6. Recorrido histórico por la crítica de las distintas escuelas literarias, juzgando a "Rebelión en la Granja".

    Según la crítica clásica de de Aristóteles (siglo cuarto a.C.), la obra de Orwell no estaría demasiado bien vista, pues éste filósofo y crítico defendía en su obra  La poética, ante todo la poesía, idealizaba  la representación de las acciones humanas, y tomaba a la tragedia como una imitación seria y dramática de un gran valor, y ante la cual la narrativa no tenía nada que hacer. También ponía en manifiesto que la obra debía tener una estructura claramente dividida en tres partes: introducción, desarrrollo y final, característica que "Rebelión en la Granja" no cumple diferenciando fundamentalmente las partes, pero sí se desarrolla en un plano cronológico. La crítica aristotélica se interesa excesivamente la Retórica y a la purga de las actitudes incorrectas, y la obra de Orwell está realizada contrariamente a lo establecido por la socieda, y se caracteriza, sobre todo, por la sencillez y la facilidad de su lenguaje. A esta tendencia se vuelve durante el Renacimiento.

   Otro autor griego importante es Longino, que defiende el espíritu, lo sublime, y un estilo entusiasta y elocuente. La obra de Orwell es muy elocuente, y sus propósitos se pueden ver claramente sin esforzarse, además también existe un fuerte aspecto relativo a la sublimidad en esta obra, pues se aprecia un fuerte temor ante la Segunda Guerra Mundial al igual que provocaría la Revolución Rusa en su momento, y  los horrores que ésta ha provocado en Inglaterra, ante lo que muestra un pánico y una impotencia terribles. En cuanto al estilo, Longino defiende "decoro" en cuanto a representación y relación de superioridad o inferioridad de los personaje, además de que también aboga por el verso. Orwell, hace todo lo contrario en su obra, pues la especie animal se iguala a la humana, aunque sí que es cierto que se establecen unas fuertes diferencias de subordinación y supremacía entre los mismos animales; tampoco Orwell en "Rebelión en la Granja" opta por el verso, sino por la prosa y sobre todo, por un género literario destacado en la modernidad como es la fábula.Como Longino, Orwell piensa que su obra está escrita para "para enseñar y deleitar", es decir, para ver si se podía mejorar un poquito la situación de después de la guerra y también si era posible,  por que no, deleitar y entretener a sus lectores. También Orwell, respetaba el aspecto que fundamentaba Longino en cuanto a que una obra no debía ser la realidad exacta, sino una copia de la realidad tratada por diferentes medios, como en este caso la alegoría.

    Según la crítica de la Edad Media, una crítica por cierto muy interesente, Orwell debe ceñirse a la versificación, a la Retórica, y a la gramática, lo cual Orwell respeta en algunos casos, pues su lenguaje es elocuente, correcto y cuidado, aunque bastante claro y sencillo, nada de recargado. Los teólogos eclesiásticos que dominaban la crítica, decían que la literatura era el complemento de la filosofía y la teología. La crítica medieval se aleja un poco del clasicismo, se empieza a preocupar un poco no por lo establecido, sino por los intereses de cada situación  o momento. Los teólogos sentían interés por la creación artística, y las materias científicas e ideológicas, así que Orwell iba a ser muy afortunado gracias a ellos. Empieza a fraguarse el lenguaje figurado, los ornamentos, y se altera la estructura de la obra, y como hemos dicho anteriormente, Orwell basa su  obra en la alegoría  una gran figura literaria, aunque no en el plano ornamental; y también aclaré que la obra de Orwell no se ceñía exactamente a los cánones de estructuración de la obra clásica.
    San Agustín, un crítico y escritor medieval, condenaba a los poetas pues dibujaban a los dioses como seres viciosos, y se decantaba más que nada por la prosa, como nuestro querido autor inglés Orwell, aunque no por las mismas razones, sino por su propio interés. La obra de San Agustín ha contribuído a convertir la literatura del momento, hasta la modernidad, en un movimiento cultural de base moral y religiosa, y la obra de Orwell respeta por una parte la moral y la cultural común (herencia tradicional) de las gentes, pero no es un autor que en sus obras se refiera a Dios o a lo Divino. San Agustín dejó claro que los puntos morales y  literario que había impuestos no se debían alterar, y sí cumplir. San Agustín fue seguido por Isidoro de Sevilla. Pero la crítica de San Agustín se ve truncada con la aparición casi a finales de la Edad Media de la Divina Comedia de Dante. Empiezan los problemas de la aceptación de las lenguas vernáculas, a lo que Orwell apoya con algunos de sus ensayos. La Divina Comedia de Dante respeta el decoro, y la copia de la realidad, pero discute acerca del estilo, la versificación, y los dialectos que debían de ser respetados, es decir, que se aproxima poco a poco, a las obras modernas, entre ellas la de Orwell. Por su parte Boccaccio, parecía no querer evolucionar, pues defendía la poesía en su obra Genealogia Deorum Gentilium, que es una obra muy importante para los estudiantes de crítica literaria.
 

   Según las críticas renacentistas, la obra de Orwell es perfecta, pues es independiente de la religión , y defiende los ideales humanísticos. Una de las principales ideas del Renacimiento es la de "verosimilitud", que es el objeto de la difusión de todos los géneros literarios, de la poesía y el drama, sobre todo, pero también de la épica. Se vuelven a retomar las ideas del clasicismo, aunque se sigue discutiendo sobre la división de las partes de la novela. Se vuelven a instaurar las tendencias, de Platón y Aristóteles, con el Humanismo, y se le aporta mucho lanzamiento al Racinalismo. La crítica italiana es la que destaca durante el siglo XVI y entre sus críticos, Minturno, Scaliger, Castelvetro;  y durante el siglo diecisiete, la más representativa es la francesa. En la crítica francesa, se refiere a la lengua francesa y a su literatura como el conjunto de los pueblos que han vivido en Francia, desde el clasicismo, hasta ese mismo momento, y por eso se debe respetar la variedad en las lenguas, idea que respeta Orwell en muchos de sus ensayos. La crítica francesa está en la misma dirección que el clasicismo, y existe una cristalización racional de la crítica teórica, y se llega por fin, a la codificación de los principios de la estructura de la obra literaria. Los principales críticos frances fueron Chapelain, Corneille, Rapin, Le Bossu, Boileau.
 

         Durante el Renacimiento inglés, se defiende la Retórica y la dicción, y estas ideas fueron apoyadas por los lingüistas Caxton, Leonard Cox y Thomas Wilson. Orwell no está demasiado de acuerdo con el hecho de utilizar el lenguaje para convencer a la gente sin tener razón, por eso acusa a la Retórica, y dice que hay que mostrar la realidad a la gente tal y como es. Con el libro Governour de Thomas Elyot, éste deja claro que la lengua inglesa es un vehículo de transmisión, y está en contra del humanismo y todo aquello que trate de defender la variedad de las lenguas. Los ingleses tenían debilidad por el vocabulario de todos los planos de la lengua, y sobre todo, del procedente del latín y el griego. Se respetaron demasiado términos como el decoro, la imitiación, y la versificación. Los versos ingleses respetaban el ritmo de los versos, y se respetan las formas clásicas de los versos, medidos por el hexámetro, al contrario Orwell hubiera sido criticado pues se decantaba por la sencillez del lenguaje, y por otro género literario, como era la narrativa. Con el surgimiento de la tragicomedia de Shakespeare, se pone de nuevo en tela de juicio, el problema de los géneros literarios. Se establece una crítica muy puritana que tiende a defender los diversos tipos de poesía y a criticar los restantes géneros literarios. Fueron importantes los principios y expresiones críticas de Bacon y Jonson. Jonson defendía el sentido común, un punto muy relevante en la temática de Orwell y que nos dirige hacia el Neoclasicismo.

    El mayor crítico inglés de la Restauración, fue Dryden, un escritor de muchos prefacios y ensayos, entre ellos el de la Poesía Dramática. Este ensayo, parece como una especie de "teatrillo" escrito en diálogo, con mucha fuerza y sencillez, y sin importarle cuál fuera el género, si era moderno o antiguo, y si los principios empleados pertenecían a dramatistas ingleses o franceses, es decir, que lo que quería era la variedad, la mezcla, todo era posible, para la creación. Se respetan, en cambio, las ideas del ritmo, de la tragicomedia, y aunque parezca mentira con lo mencionado antes, se busca la unidad dentro de sí mismo de cada uno de los géneros literarios. Otros críticos de la Restauración fueron: Robert Howard, Thomas Rymer, William Temple, Mulgrave, etc.

    En cuanto a las tendencias del siglo XVIII, Pope fue el primer poeta de su generación, y el crítico más importante, con las traducciones que hace de Homer, una edición de Shakespeare, además de sus múltiples ensayos sobre crítica literaria. En sus trabajos Pope defiende las ideas del Neo-clasicismo, respeta la naturaleza de las cosas y las raíces, al igual que nuestro George Orwell en todas sus obras; señala las causas de una mala crítica, describe la buena crítica, etc.
Addison, también escribió buenas obras de crítica literaria, sobre la tragedia, y otras composiciones populares, defendiendo la imaginación y el entusiamo del escritor,  la teoría estética, y algunos conceptos neo-clásicos como los géneros, las reglas, la imitación. La crítica texutal se hace más que nada científica, pero Samuel Johnson opta por recurrir al orden antiguo. Hay que decir que Johnson estimula la ortodoxia ante todo, y Orwell critica en todas sus obras la ortodoxia política.
 

      En la época romántica temprana, los críticos más destacados fueron Joseph Warton que creía que Pope no debería estar en la lista de los mejores poetas por no tener demasiada imaginación, Thomas Warton, que enfatiza la cualidad emocional de Pope; Young, que habla de la independencia de unos autores con respecto a otros, característica de la que será muy partícipe Orwell que escribe por sus propios intereses; Hurd, defiende las formas y el diseño de la literatura gótica, y los poetas italianos, y critica a los agustinos. Otros críticos fueron  John Hughes, John  Dennis, Henry Fielding, Burke, Goldsmith, Kames, Joshua Reynolds.
    En la  rómantica, destacaría a Wordsworth y Coleridge, que escribieron baladas líricas, comprendidas por la variedad de géneros, en su citado movimiento romántico. Wordsworth, como Orwell, le sigue dando importancia a la cultura popular, y dice que cualquier situación cotidiana forma parte del lenguaje. Wordsworth piensa que es importante la tradición poética de la era anterior, y fomenta el uso de la personificación ( un recurso que Orwell emplea muchas veces en la obra que analizamos). Afirma que no debe haber diferenciasw entre el lenguaje de la prosa y la composición métrica. Wordsworth hace referencia a la poética como medio de expresión de los sentimientos, pero Orwell también transmite sentimientos por medio de la prosa.
    Coleridge fue el más grande de todos los críticos. Escribió una biografía literaria, mezcla de autobiografía y de crítica. También escribió baladas líricas, que advierte debían ser dirigidas a personas de carácter por encima de lo natural  o romántico; la naturaleza no es suficiente, según él, para vencer a las sombras de la imaginación del autor, y esta imaginación es la que crea la literatura.
    Mientras que Wordsworth, piensa que las costumbres y los hechos diarios, son análogos al concepto de supernatural o romántico, y esto es lo que crea, y no otra cosa, la literatura. Orwell, en este caso estaría más de acuerdo con Wordsworth que con Colleridge, pues creía en la cultura común y en la herencia tradicional. Estos puntos románticos de Wordsworth y Colleridge son dejados claros en la obra The Rime of the Ancient Mariner de Coleridge y Lucy Gray de Wordsworth. Ambos no estaban de acuerdo con los principios de métrica y dicción poética. Coleridge expone que la naturaleza de la belleza reside en las condiciones de su existencia. Para él, lo que crea la literatura es la imaginación y no la vida rústica. El romanticismo inglés de Coleridge encontró algunos recursos considerables en los que apoyarse, en la filosofía, en la estética, y  en la literatura romántica alemana. Otros críticos importantes de la primera mitad del siglo XIX fueron, Lamb, Hazlitt, Leigh Hunt. Lamb era entusiasta, excéntrico, caprichoso, y desorganizado; mostró buen gusto y gran originalidad de pensamiento. Hazlitt se destaca por muchas frases y juicios felices; también por tener un espíritu contagioso. Hunt era el crítico más leíble y católico. Shelley lleva a cabo una apología abstracta del teatro del Renacimiento. Otros críticos de este período son: William Blake, Cardinal Newman, Landor, Henry Hallam, Macaulay, Carlyle.
 

         En la segunda mitad del siglo XIX, destaca el movimiento del realismo y entre los críticos más conocidos Arnold y Pater. Arnold fue el crítico principal de esta segunda mitad de siglo. Para él, la mejor crítica de la obra literaria es aquella en la que la obra más se asemeja a la realidad; las obras de Orwell estaban todas siempre basadas en la realidad, pero en muchas de ellas emplea la fantasía, y las figuras literarias. Continua Arnold la tradición mimética clásica, en la cual lo que prima es la búsqueda de la verdad en la obra. Basaba su obra en los stándars literarios para fomentar un estilo perfecto, pero siempre subordinado al método histórico. Sus obras más importantes o ensayos críticos son The Function of Criticism, The Study of Poetry, y On Translating Homer. En esta época continua la tendencia del  Realismo y el Romanticismo, pero gana campo el Expresionismo. Surge el Naturalismo, como reacción al Clasicismo y al Romanticismo. También surge la crítica Histórica parecida a la realista, aunque ésta tardó dos siglos en forjarse, y se muestra en los escritos de Taine. El Impresionismo surge del romanticismo gracias a Walter Pate. Se ponen en tela de juicios aspectos, como el papel de la moral, el lugar de la imaginación, los problemas del estilo, y surge un nuevo género, la novela. En esta época, no existen verdaderas escuelas de crítica y se empiezan a aplicar los métodos impresionistas. Un hecho muy importante es la aparición de lo cómico en la literatura, pero la obra de Orwell no es especialmente humorística, aunque ante todo, "Rebelión en la Granja" es satírica.

       Destacan las figuras de Thackeray entre los ingleses humoristas, Stuart Mill como poeta naturalista,  Bahegot como poeta grotesco y ornamental, Meredith como espíritu cómico.
N.H. Abrams, dice que una obra literaria se debe basar en la teoría mimética, es decir en la imitación, debe ser expresiva y objetiva, es decir, mostrarnos la realidad tal y como es, pero ante todo deber ser pragmática, es decir, debe ser cierta, pero lo que ocurre en ella, debe ser ante todo útil, a estas ideas se adapta perfectamente la obra de Orwell. De nuevo, se le vuelve a aporta mucha importancia a la imaginación, y por tanto, a las imágenes y los símbolos literarios, o a la forma de la obra literaria, en sí. Esta tendencia a darle tanta importante al término de la mente, ocurre porque aproximadamente por estos años, está ocurriendo el gran "boom" de la psicología. Entonces, interesan los términos como los arquetipos, los cánones , y los mitos en cuanto a imágenes establecidas como modelos que deben ser imitadas para tener éxito.

           El romanticismo del siglo XIX, da importancia a la individualidad del escritor, a la historia corta, y al sentimentalismo (un plano al cual se releva a la literatura por esta época), pues ante todo, domina la ciencia. Después de la guerra Civil, en la crítica realista destacan Henry James y  DeWilliam Dean Howells, que se decanta por la ficción y  la novela, además de tener un sentido psicológico y mental (tendencia semejante a la de Orwell). La tendencia pragmática se rige por la utilidad, surge para cerrar el siglo, y se rige ante todo, por términos como la "audiencia", pues da igual que un aspecto sea verdadero o falso, si éste no es útil. En esta tendencia destaca Zola, y los marxistas. En la tendencia naturalista, también destaca la figura de Henry James. En esta época se empiezan a construir las historias de la literatura de la mayoría de los países europeos, y por tanto, empiezan los nacionalismos, que nos llevan a consecuencias tan desagradables como ambas guerras mundiales.

          En el siglo XX, se mantienen la mayoría de las tendencias críticas, pero surges otras innovadoras. Entre las que ya existían se encuentran, la impresionista, que enfatiza cómo una obra de arte se puede convertir en un conjunto de pinceladas, cada un de ellas con un matiz diferente, como la obras de Orwell que según las tendencias políticas de quien las lea, puede la obra tener un sentido u otro para esta persona. La histórica, que examina la obra de arte, estudiando los orígenes históricos y los hechos de la época y la vida del autor, y "Rebelión en la Granja", que nos recrea la historia del mundo de este siglo pasado, y además nos explica los orígenes de la Segunda Guerra Mundial. La textual de nueva creación, de tendencias parecidas al estructuralismo, y totalmente contraria a la deconstructivista (que debe desmontar la realidad para entender el porqué el autor construye la realidad de un determinado modo, dependiendo de unos factores muy diversos),que trata de reconstruir la versión original de una obra literaria. La formal también de nueva creación, que analiza una obra literaria dependiendo de los factores base de la correspondiente, como puede ser el género literario. Esta tendencia, no triunfaría a la hora de analizar la obra de Orwell, puesto que este autor no consta en sus obras de unas características demasiado claras, pues Orwell es partícipe de la diversidad y la pureza en todos los niveles, tanto en la lengua, como en la cultura.
La judicial de creación cercana , que opina acerca de una obra según si ésta cumple o no, unos "standards" del lenguaje definidos, y Orwell emplea una especie de lenguaje encasillado entre el periodístico, el histórico y el literario. La analítica, que estudia la naturaleza de la obra basándose en un detallado análisis de cada una de las partes de ésta y de cómo esta organizada; como ya he aclarado anteriormente, la obra de Orwell es cronológica, pero no se corresponde con una estructura definida, de encabezamiento, nudo y desenlace. La moral creada en los último años, que estudia la obra de acuerdo con lo que se encuentre en ella, disponible referente a la vida y los sentimientos humanos; es obvio que Orwell basa la obra que estoy tratando, tiene una finalidad ante todo, humana y esto, se aprecia claramente, en todos los niveles (moral, cultural e ideológica).
Y por último, la tendencia mítica ya existente, que estudia la naturaleza y el significado de los arquetipos o patrones, en la obra; el elegir esta forma de estudio de la obra, sería muy laborioso, pues hay que decir que "Rebelión en la Granja" está basada totalmente en una serie de figuras literarias establecidas o arquetipos, como ante todo la alegoría, que trata de decirnos todo lo contrario de lo que nos quiere decir, mezclada con una posible personificación, aunque esta figura literaria no es arquetípica.
 

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A Handbook  of Literature, Holman.