Coliseo
Este anfiteatro, símbolo de la Ciudad Eterna, es donde el pueblo romano se entretenía y se preparaba para la guerra con batallas entre gladiadores, animales salvajes y esclavos
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La construcción del coliseo fue comenzada por Vespasiano en el año 72 d.C, en los terrenos privados de Nerón, la Domus Aurea, y recibió su nombre de la colosal estatua de este emperador que se erguía junto a él.
Conocido en un principio como Anfiteatro Flaviano, por el apellido de Vespasiano, fue inaugurado por su hijo Tito en el año 80 d.C.
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La estructura colosal del recinto, donde tenían lugar los sangrientos combates entre gladiadores y los espectáculos de fieras salvajes, daba cabida a más de 50.000 personas, sentadas en cada uno de los tres niveles dependiendo de su rango. Los espectaculares juegos que se inauguraron en el Coliseo duraron cien dias y cien noches, durante los cuales se sacrificaron unos cinco mil animales. Para conmemorar la victoria sobre los dacios, Trajano celebró unos juegos que duraron 117 dias y durante los cuales 9.000 gladiadores y 10.000 bestias pelearon hasta la muerte. Los luchadores eran profesionales, y si ofrecian un espectáculo suficientemente bueno podían obtener el perdón.
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Por el contrario, no corrian la misma suerte los infelices que eran arojados a la arena; sus cadáveres se pinchaban con hierros candentes para asegurarse de que no fingían estar muertos.
Las paredes exteriores del Coliseo poseen arcos a tres niveles, articulados por columnas con capiteles jónicos (en la base), dóricos y corintios (en la parte superior). Estas paredes estaban cubiertas de travertino, y los pisos superiores contenían estatuas de mármol. El nivel superior, con ventanas y pilastras corintias, soportaba el peso de 240 mástiles. Éstos aguantaban el lienzo que recubría el Coliseo para proteger a los espectadores de las inclemencias del tiempo. Ochenta arcos permitían la entrada y el acomodo de los espectadores en cuestión de minutos.
El solitario interior ofrece al visitante una idea del tamaño del coliseo, además de la oportunidad de recorrer los túneles a través de los cuales eran conducidos los animales y los combatientes. El Coliseo estaba dividido en tre partes: la arena, la cavea y el podium.
La arena contaba, originalmente, con un suelo de madera que se recubría de arena para evitar resbalones,y a su vez, absorver la sangre vertida. También solía llenarse de agua para simular batallas navales. El suelo contenía trampas ocultas que comunicaban pasillos subterráneos, hoy a la vista. Los animales enjaulados eran llevados hasta la arena a través de complicados sistemas de poleas.
La cavea, donde se sentaba los espectadores, se dividía en trs sectores. Los caballeros se sentaban en el nivel más bajo, los ciudadanos acaudalados en el intermedio y el populacho en el más elevado.
El podium, una terraza frente a las gradas, se reservaba para emperadores, senadores y personalidades.
Con la caída del Imperio, el Coliseo fue abandonado y. tras quedar dañado por varios terremotos, se convirtió en una cantera que proporcionaba los materiales necesarios para edificar muchos de los palacios de la ciudad. Este pillaje sólo cesó cuando, a mediados del siglo XVIII, el Papa consagró el lugar como iglesia.
Por aquel entonces se encontraba cubierto de plantas exóticas que habían ido creciendo durante los siglos, cuyas semillas habían transportado animales salvajes, (como cocodrilos, osos, leones, tigres, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, camellos y jirafas) de manera inadvertida desde África y Asia, pero éstas se arrancaron tras la unificación italiana en 1870. Durante la Edad Media, el Coliseo se convirtió en un fuerte ocupado por dos de las familias guerreras: los Frangipani y los Annibaldi. Su reputación como símbolo de Roma, la Ciudad Eterna, se remonta también a esa época. Escribe Beda el Venerable: "Mientras el Coliseo permanezca, permanecerá Roma. Y cuando eso ocurra, el mundo terminará"
En la actualidad, la contaminación y la vibración del tráfico y el metro también ha dañado el monumento.
INFORMACIÓN
- Teléfono: 06 3996 7700
- Precio: 8€ (incluye visita al Palatino)
- Horario: De 9.00 hasta 1 hora antes de anochecer
- Parada de Metro: Colosseo
- Más información: Visitas guiadas (en italiano) cada hora
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