Carbonia-Iglesias

La provincia de Carbonia-Iglesias es la menos extensa de las de Cerdeña. Está en la parte del sudeste de la isla y limita al este con la provincia de Cagliari y al norte con la provincia de Medio Campidano. Es una provincia recién creada: de hecho, se instituyó a raiz de una ley regional de 2001 que previó una nueva repartición del territorio sardo, elevando el número de provincias de cuatro a ocho. La provincia de Carbonia-Iglesias se extiende por una superficie de 1.495 kilómetros cuadrados (el 6,2% del territorio sardo) y se compone de 23 municipios, entre los cuales hay dos islas: la Isla de San Pedro y la de San Antíoco (que está unida al territorio por un istmo artificial y que es la cuarta en Italia por extensión); ambas forman el archipiélago del Sulcis. La provincia tiene una zona interior con una gran valor paisajístico, ya que cuenta con zonas totalmente vírgenes: de hecho, en esta zona se cuentra el Parque Nacional del Sulcis.

La historia de esta provincia es muy antigua: los primeros asentamientos humanos remontan a 5.000 años atrás. Pero fueron sobre todo los fenicios y los cartagineses quienes prefirieron esta parte de Cerdeña para sus asentamientos. De hecho, fueron estas poblaciones las que descubrieron los ricos yacimientos mineros (plomo, cinc, plata, bario y cobre) presentes en esta zona. Estos yacimientos fueron abundantemente explotados hasta el medievo, cuando fueron abandonándose poco a poco hasta “redescubrirlos” a mitad del XIX siglo, cuando llegó en esta zona dinero, técnicas y mano de obra de todo el mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial, la industria minera de la zona entró en crisis: hoy día, los “restos” de aquel mundo, edificios y maquinarias, a veces todavía en funcionamiento, son testimonio significativo de arqueología industrial.

Gastronomía

Gastronomía

Transportes

Alojamiento

Imágenes

Sitio Web