Entrevista con Vannevar Bush

por Núria Navarro Noguera


N.N:

¿Cómo cree que afecta la especialización a la investigación científica?

V.B.:

Hay una enorme montaña de investigaciones científicas que no para de crecer pero, paradójicamente, cada vez está más claro que hoy en día nos estamos quedando atrás debido a nuestra creciente especialización. El investigador se encuentra abrumado por los descubrimientos y conclusiones de miles de compañeros, hasta el punto de no disponer de tiempo para aprehender, y mucho menos de recordar, sus diferentes conclusiones a medida que van viendo la luz. Sin embargo, podemos afirmar también que la especialización resulta cada vez más necesaria para el progreso y, como consecuencia, el esfuerzo de construir puentes entre las distintas disciplinas resulta cada vez más superficial. As We May Think

N.N:

¿No cree que haya ningún modo de hacer fácilmente accesibles las investigaciones?

V.B.:

Para que un archivo resulte útil a la ciencia, ha de estar en continua ampliación, almacenado en algún lugar y, lo que es aún más importante, ha de poder ser consultado. En la actualidad, confeccionamos todo tipo de archivos por medio de la escritura y la fotografía y, en menor grado, por medio de la impresión. Pero también nos ayudamos de las películas cinematográficas, de los discos fonográficos y de los cables magnéticos. Incluso, en el caso de no aparecer nuevos medios para confeccionar archivos, los existentes se encuentran sumidos en un proceso de modificación y expansión. As We May Think

N.N:

¿A qué tipo de medios se refiere?

V.B.:

Al igual que la fotografía seca, la microfotografía aún tiene un largo camino que recorrer. El esquema básico de reducir el tamaño de un archivo, para examinarlo posteriormente mediante proyección en lugar de a simple vista, contiene posibilidades demasiado amplias como para ser ignoradas. La combinación de proyección óptica y reducción fotográfica está produciendo ya algunos resultados en el terreno de los microfilms para fines educativos, y sus potencialidades son altamente sugerentes. Hoy en día, con el microfilm se pueden emplear reducciones de factor lineal de uno a veinte sin que ello afecte a la claridad de la visión cuando en material se amplia de nuevo para examinarlo. Los límites vienen impuestos por el grano de la película, la excelencia en la calidad del sistema óptico y la eficiencia de las fuentes de luz utilizadas. Y todos estos factores están mejorando con gran rapidez. As We May Think

N.N:

¿Podría ahondar un poco más en esta idea?

V.B.:

Pensemos en la posibilidad de alcanzar un factor lineal de uno a cien en el futuro e imaginemos también una película fotográfica del espesor del papel, aunque también se podría usar otra más fina. Incluso bajo tales condiciones, se daría un factor de reducción de diez mil a uno entre el volumen del archivo ordinario en forma de libro y su réplica en microfilm. Toda la Enciclopedia Británica cabría, pues, en el interior de una caja de cerillas, y una biblioteca de un millón de volúmenes podría caber en una esquina de nuestra mesa de escritorio. Aunque, por supuesto, la mera compresión no resultaría suficiente; no necesitamos únicamente confeccionar y almacenar un archivo, sino también ser capaces de consultarlo. As We May Think


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