El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe se ha convertido en un referente mundial de la ciencia interactiva y en uno de los centros más visitados del país, con más de 23 millones de visitantes desde su puesta en marcha en 2000. Su principal objetivo consiste en fomentar la curiosidad y el espíritu crítico, intentando sorprender y divertir al público a través de los contenidos que ofrece en torno al mundo de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente.
La interactividad plena es una de sus señas de identidad, bajo el lema “Prohibido no tocar, no sentir, no pensar”. El vehículo que utiliza el Museo consta de una enorme variedad de exposiciones temporales y animaciones científicas de todo tipo que despiertan la curiosidad acerca de las nuevas tecnologías y los avances de la ciencia, generando un aprendizaje divertido en el que el protagonista es siempre el visitante, que elige dónde ha de ir y lo que quiere saber.
La diversidad de exposiciones interactivas y las numerosas actividades de divulgación que vienen desarrollándose en el Museo han culminado en un importante éxito de público, que sin duda ha respondido calurosamente a la propuesta de divulgar y difundir la ciencia y la tecnología desde la diversión y el entretenimiento, pero sin renunciar al mínimo rigor científico necesario a la hora de abordar los temas que se tratan.
En todas esas actividades de divulgación, la
experiencia en directo sigue siendo la forma más
estimulante y divertida de adquirir conocimiento
científico. Por eso, además de las exposiciones, el
Museo ofrece un completo programa de animación
científica, que fomenta la participación del público
y su colaboración con los monitores.
Algunas de estas animaciones tienen lugar en la zona
expositiva. La intención es posibilitar al visitante
la participación y la realización de preguntas. Los
mensajes científicos que recogen las exposiciones se
explican aquí de una manera más cercana.
Se ofrecen también animaciones en las “aulas
experimentales”. Estas aulas son espacios dedicados
a la realización de talleres y demostraciones más
sistemáticos. En “La Ciencia a Escena”, por ejemplo,
el público puede disfrutar de demostraciones
experimentales espectaculares, participativas y
divertidas para aprender principios científicos
básicos.
Además de la oferta diaria de animaciones
científicas, a lo largo del año se ofrecen programas
de actividades complementarias: observaciones
astronómicas, charlas y conferencias relacionadas
con la ciencia y la cultura, cursos especiales para
profesores, colaboración con docentes
universitarios, etc.
Además, durante estos años el Museo de las Ciencias
se ha convertido en un destacado foro para la
celebración de muy diversos congresos científicos.
Incluso se ha constituído en centro de referencia
internacional al acoger importantes encuentros como
la V Cumbre Euromediterránea, el Congreso
Internacional de Astrofísica “100 Años de
Supernova”, el Encuentro sobre la Desertificación en
la Región Mediterránea, el 57 Congreso Internacional
de Astronáutica, o la 27ª Reunión Plenaria del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático de Naciones Unidas, entre otros. Asimismo,
mantiene una estrecha colaboración, con frecuente
intercambio personal y material, con los principales
museos científicos del mundo.