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De todos es sabida la rivalidad entre Escocia e Inglaterra, sólo hay que recordar la película Braveheart. Los primeros intentos de conquista por parte de Inglaterra fueron evadidos por William Wallace y sus hombres.
Sin embargo, en 1707, y tras las amenazas inglesas de cerrar el comercio con Escocia, se firmó el Acta de Unión, que supuso la creación del Reino de Gran Bretaña.
Pese a ello, la rivalidad entre ambos es aún hoy palpable, hasta tal punto que los billetes de libras inglesas y escocesas no son iguales, aunque su valor sea el mismo.
Además, existe una piedra, The Stone of Destiny, cuya leyenda cuenta que donde ésta se encuentre, Escocia reinará. Los ingleses, sabiendo la importancia moral que esta piedra tiene para los escoceses, robaron la piedra en una de las batallas. Pasó tanto tiempo antes de devolverla a Escocia, que cuando lo hicieron, en 1996, en un acto en el que el ejército inglés la transportó hasta Edimburgo, cuentan que sonó en esta ciudad la banda sonora de "Misión imposible". He aquí una muestra del gran humor escocés.
Hoy en día, aunque Escocia pertenece al Reino Unido, ha recuperado su parlamento, por lo que tiene mayores niveles de soberanía.
En cuanto a Edimburgo, cabe decir que The New Town acabó de construirse a principios del s.XIX, lo que indujo a muchos irlandeses a trasladarse a la ciudad. Durante esta época se construyeron algunos de los monumentos más emblemáticos de la capital; gracias a ellos y a los museos, centros comerciales, y demás atracciones turísticas construidas en el s.XX, Edimburgo se ha convertido en un importante centro turístico, y la actividad aumenta día a día dejando importantes ingresos en la ciudad.