La ciudad tiene un
clima moderado, bajo fuerte influencia del Océano Atlántico al
oeste y los vientos que proviene de él. Los inviernos suelen ser
fríos, pero no extremos, aunque temperaturas bajo cero son muy
frecuentes. Suele nevar dos o tres días al año. Los veranos son
calurosos con temperaturas alrededor de los 25 grados Celsius,
pero tampoco extremos, salvo alguna ola de calor. Lo que sucede
es que se trata de un clima extremadamente húmedo por lo que 25
grados pueden resultar muy agobiantes.
Aunque la ciudad sufre muchos días lluviosos,
no recibe más de 760 mm de precipitaciones al año y casi siempre
se trata de chubascos muy moderados. Esto es porque el tiempo es
muy inestable y en un mismo día se pueden dar todas las
posibilidades: sol, lluvia, nubes, granizo, etc.