HISTORIA DE SAGUNTO
castillo de Sagunto

Sagunto, situada en un lugar estratégico desde el punto de vista geográfico, es una ciudad cuya importancia histórica se manifiesta a través de sus más de dos mil años de existencia, así como por la conservación de grandes manifestaciones artísticas y culturales, que se corresponden con las diferentes culturas de los pueblos que en ella se asentaron y perduraron a lo largo de los siglos. Respecto a su fundación, tradicionalmente se han introducido el mito y la leyenda para ennoblecer su origen, particularmente los autores clásicos que de ella han tratado.

Debemos remontarnos a la Edad del Bronce para tener un conocimiento fehaciente de las gentes que habitaban la zona montañosa que rodea la ciudad –yacimientos del Pic dels Corbs, Aixeve, Picaio, L’Abardeta- con una cronología probada en alguno de los casos de 1.500 años a.C.


vista de Sagunto

Durante el siglo II a.C., el equilibrio de fuerzas en el Mediterráneo entre dos potencias, Roma y Cartago, se plasmará en la península ibérica en el Tratado del Ebro –226 a.C.-, por el que dicho río servía de límite de sus respectivas conquistas, aunque para Sagunto –situada en zona de dominio púnico- no estaba asegurada la independencia, pese a ser ciudad aliada de Roma, siendo destruida unos años más tarde –219 a.C.- por el caudillo cartaginés Aníbal, después de un duro y prologado asedio de ocho meses, en los que la ciudad escribió una página gloriosa de la historia de España por el arrojo y heroísmo con el que se enfrentó al invasor, hito que perdurará a lo largo de los siglos. La conquista de la ciudad saguntina será el detonante de la segunda guerra púnica entre Roma y Cartago.


En el año 214 a.C., la ciudad es conquistada por Cneo y Publio Escipión y restaurada por Publio Cornelio Escipión, hijo y sobrino de los anteriores, comenzando un proceso de reconstrucción y esplendor bajo la protección de Roma –romanización-, lo que conllevará a un desarrollo económico y artístico de la ciudad y de su zona de influencia, obteniendo sus habitantes incluso el derecho de ciudadanía romana. Desde el punto de vista artístico, este resurgimiento se plasmará en la erección del teatro y circo romanos, así como otros monumentos civiles y religiosos, extendiéndose la ciudad por el valle.


teatro de sagunto


Durante los siglos V y VII, Sagunto sufre la invasión de los pueblos bárbaros –alanos, vándalos, godos y bizantinos-, aunque aún durante la época visigótica (VI – VII), Sagunto continua presente en las acuñaciones monetarias de Gundemaro y Sisebuto, como plaza emisora durante la ocupación bizantina de las costas valencianas.

Por el siglo VIII cae bajo el dominio árabe. A partir de esta época es cuando el topónimo “Saguntum” cambia a “Morbyter” y otras variantes, y más tarde se denominará “Murviedro” en castellano y “Murvedre” o “Molvedre” en valenciano, denominaciones derivadas de los “muri veretes” de la Edad Media. La dominación islámica traerá consigo una vida floreciente en la agricultura, alfarería y relaciones comerciales, construyéndose baños, palacios, mezquita y escuelas.

En la conquista cristiana llevada a cabo por Jaime I en el primer tercio del siglo XII, aunque no se conoce la fecha exacta, hay bastantes alusiones a Murviedro en la Crónica del rey conquistador, construyéndose a partir de entonces las nuevas iglesias cristianas del Salvador y, más tarde, Santa María –en el lugar que ocupaba la mezquita-, repoblando la villa con gentes que le acompañaban en la conquista. Durante la época foral coexistirán en la villa diversas etnias y religiones –judíos, cristianos, moros-, aunque con fricciones derivadas en parte de su distinto credo y raza.

calvario


Durante las guerras de las Germanías, y más tarde las de Sucesión y de la Independencia, Sagunto seguirá cobrando protagonismo; estando sitiada en esta última por el mariscal Suchet y defendida la fortaleza heroicamente por el brigadier Andriani, fue tomada a finales de 1811 después de varios intentos fallidos. Cabe destacar la figura del héroe de la independencia D. José Romeu y Parras, guerrillero que fue ajusticiado en la plaza del Mercado de Valencia el 12 de junio de 1812, al rechazar el indulto que le ofrecía José Bonaparte a cambio de que le aceptase como rey. En 1868, el Gobierno Provisional restituyó a Murviedro el glorioso nombre de Sagunto, siendo restaurada la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII en 1874 por el General Martínez Campos, concediéndole el monarca un año después el título de Ciudad a la ya Muy Ilustre y Leal Villa, por haber sido la primera población en reconocerle como rey. El siglo XX significa para la ciudad y comarca saguntinas el despegue económico, tanto en el sector agrícola como en el industrial. Desde el punto de vista agrícola, se produce la introducción de la mecanización en las labores del campo, así como la transformación de los antiguos cultivos, en su mayoría de secano, para dejar paso al cultivo de los agrios, de mayor rentabilidad económica, que será el verdadero motor del desarrollo agrícola.

En el sector industrial, a comienzos de siglo se crea la Compañía Minera de Sierra Menera y, más tarde, la factoría siderúrgica de Altos Hornos, para la producción de acero, asentándose en el Puerto de Sagunto. En los primeros años de la década de los ochenta, a raíz de la reconversión industrial en el sector siderúrgico y el posterior cierre de la fábrica de Altos Hornos del Mediterráneo, base fundamental de su producción industrial, Sagunto es declarada Zona de Preferente Localización Industrial, que supondrá la diversificación de su tejido productivo, en el que destacan los sectores de construcción, químico, metalúrgico, vidrio y alimentación. Actualmente, Sagunto, con sus dos núcleos urbanos, constituye un puntal en el sector económico de la Comunidad Valenciana, y el segundo en cuanto a población de la provincia de Valencia, después de la capital.

Página web del ayuntamiento de Sagunto.