Guerra y Ejército en la Antigüedad.

Jose Montalbán Aparicio

El Ejército antes de:

        La profesionalización del ejército romano que culminó Mario, es el resultado de la crisis del modelo miliciano. Por tanto, hay que observar la evolución de dicho ejército, atendiendo a las dinámicas de largo espectro, como a las coyunturas.

 

        Como punto de inicio, hay que mencionar los aspectos militares previos a la reforma de Mario. Por ello, hay que mencionar la composición del ejército, es decir, quien lo formaba y como se formaba.

 

        Para hablar de ello hay que remitirse a la “Reforma Serviana”, la cual establece la composición del ejército a partir de una base censitaria; por ello, se realiza un censo con todos los ciudadanos adultos, y de sus propiedades, en  función a sus rentas, la población se dividía en diferentes. Estas a su vez, se dividían en centurias. Cada una de las clases debía aportar armas y soldados o en su defecto el equivalente en moneda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        En el siglo V, Roma estaba amenazada por etruscos, volscos y ecuos, ello provocó múltiples conflictos, amargas derrotas y largos periodos de guerra. Roma pudo mantener esta situación gracias a la introducción del stipendium , la paga de los soldados; los cuales al recibir una soldada podían permanecer más tiempo luchando.

 

        Entrando más a fondo en la composición del ejército, hay que acudir a Polibios, el cual lo describe, aunque su descripción es del Siglo II, es probable que no hubieran grandes modificaciones.

 

        Así pues, el ejército romano continuaba siendo una milicia temporal de base censitaria. Solo podían acudir a la guerra aquellos que pudieran sufragar los gastos bélicos. El Senado decidía anualmente cuantos soldados movilizaba, los cuales estarían bajo en control de magistrados con imperium ; en tiempos de Polibio los cónsules solían dirigir un ejército de dos legiones, mientras que a los pretores, normalmente, sólo controlaban una.

 

        La legión característica estaba formada por 4.200 infantes y 300 hombres a caballo. Los personajes más ricos formaban la caballería ( équites ), situadas en los extremos de la formación. Las 18 centurias ecuestres eran el núcleo de la caballería. El equipamiento que utilizaban era descrito por Polibio como semejante al helenístico. Lucharían en orden cerrado, armados con una lanza y espada, con protecciones: yelmo, coraza y escudo circular.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        La organización de la infantería en la legión responde a dos premisas: en primer lugar, a la propiedad. Los ciudadanos más pobres actuaban como infantería ligera ( velites ); en este grupo también se incluían aquellos que eran excesivamente jóvenes.

 

        El equipo que llevaban los velites eran jabalinas ligeras, espada y escudo redondo. Algunos llevaban cascos y capucha. En general, habría unos 1200 velites en cada legión.

 

        La legión tiene su fuerza gracias a la infantería, la cual conforma una unidad cerrada, con formación compacta, basada en la proximidad de los soldados.

 

        Existen tres líneas de combate: los hastati o primera línea, estaba compuesta por los más jóvenes. Detrás de ellos, se situaban los príncipes , cuya edad se situaba entre los veinticinco y treinta años. Finalmente, tras ellos, se encontraban los triarii , que se reclutaban entre los soldados de mayor edad y con mayor experiencia.

 

        Generalmente, eran 1.200 hastati , 1200 príncipes y 600 triarii . A su vez, cada línea estaba dividida en 10 manípulos (unidad táctica básica), aunque cada manípulo estaba dividido en dos centurias, cada una dirigida por un centurión, al cual le apoyaba un optio (oficial) y un signifer (portaestandarte). La legión carecía de un jefe militar único, pero en su lugar había seis tribunos militares, organizados en parejas.

 

        El reclutamiento de équites y de triarii era limitado, por lo que los reclutas adicionales se dividían equitativamente entre los hastati , príncipes y velites (era el ala , con soldados que normalmente procedían de pueblos latinos). Al entrar en batalla, las legiones formaban el núcleo del ejército, mientras que las alae se disponían en los lados.

 

        Cada legión contaría con 4.200 soldados de infantería, distribuidos en 60 centurias (de 60 o 30 hombres cada una, a los que se añadían los velites ) que agrupadas de dos en dos formaban el manípulo, que pasó a ser la unidad táctica (hacia el s IV a.C.).

 

        Los manípulos se colocarían en tres líneas (hastati , príncipes y triarii). Las dos primeras líneas iban armadas con el pilum o arma arrojadiza; los triarii con el hasta, lanza grande no arrojadiza. Asimismo las tres líneas iban armadas con el gladius , espada corta con doble filo y punta, y como armas defensivas llevaban el escudo y el casco.

 

        Los velites iban armados con palos y hondas. Además formaban parte de la legión las siguientes tropas: un cuerpo de caballería legionaria, dividido en 10 escuadrones ( turmae ) de 3 decurias cada uno, totalizando 300 o équites ; los socii, tropas proporcionadas por los pueblos itálicos aliados o sometidos (su infantería sería en número igual al de la infantería legionaria, no forma parte de la legión, se encuadra en alae y se agrupa en cohortes); por último, los auxilia, son tropas no itálicas que apoyan a la legión y suplen el defecto de ésta en armas especiales, de las más conocidas son la caballería númida, los honderos baleares y los arqueros cretenses: mantienen la estructura propia del país de origen y son, en su mayoría, tropas de carácter mercenario. Lo que más destaca en este tipo de ejército, es el hecho de que ninguno de los oficiales del ejército era soldado profesional.

 

        Este tipo de ejército pretende hacer participe a casi toda la población de Roma, en las diversas campañas. El único problema es que este sistema solo es aplicable en un ámbito geográfico reducido. Pero con la ampliación territorial, las distancias aumentaron exponencialmente, lo cual avoco a una difícil situación, debido a los largos periodos fuera de casa que debían afrontar los milicianos.

 

        Por tanto, los efectos de la guerra afectaron directamente a los pequeños y medianos campesinos, integrantes del grueso de las fuerzas ciudadanas. A ello, se añadió la duración de las campañas y la lejanía de las mismas, con evidentes efectos nocivos en las economías familiares y en la configuración social del medio rural.

 

        Además, la efectividad del ejército miliciano valida hasta mediados del s II, puesto que el potencial humano con el que contaba el ejército romano era extraordinario. Por otra parte, otra ventaja con que contaba el ejército miliciano era la disposición de los ciudadanos romanos y sus aliados.

 

        Pero sus problemas eran en primer lugar, el hecho de que no existiese un ejército permanente. Con los problemas que ocasiona tener que formar soldados continuamente, sin olvidar que una vez formados todavía eran inexpertos, lo que ocasionaba muchas derrotas.

 

        Por otra parte, existía el problema de la falta de cuerpos especializados, sobre todo en labores de asedio, ingeniería…

 

        Tampoco hay que olvidar que la lejanía de las campañas implicaba mayor duración de las operaciones: los soldados podían estar fuera de sus hogares durante muchos años. Esto implicaba que los campesinos que formaban parte del ejércitos, eran apartados de sus tierras demasiado tiempo  lo que favorecía que se arruinan.

 

        En esta situación, se produjo un periodo de relativa calma entre el 180 y 155 a.C., lo que produjo un corte en la experiencia de los ejércitos, con lo cual al iniciarse de nuevo los conflictos a mitad del s II a.C., los ejércitos romanos sufrieron numerosas derrota. El resultado sería, finalmente, la sustitución de las milicias ciudadanas a favor de un ejército profesional. Y esta fue la labor que tradicionalmente se ha adjudicado a Cayo Mario.

 

Clase

Propiedad (ases)

Equipo

Iuniores

Seniores

Total

I

100.000

Yelmo, escudo redondo, grebas, coraza, lanza, espada

40

40

80

II

75.000

Yelmo, escudo oblongo, grebas, lanza, espada

10

10

20

III

50.000

Yelmo, escudo oblongo, lanza, espada

10

10

20

IV

25.000

(Escudo oblongo en Tito Libio), lanza, jabalina

10

10

20

V

11.000

Honda, piedras (jabalina)

15

15

30

Supernumerarios:

18 centurias de caballería

2 centurias de ingenieros

2 centurias de músicos

1 centuria de proletarii, capite censi. Ciudadanos que no tenían suficiente propiedad ni siquiera para costearse el equipo más rudimentario. No estaban obligados a servir en el ejército, y sólo se les anotaba para el cómputo total).