1. Orígenes de la danza oriental

La danza oriental o Racks al shark es una de las más antiguas del mundo y sus orígenes son tan inciertos como misteriosos.  Parece  tener su origen en el antiguo Egipto, donde se utilizaba como un ritual a los dioses, se enseñaba a vírgenes a bailar esta danza para prepararlas para la fertilidad. En los antiguos templos egipcios se reservaba a pocas mujeres la suerte de bailar delante de los dioses para implorar sus favores, agradecer sus beneficios y ofrecer dones. Con la invasión árabe los sultanes podían conceder privilegios a aquellas que destacaban en sensualidad y belleza. El harén sería un paso inevitable para algunas mujeres que posteriormente conseguirían regalos y favores inimaginables. Más tarde, con la llegada de los turcos, esta danza se enriquecería con mayor calidad técnica sin perder por ello su magia, su esplendor y su misterio.

Este rito y la propia danza se basa en movimientos ondulantes del vientre, en batidas de cadera y en cimbrear la cintura, la parte del cuerpo más directamente conectada con la fertilidad y prácticamente el eje del cuerpo.                                               

Este arte pasó luego a ser un baile popular de las regiones de Egipto y Turquía, y pronto se propago a los países árabes que la dieron a conocer. Actualmente la mayoría de las mujeres de estos países saben bailar un tipo de danza del vientre popular, pero ninguna se atreve a hacerse profesional ya que esto está muy mal visto entre los musulmanes.                                       

                                          En los países árabes esta danza se conoce como Raks Sharki que significa literalmente Danza Oriental. El nombre Danza del vientre se empieza a utilizar en el siglo XIX por los europeos que viajaron a los países exóticos en busca de nuevas culturas, costumbres y paisajes. Estos viajeros acuñaron este termino sorprendidos por los movimientos de vientre y cadera que no existían en las danzas europeas. Bellydance en inglés, danse du ventre en francés, danza del vientre en español, se llame como se llame mantiene su esencia mística y esa dificultad de movimientos que la hace ser un verdadero arte.

 

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