólo una cristalización momentánea, un momento en que los contactos más informales de la red dan lugar a vínculos y acuerdos más fuertes. Cumplida su misión, la coalición se disuelve en la vida cotidiana de la red. Y por supuesto, cada nodo puede participar en varias coaliciones al mismo tiempo, y la red puede admitir tantas coaliciones como los nodos decidan crear.

Creo que esta forma de coordinación por coaliciones puntuales y temporales es lo que permite articular movimientos heterogeneos sin buscar homogeneizar, respetando la multiplicidad, que es lo más valioso que tenemos.

Para terminar, creo que si el FSM quiere colaborar a la coordinación de los movimientos a nivel global, cosa que es indispensable, lo mejor que puede hacer es ayudar a que los propios movimientos puedan comunicarse mejor con los demás. El FSM, por ejemplo, podría organizar la socialización de recursos económicos y técnicos entre norte y sur. Por ejemplo, muchos de los grupos piqueteros de base de nuestro país no tienen acceso a Internet (ni computadoras, ni teléfonos, de hecho) ni tienen traductores que puedan traducirle los mensajes que provienen de otros países. ¿Qué significa para ellos una red internacional, incluso institucionalizada por el FSM, si ni siquiera tendrían acceso a la información, y mucho menos a la toma de decisiones? Concretamente, nada.

Si el FSM pudiera canalizar ayuda solidaria para garantizar una conexión fluida a todos los grupos del Sur, y ayuda para comunicarse en otras lenguas, y para viajar a encuentros internacionales, habría desempeñado una gran función. Por el contrario, domesticar la red, hacer UNA red del FSM, contribuiría a lo opuesto de lo que se pretende.