“RAYOS, TRUENOS Y CICLONES”
(GUIÓN)


Ó—: Hola, queridos amantes de la ciencia. Bienvenidos, una noche más, a ‘La luz de Atenea’, vuestro programa de monográficos científicos de UPVradio. Como todos los martes y jueves estamos con vosotros para acercarnos -juntos- a las ciencias naturales y a la tecnología, unos mundos que nos envuelven en el día a día… Unos mundos que -sin embargo- habitualmente sólo conocemos por encima, tan sólo por sus manifestaciones. Por eso –ya sabéis-: ‘La luz de Atenea’ os propone profundizar de forma amena y didáctica -con un tema diferente en cada programa-en eso que a algunos les parece tan esotérico: la ciencia. La perspectiva científica –amigos- nos complementa, y con ella observamos día a día el mundo con un color diferente... Precisamente el otro día, el físico, divulgador científico y académico de la lengua -José Manuel Sánchez Ron- lo dijo de forma preciosa, muy acertada; dijo: “hay que llevar la ciencia a todos los ámbitos de la sociedad, porque la ciencia nos ayuda a razonar y la razón contribuye a la libertad”. En eso estamos. Bueno: y como no podía ser de otra manera, a nuestro lado tenemos al explorador-guía de nuestras aventuras: el profesor de la politécnica Francisco Rubio. ¿Cómo estás, Francisco?

F—: Pues muy bien, Óscar. Estoy muy animado -con muchas ganas de empezar el programa-... pero a la vez estoy algo ‘preocupado’ por el parte meteorológico.

Ó—: Bueno... Supongo que eso de la ‘preocupación’ es la otra parte de la pregunta que siempre le hago al profesor… En fin, Francisco: ¿cuál es el tema de esta noche? ¿o es que de verdad va a llover?

F—: En realidad -Óscar- llover no va a llover... Lo que va a haber son rayos, truenos, huracanes, ciclones… ¿Qué te parece?
Ó—: Pues me has dejado sin palabras.

F—: En fin: el tema de esta noche se titula 'Rayos, truenos y ciclones'... ¡Espero que eso te deje más tranquilo! Esta noche en 'La luz de Atenea' vamos a analizar el fondo de estos fenómenos atmosféricos: cómo se producen y cómo se manifiestan los fenómenos eléctricos del cielo (los rayos y los truenos) y los vientos huracanados.
Ó—: Pero supongo que el meteosat -al menos en el estudio- nos anuncia anticiclón...

F—: Sí: por el meteosat 'real' no te preocupes: hoy estudiaremos la teoría, no la práctica.

Ó—: Pues lo dicho, amigos: esta noche en 'La luz de Atenea' tenemos 'Rayos, truenos y ciclones'. Mi consejo es que -en casos como éste, de 'alarma roja meteorológica'- permanezcáis atentos al dial de vuestras radios. Yo os aseguro que si seguís la ciencia de los acontecimientos que hoy os vamos a contar, en adelante ya no tendréis que preocuparos por las inclemencias del meteosat... Comenzamos.
-----cambio de banda sonora----
Ó—: Amigos, entre los aspectos más impresionantes que caracterizan una tormenta destacan los rayos y truenos. Los rayos, con su brutales y atronadores ecos sonoros, son parte del inconsciente colectivo, con esa imagen de poder desatado. ¿Quién no imagina a un Beethoven con el puño en alto, maldiciendo a un cielo relampagueante porque no le brinda una nota? Es un simple ejemplo.... Ya cuando los rayos y los truenos son abundantes hablamos de 'tormentas eléctricas'.
F—: Eso es -Óscar-. Hoy nos estudiaremos una de las grandes 'fuerzas' de la naturaleza: la fuerza responsable -entre otras cosas- de haber encendido la chispa de la vida en La Tierra.... De hecho, la energía de los rayos creó la primera materia orgánica.

Ó—: Una fuerza que -al fin y al cabo, amigos- es energía eléctrica. ¿Qué te parece Francisco si nos acercamos de rondón al fenómeno, y hablamos de la electricidad?
F—: Me parece perfecto. ¡Veamos la naturaleza de la corriente eléctrica! Vayamos por pasos. Sabemos que los átomos forman todo el Universo (y también las nubes). Por otra parte -Óscar- el núcleo de cada átomo encierra partículas llamadas protones y neutrones... Y alrededor giran -a increíble velocidad- los electrones...
Ó—: Lo importante -profesor- es advertir que todas estas partículas -además de 'masa'- presentan carga eléctrica. Es el abecé de la física atómica: la carga del núcleo atómico es positiva, y esa nube de electrones es negativa... ¿no?
F—: Exacto: y las cargas positivas compensan a las negativas (es decir, el átomo es 'eléctricamente neutro'). Pero 'la clave' es que -en determinadas circunstancias- el átomo puede adquirir o ceder electrones. Muy importante -Óscar-: esto es un 'ión'.
Ó—: Es lo que sucede, por ejemplo -amigos-, al frotar una varilla de vidrio contra un paño de lana: los átomos del vidrio ceden electrones a los átomos del paño de lana, y la varilla queda cargada positivamente (ya que ha perdido carga negativa)..
F—: ...y a la inversa: los átomos del paño de lana quedan cargados negativamente (debido al exceso de electrones).
Ó—: Conclusión -Francisco-: los átomos de un cuerpo 'captan' los electrones cedidos por los átomos de otro. Es decir: ¡las cargas eléctricas ni se crean ni se destruyen!
F—: Exacto: las cargas sólo se 're-distribuyen'. ¿Y qué tiene esto de los átomos... con las nubes?: pues -simplemente- que este proceso de 'ionización' de átomos sucede -muchas veces- de forma natural... Especialmente durante una tormenta eléctrica.
Ó—: Entonces, para entender porqué 'el cielo desencadena los rayos', lo que tendremos que pensar -profesor- es que un átomo no suele permanecer 'ionizado' mucho tiempo de forma natural... ¿verdad? Es decir: que los iones naturales -que son átomos electrificados- buscan recuperar el equilibrio por todos los medios...
F—: Evidentemente... De hecho, si todas las cargas de los átomos estuvieran perfectamente equilibradas (es decir: si cada electrón estuviera en su lugar) no existiría la electricidad...
Ó—: Por tanto -amigos- lo que entendemos por 'corriente eléctrica' no es más que 'electrones alterados': alterados a través de un material 'conductor' de electricidad... Un material que -¿por qué no?- también puede ser un cielo nuboso...
F—: Exacto: y la base del fenómeno (de la corriente eléctrica) es un concepto simple: la 'diferencia de potencial' que se aplica sobre cualquier material conductor..
Ó—: Pero peligro, amigos: porque en este caso el 'material' son nubes electrificadas... Se han expuesto diversas teorías para explicar que se acumule electricidad en las nubes. Especialmente -Francisco- en las llamadas 'cúmulo-nimbus': unas nubes que se desarrollan con gran verticalidad, ¡y que a veces superan 14 Km de altitud!
F—: ¡La verdad es que son impresionantes! La ciencia cree que estas nubes se originan impulsadas por las corrientes 'ascendentes' de aire... Luego, el vapor de agua se dispersa en la parte más alta y por eso la nube toma la conocida forma de 'yunque'.
Ó—: Si no me equivoco -profesor- las gotas de agua se desprenden del interior de la nube, ¡y se van 'dividiendo' al atravesar la corriente de aire! Es decir: lo básico es entender que en estas gotas se produce una separación de 'carácter eléctrico', ¿no?.
F—: Ni más ni menos. Pero fijémonos en el proceso: las gotas grandes 'se cargan' de electricidad positiva (y van cayendo porque son las más pesadas). Sin embargo, con las gotas pequeñas sucede lo contrario: sus partículas se cargan de electricidad negativa, y forman una especie de 'niebla' en la corriente de aire que asciende...
Ó—: Así que -amigos- ya tenemos ese espacio 'nuboso' cargado eléctricamente: hay una 'diferencia de potencial' entre las gotas superiores -eléctricamente negativas- y las gotas más bajas de la gran nube (cargadas positivamente). ¿Y las gotas siguen disgregándose sin cesar...? Es decir, ¿aumenta el potencial eléctrico de la nube?
F—: Exactamente -Óscar-. Y además, la corriente de aire va acumulando -¡como si fuera un condensador!- la carga positiva y negativa de electricidad. El proceso ocurre -por tanto- en distintos lugares de una misma nube, o en nubes diferentes.
Ó—: Amigos: cuando el potencial eléctrico acumulado es superior a la resistencia que opone el aire (que oscila entre 10.000 y 30.000 voltios) sobreviene la descarga: es decir, se produce el rayo. Estamos en 'La luz de Atenea', en UPVradio, con un tema que esta noche hemos titulado 'Rayos, truenos y ciclones', un monográfico científico ciertamente 'espeluznante'. Ya tenemos descrita la naturaleza eléctrica de los rayos. Recapitulemos: un rayo es una descarga o un 'flujo de electrones' que se produce en moléculas de agua ionizadas, cuando la diferencia de potencial entre 2 puntos es muy grande... ¡Más conceptos Francisco!
F—: Si acaso -Óscar- diremos que esos 2 puntos se llaman 'electrodos' o 'conductores'. Los electrodos -durante una tormenta eléctrica- pueden estar situados de 3 formas: en la misma nube, entre nubes diferentes... o bien entre una nube y la tierra.
Ó—: Es curioso advertir lo 'gráfico' de la jerga que describe el fenómeno: fijaos que la distancia que debe existir entre los electrodos, para que se produzca un rayo, se llama, amigos, 'distancia explosiva'.¿Cómo es, profesor, una descarga espontánea?
F—: Bueno... El proceso es el siguiente: los electrones de menor potencial se dirigen a la zona de mayor potencial. Pensemos que el campo eléctrico les da -a los electrones- energía suficiente para que atraviesen la atmósfera... Durante el trayecto, los electrones chocan y forman más iones. Y fíjate qué curioso: estos 'choques' provocan 'cambios de dirección' en los iones formados...
Ó—: Te refieres que son esas variaciones de la trayectoria de los iones lo que hace que el rayo adquiera esa forma 'arborescente' -¿no?- con ramificaciones escalonadas
F—: Eso es.
Ó—: Hay una cosa curiosa que me ha llamado la atención -Francisco- al revisar la documentación sobre el tema. Y es que en los últimos años, los físicos han podido comprobar que hay dos clases de rayos: rayo 'caliente' y frío. ¿Qué significa esto?
F—: El rayo caliente es una descarga 'de larga duración' (¡dura ¼ de segundo!)... Es, por tanto, un rayo que puede ocasionar incendios, quemaduras ¡e incluso fundir ciertos metales!. En cambio -Óscar- el 'rayo frío' dura microsegundos, y viene acompañado -generalmente- de trueno que retumba mucho...
Ó—: Y uno de los resultados más interesantes de las investigaciones -que 'suena curioso'- es aquel que afirma que el 95% de los rayos parten 'de la Tierra hacia la nube', y que sólo el 5% restante son descargas 'de la nube hacia la Tierra'...
F—: ¡Eso corrobora -por tanto- la teoría! Es decir: el origen del rayo depende de 'dónde' se ubique el punto de menor potencial..: ¡allí es donde se origina la chispa!
Ó—: Después de 'desmenuzar' la naturaleza de los rayos -amigos- sería injusto no dedicar, aunque sea unos minutos, al fenómeno más majestuoso de la música natural: los truenos. A ver: el trueno es el ruido producido por la descarga de un rayo.... ¿Pero por qué lo oímos?
F—: Pues -simplemente- porque los rayos 'calientan' los gases de la atmósfera, y esto hace que 'se expandan'... El resultado es -ni más ni menos- que... 'ondas sonoras'. Digamos que el fenómeno acústico se debe al 'canal de descarga' de los rayos: un conducto gaseoso de -aproximadamente- 10 cm de diámetro.. Es como una 'tuba'.
Ó—: Tengo en mis notas que cuando una corriente eléctrica recorre ese canal -profesor- ¡se produce un calentamiento casi instantáneo del aire, un calentamiento que llega a alcanzar temperaturas de 25.000º C!
F—. Exacto, es asombroso... ¿Y cuál es la consecuencia de este calentamiento, Óscar?: pues que el aire 'se expande' con una velocidad superior a la del sonido -¡a 340 m/s! -... La onda que se produce -por tanto- es muy similar a una 'explosión'.
Ó—: Es apasionante lo que nos cuenta el profesor Francisco Rubio. La ciencia está detrás de los episodios más espeluznantes de nuestro inconsciente -y del del resto de las bestias-. A partir de ahora, cuando veamos un rayo y oigamos un trueno, estoy seguro de que la explicación del fenómeno nos mantendrá la cabeza fría. Eso es: aunqe el corazón huya en estampida. Y para acabar el 1er tema, antes d empezar con los ciclones, ¿qé hay d la tecnología dl famoso pararrayos Francisco?
F—: El pararrayos no es más que una barra metálica terminada en varias 'puntas'. Estos extremos 'favorecen' que las cargas eléctricas de la Tierra 'escapen' hacia el aire.Es decir: el pararrayos 'neutraliza' estas cargas con las de signo opuesto de las nubes
Ó—: Por otra parte -profesor- el pararrayos lo que hace es 'elevar' el punto de potencial terrestre
F—. Exacto. De forma que (si las cargas de las nubes no son muy elevadas) la neutralización eléctrica se realiza de forma lenta...Es decir: ¡el rayo no se produce!
Ó—: Porque si las cargas alcanzan valores muy elevados... la zona que hay entre el pararrayos y la nube se vuelve conductora, y entonces pasan por ella (es el rayo).
F—: Efectivamente... Por eso -Óscar- los pararrayos tienen una conexión 'tan honda' conectada a tierra: para poder 'contrarrestar' los efectos de las descarga violentas... Es decir: el pararrayos tiene una conexión 'enterrada' capaz de soportar -sin deteriorarse mucho- el efecto de la descarga del rayo (de la sobrecarga eléctrica).
Ó—: Finalmente, escuchad amigos unos consejos preventivos sobre rayos: durante una tormenta eléctrica, alejaos todo lo posible de los 'espejos de agua'... (es decir: fuentes, piletas, lagos, etc.). ¿Por qué?: pues porque atraen los rayos.
F—: Un buen refugio es el interior de un automóvil, o bien arrojarse al suelo si estamos en el campo (nunca debajo de un árbol). Por cierto -Óscar-: lo de que 'un rayo nunca cae 2 veces en el mismo sitio' es pura superstición... ¡Absolutamente falso!
Ó—: Por tanto, lo mejor es resguardarse de la lluvia mirando desde el palco de una ventana. Pero -sobre todo- no os perdáis los rayos: un espectáculo sin el cual no existiríamos: al fin y al cabo estas sucesivas descargas crearon -en los orígenes del mundo- las sustancias nitrogenadas que necesitó la vida para surgir en la Tierra. Estamos en 'La luz de Atenea', y hemos dejado atrás rayos, truenos y centellas. En este monográfico, dedicado a los 'espeluznantes' fenómenos atmosféricos', empezamos ya a hablar de 'ciclones': de ciclones y huracanes. ¿Qué son, profesor?
F—: Los ciclones son los fenómenos meteorológicos más temidos en el área de Las Antillas: tienen un efecto 'destructor'. Digamos que un ciclón es una 'enorme' masa de aire -y vapor de agua- que gira alrededor de un área de baja presión...
Ó—: Por tanto son vientos que giran -rápidamente- en torno a un área de baja presión. Podemos hablar -pues- de un 'remolino'... pero de grandes dimensiones.
F—: Exactamente. Los ciclones se clasifican -Óscar- en: 'depresión tropical' (de 61 Km/h), 'tormenta tropical' (de 61 a 117 Km/h), y 'huracán' (más de 117 Km/h).
Ó—: ¿Pero por qué ser forman los ciclones? La ciencia sabe que habitualmente se forman al Oeste de África o cerca de las islas de Cabo Verde...
F—: Sí... Digamos que -en esas zonas, durante el verano- se dan las 'condiciones favorables'. De toda formas...¡la causa de los ciclones no creas que está muy clara!
Ó—: ¿Pero es posible hacer una secuencia d los cambios atmosféricos qe se van dando?
F—: Evidentemente. Lo primero que ocurre cuando se va a producir un ciclón es una 'bajada' de presión...Es decir: se crea un enorme 'vacío' al ascender el aire caliente. Resultado: todo el aire de zonas próximas 'corre' a ocupar ese vacío...Y entonces 'se manifiesta' el ciclón: las corrientes de aire chocan en esa zona de baja presión...
Ó—: ...Chocan las corrientes -profesor- y giran con velocidades de incluso más de 200 Km/h... Amigos: además de la velocidad de giro, hay que precisar que el huracán también tienen una velocidad 'de desplazamiento'. Una velocidad que aunque es de aproximadamente 20 Km/h... ¡puede variar de forma brusca, y aumentar!
F—: Hay que tener en cuenta esto porque -como sabemos- un ser humano camina a una velocidad media de 5 Km/h...Por tanto, ¡es difícil escapar de los' súbitos' ciclones!
Ó—: Y sobre todo, del llamado 'ciclón tropical', Francisco. Los ciclones tropicales o 'huracanes' son los mas destructivos de todos: ya no solo por su violencia, sino por sus largos recorridos... ¿Pueden afectar un área muy extensa, verdad?
F—: En efecto. El ciclón tropical (o 'tormenta tropical') puede tener de 300 a 1000 Km. de diámetro... Por otra parte, existe el llamado 'centro del ciclón' -o 'vortice', y el vortice puede tener un diámetro de 8 a 50 Km de longitud...
Ó—: Se suele decir qe en este lugar -en el centro del ciclón- reina una calma absoluta, pero alrededor del vórtice ¡digamos que hay un auténtico 'anillo' de destrucción!
F—: Exacto. El paso de un ciclón -por tanto- se desarrolla en 3 fases. En la primera fase la tormenta tropical atraviesa cierto territorio y 'escupe' unas ráfagas violentísimas... Después, llega el vortice (u ojo del huracán): de repente -como si fuera un milagro- parece que reina una calma absoluta...¡incluso sale el sol, Óscar!
Ó—: Es decir: da la impresión de que el ciclón ya se haya alejado.Y no es asi, Francisco
F—: En absoluto. Entonces llega la 3ª fase de la tormenta tropical. Y las ultimas ráfagas del ciclón son tan violentas -tan destructoras- como las primeras.
Ó—: Antes -profesor- hemos hablado del movimiento de traslación/desplazamiento del ciclón -unos 20 Km/h- además del de giro.¿Puede preverse qe se acerca un ciclón?
F—: Por suerte, sí... El ciclón viaja a poca velocidad, y casi siempre se traslada en dirección Sudeste-Noroeste... Gracias a eso, los meteorólogos pueden anunciar -con bastante aproximación- cuando llegará el ciclón a un lugar...
Ó—: Es decir, profesor, que sabemos -más o menos- cuáles serán las áreas afectadas, y podemos tomar ciertas precauciones... Una cosa: los ciclones que se forman en las Antillas Menores entran -usualmente- por el Éste' del Mar Caribe, y de aquí afectan a las Antillas Mayores... ¿Es a eso a lo que te refieres con que 'casi siempre' los ciclones siguen la dirección Sudeste-Noreste?
F—: Exactamente... Los ciclones tropicales 'casi siempre' siguen una trayectoria parabólica, y debido a la rotación de la Tierra todos se dirigen hacia el Norte. (Por eso he dicho lo de la dirección 'Sudeste-Noreste').Sin embargo -atención-: algunos ciclones tienen 'trayectoria errática'... Es decir: no siguen la orientación normal.
Ó—: Y una nota, amigos: aunque los ciclones no poseen vientos tan veloces como los del tornado, tienen dimensiones mucho mayores (además de una dirección y una trayectoria mucho más largas). Por tanto, el ciclón es el fenómeno atmosférico más destructivo 'con diferencia'. ¡Y ahora pasemos ya a hablar de los huracanes! El huracán -a diferencia del ciclón- no gira , pero sus latigazos de viento son igual de temibles...En tamaño xej ¡no tienen nada que envidiar a los ciclones Francisco!
F—: ¡En absoluto! Fíjate: un huracán mide -normalmente- entre 8 y 10 Km de alto, y entre 500 y 100 Km. de ancho... A pesar de esto, el tamaño del huracán puede variar mucho: los huracanes más pequeños suelen medir sólo 40 Km de diámetro... pero los más grandes -¡parece increíble!- miden entre 600 y 800 Km.
Ó—: Para completar este contexto inicial de los huracanes, daré unas pinceladas: los huracanes más gigantescos se forman en el Océano Pacífico -con incluso 1700 Km. de diámetro-. El ojo de un huracán -para que os hagáis una idea- mide normalmente entre 25 y 35 Km de diámetro (ahí es nada: casi el radio de cobertura de UPVradio). ¿Pero cuál es el origen físico -atmosférico- de estos gigantes (que de un soplido se llevarían en volandas a nuestros oyentes, profesor)?
F—: (¡Sería catastrófico!) En fin: el huracán es una sencilla 'máquina de vapor' -con aire caliente y húmedo... de combustible-. Funciona así: el sol calienta el océano, y el aire húmedo caliente se expande y empieza a elevarse (cómo un globo aerostático)
Ó—: Y -amigos- el proceso se repite sucesivamente: más aire húmedo reemplaza al aire que ha ascendido, se vuelve a calentar, y vuelve a elevarse... Estamos en UPVradio, en 'La luz de Atenea' -su programa de ciencia-. Esta noche tenemos un monográfico titulado 'Rayos, truenos y ciclones', y -en concreto- ahora estábamos siendo 'arrastrados' por la ciencia brutal de los huracanes... Entonces, Francisco, podemos decir que el proceso de formación de un huracán -en esencia- es igual al d cualqier viento/''brisa'.. sólo qe con unas condiciones atmosféricas 'amplificadas'
F—. Exactamente... Digamos que para que se forme un huracán tienen que darse ciertos 'elementos' atmosféricos particulares de temperatura, viento, humedad... etc.
Ó—: Por ejemplo: ¿qué temperatura necesita el huracán que está naciendo?
F—: Bueno... la temperatura debe ser superior a los 80ºF. A esta temperatura el agua del océano se evapora con mucha rapidez -Óscar- y esto es imprescindible. Es preciso que se evapore agua y se condense vapor (es decir, que se formen nubes). Las nubes liberan la energía que necesita el huracán para generar viento fuerte y lluvia
Ó—: Fijaos, amigos, que en las zonas tropicales la temperatura es normalmente alta, cosa que provoca una nubosidad constante. También has citado 'la humedad' como factor necesario para los huracanes, algo también habitual en los trópicos... ¿no?
F—. Exacto: es preciso que haya mucha humedad porque el huracán utiliza como 'combustible' dicha energía de evaporación... Y en el mar es donde esto ocurre con más facilidad. Por eso, el huracán avanza e incrementa su 'energía' en el mar -mientras que se debilita a medida que va adentrándose en tierra firme...-.
Ó—: ¿Y porque has citado al 'viento' como condición atmosférica necesaria? ¿es porque el viento cálido -sobre la superficie del mar- favorece la evaporación también?
F—: Sí: ése es uno de los motivos. El viento cálido permite que haya mucha evaporación, y que el vapor de agua ascienda 'fácilmente'...
Ó—: Es decir Francisco: se crea esa presión negativa que arrastra al aire en forma de espiral (hacia 'adentro' y hacia 'arriba')... y así el proceso de evaporación continua..
F—: Pero -por otra parte- también es necesario 'viento' en los niveles altos de la atmósfera... Aquí, los vientos tienen que ser débiles para que -¡atención!- la estructura del huracán se mantenga intacta... O sea: para que el proceso continúe.
Ó—: Por tanto, amigos, los huracanes necesitan estos 3 ingredientes: humedad y alta temperatura de evaporación, viento que fije la estructura... ¿Y ya está la receta?
F—: Bueno, nos queda un factor geológico decisivo: un factor que es como el cucharón que sirve para darle vueltas a la 'receta' que tú has dicho. Me refiero a la rotación de La Tierra.. ¡El giro del planeta hace que el huracán se mueva de forma circular!
Ó—: ¡Asombroso, verdad amigos! Digamos que el huracán es un sistema físico inercial que gira y se desplaza como si fuera un gigantesco trompo. Por cierto (ojo): ya que La Tierra rota en sentido contrario a las agujas del reloj, los huracanes giran en este sentido en el hemisferio norte.. y al revés -boca abajo- en el hemisferio sur
F—: Exacto.
Ó—: Si acaso Francisco -ya que entramos en los últimos minutos de programa- vamos a echarle un vistazo ahora al parte meteorológico. A ver si entendemos en qué consiste eso de la temporada de huracanes. ¿Hablamos de atlántico caribeño, no?
F—: Existe un patrón general más o menos 'constante'. La temporada -en el Atlántico caribeño y del Golfo de Méjico- comienza a principios de Junio y llega hasta el 30 de noviembre. Aún así, puede haber huracanes todo el año, salvo en marzo.
Ó—: Supongo que el calentamiento del agua en el verano es el facto decisivo, ¿verdad?
F—: Efectivamente. Por eso -Óscar- los huracanes azotan primero al Golfo de Méjico y al Caribe Occidental: son aguas más tranquilas... y se calientan antes.
Ó—: Pero luego, a medida que avanza el verano, el sol se desplaza a latitudes boreales
F—: Exacto: el sol va hacia el norte, y los huracanes se producen en el norte del Caribe. Después -debido a la rotación terrestre- los huracanes se desplazan hacia el Oeste
Ó—: Y es cuando -amigos- la catástrofe salpica los telediarios. La temporada de huracanes llega -¿a dónde va a llegar?- a la costa Este de EE.UU, y sólo entonces nos enteramos. Sin embargo, esos mismo huracanes ya han arrasado los países caribeños: especialmente Puerto Rico, Cuba, Las Bahamas, etc.
F—: Eso es, Óscar (pero la cosa no se detiene aquí). Los huracanes alcanzan primero la costa de Florida, pero -a medida que avanza el verano- pueden llegar a los estados centrales de EE.UU. La temporada 'huracanada' amenaza a todo el continente...
Ó—: Finalmente, en otoño la temporada de huracanes cesa, ya que el agua del Atlántico comienza a enfriarse. El proceso -amigos- se repetirá el año que viene. Pero una duda Francisco: ¿por qé no existe un ciclo de huracanes en el Pacífico americano?
F—: Muy sencillo: en el Océano Pacífico existe una importante corriente de agua fría llamada 'corriente fría de Humboldt'. La temperatura del agua en el Pacífico casi nunca supera los 80°F... por eso los huracanes no son frecuentes.
Ó—: Sin embargo, existe una excepción en el Atlántico que es capaz de azotar amplios márgenes de América... Estoy seguro que a nuestros oyentes les sonará eso del fenómeno de 'el Niño. Francisco: ¡caray con el niño y sus huracanados berrinches!
F—: En efecto, Óscar. El fenómeno atmosférico de 'El niño' fue debido a una corriente Atlántica ('la corriente de El Niño') que aumentó la temperatura del océano antes de la temporada de huracanes... Sin embargo fue una excepción. Los huracanes se concentran en las zonas del Caribe que hemos señalado, y se desplazan al Norte. En Asia -si acaso- se forman en la costa Este: Japón, Hong Kong, Filipinas... etc.
Ó—: En fin amigos: el tiempo arrasa con lo que encuentra a su paso como si de un huracán se tratase. Hemos llegado al final de este monográfico dedicado a 'Rayos, truenos y ciclones'. Sin embargo, no hay vendaval que pueda apagar la llama de 'La luz de Atenea'. Dentro de unos días volveremos con vosotros. En tanto, ya sabéis: podéis sugerirnos cualquier tema científico o plantearnos vuestras dudas en nuestro buzón electrónico. Apuntad: <luz-rtv@upv.es> En el control de sonido estuvo Raúl Valenciano; en la mesa, el profesor Francisco Rubio, del dpto. de Ingeniería mecánica y materiales del poli; y en este micrófono, servidor: Óscar Delgado. ¡Hasta luego, amigos! F—: ¡Hasta pronto!

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