TUKAPOHOWAT: Pueden jugarlo entre diez y veinte niños en el agua o en la blanda arena de la playa. Primero forman una "ballena" poniéndose en fila de pie uno tras otro. Luego doblan la cintura, inclinándose hacia delante y agarran las caderas de la persona de delante. El último jugador de la fila (cola de la ballena) repta entonces cuidadosamente sobre la espalda de la ballena hasta el principio de la fila. La siguiente cola de la ballena repta a su vez hasta el nuevo principio, y así hasta que todos los jugadores están otra vez en el orden inicial.
KUHAI: Es una interesante actividad no estructurada en la que grupos de niños y niñas se divierten andando sobre las mitades de cortezas de coco. Las dos mitades de una corteza de coco vaciada se colocan en el suelo. La parte redonda de la corteza mirando hacia arriba y sirviendo como cima del "coco-zanco". Se usa una de las mitades de la corteza para cada pie. Se pasa una cuerda casera a través de un agujero hecho en la parte superior de cada una de las mitades y se asegura en el interior con un nudo. Ponte sobre las cortezas y coge la cuerda por el centro a modo de rienda para sujetarte mientras andas y para ayudar a mantener las cortezas de coco en los pies cuando levantes la pierna para dar un paso. También funcionan bien como zancos, grandes vasos de zumo, latas de conservas comerciales o cubos robustos. Es muy divertido cuando se hace en parejas, con dos personas compartiendo tres zancos, o en trios compartiendo cuatro zancos.
VER VER ALAS LAMA: (Coger cocos). Se marca en el suelo un gran círculo central y cuatro círculos más pequeños fuera de él, a la misma distancia. Se colocan cinco cocos (o pelotas) en el círculo central y un jugador de pie en cada uno de los cuatro círculos exteriores. Cuando el juego comienza, cada uno de los cuatro jugadores intenta meter tres cocos en su círculo. Puedes coger los cocos del círculo central o del círculo de otro jugador, pero sólo puedes llevar un coco cada vez. No se permite que los jugadores escondan sus cocos y, los cocos deben ser llevados (no lanzados ni rodados) a su círculo. Aunque la estructura del juego es competitiva, las reglas provocan un juego de acción contínua que raramente provoca un ganador. Tan pronto como un jugador acumula demasiados cocos, los otros jugadores se los quitan rápidamente para distribuirlos más equitativamente. Al estar pendientes de los otros, en la práctica están colaborando para mantener el juego en funcionamiento hasta que estén demasiado cansados y decidan parar.