Creo, que si algo llama la atención en sus obras son sus personajes. Como hemos podido comprobar, estos se repiten a lo largo de sus novelas. Es como si tuviera una plantilla. Abundan los jóvenes excesivamente tímidos, solitarios, incomprendidos, inseguros e inexpertos. "Declarados a menudo no aptos para el difícil arte de vivir". La mayor parte de las veces influye notablemente una madre absorbente, pero esto no basta, es la actitud de cada individuo la que provoca esos "traumas". También aparece en diversas ocasiones el científico insensible, inhumano y a veces pervertido que vive por y para su trabajo. Las jovencitas "facilonas", dolidas y resignadas a entregarse a aventuras esporádicas. Las típicas ricas anfitrionas, "simplonas", que solo poseen eso, dinero. El cínico racionalista de lengua viperina que lo analiza todo... Y así, toda una familia de personajes curiosísimos, con algunos de los cuales se identifica el autor muchas veces.
Como hemos visto, Huxley insiste en los aspectos más lamentables del ser humano. Predica el amor, pero no da ejemplos entre sus novelas y la mayor parte de las veces la sexualidad aparece como algo negativo. Quizá sea un poco exagerado, pero yo creo que se acerca bastante a la realidad, aunque muchos no lo quieran ver.
También hay que destacar que, sobre todo al final de su carrera como escritor, tiene cierta predisposición por una especie de misticismo respaldado por el budismo y la espiritualidad , en general, de Oriente.
Voy a acabar con una frase de Doireann MacDermott que creo que define muy exacta y brevemente la situación de Aldous Huxley: "Filósofo sin filosofía, era también santo sin religión".