Los inviernos son muy fríos, con temperaturas medias en torno a los 0 °C y frecuentes heladas y nevadas, con récords de -25 °C. Los veranos son suaves y húmedos, las temperaturas, si bien no son cálidas, pueden superar los 35 °C en algunas ocasiones. El otoño y la primavera son muy variables en cuanto a temperaturas, y con precipitaciones relativamente abundantes.