El principio del camino...




Cuando empecé el curso, no sabía a que atenerme con respecto a esta asignatura. No sabía nada de nada, ni siquiera el profesor. Del hipertexto creía saber que era una estructura supratextual, me sonaba de las clases de valenciano del instituto. Ahora, cuatro meses después me pregunto cuánto se; Y me contesto, que en el fondo, no mucho más de lo que sabía cuando empecé. Probablemente ahora se que se poco porque he podido vislumbrar un mundo infinito tras los signos de “mayor que” y “menor que”. Digamos que no se menos: soy consciente de mi desconocimiento, como diría aquel... Pero en el fondo algo si que he aprendido. Algo que me ha servido para ver las capacidades comunicativas de un medio que hasta ahora se reducían al inútil Messenger. Creo que es útil, no, necesario, que nosotros, ya no como periodistas sino como seres inteligentes, podamos llegar al menos a conocer los principios básicos de sus herramientas. Supongo y espero, aunque sea mal de muchos, que las reacciones frente a los primeros libros serían semejantes. “Esto está atrasado, dirían unos, me lo ha dicho un primo mío que trabaja en Maguncia. Los códices si que son modernos”. Siglos después creo que nadie discute la importancia de los libros. Con esto quiero decir que ante nosotros se está abriendo una era nueva que traerá cambios para el hombre. De qué tipo, no os puedo contestar. Pero lo cierto es que no podemos cerrarnos al futuro-presente. Debemos aprovecharlo y evolucionar con el. Y en eso, el hipertexto ha supuesto mi primer paso. Espero que no sea tan falso como el primer paso de la Luna, que al menos este tenga un trasfondo más allá que unos platós de televisión. Pero la tarea que emprendemos no es fácil. Requiere horas tras la pantalla fulgurante de un ordenador, buscando por mares más peligrosos que el Caribe en busca de una información útil. Este es sólo el principio del camino. Algunos, se irán perdiendo por el camino. Otros erraran en su elección y de su paso sólo quedará polvo. Pocos llegaran al final. Por si acaso, empezaré a economizar energías.