El BIG BANG: "EL GRAN CAOS INICIAL"

( GUIÓN )

Ó—: Hola amigos y amigas de "La luz de Atenea". Bienvenidos a un nuevo programa monográfico de ciencia. Ya sabéis: como cada martes y cada jueves -a esta hora- UPVradio os trae los mejores y más diversos temas de ciencia... para eso es la radio de la Universidad Politécnica de Valencia. Como siempre, contamos con el profesor del poli Francisco Rubio, nuestro experto divulgador: Francisco es nuestro 'guía' en estas aventuras por el conocimiento...¿Cómo estás, Francisco?

F—: Pues muy bien, muy contento de estar aquí...

Ó—: ¿Y qué tema vamos a iluminar esta noche bajo esta luz, bajo 'La luz de Atenea'?

F—: Hoy -Óscar- vamos a sumergirnos en lo más profundo de la noche de los tiempos: en lo más profundo y más remoto del universo. El tema de esta noche viajará 15.000 millones de años atrás en el calendario... Llegaremos -ni más ni menos- que al momento en que comenzó la historia de la 'realidad' que conocemos. Hoy estudiaremos los claves de la teoría del 'Big Bang' o 'gran explosión del universo'.

Ó—: Entonces esta noche toca conocer los fundamentos -las bases- de esta teoría, la teoría que explica cómo se creó el universo... y cómo empezó a expandirse

F—: Eso es. El título del programa podría ser: 'Big Bang: el gran caos inicial.. Y cómo tú dices, el objetivo es explicar 'las claves' de por qué esta teoría ha tomado cuerpo

Ó—: Ya lo habéis escuchado, amigos. Esta noche, nuestro recorrido se adentrará en el pasado de todas las cosas: en el nacimiento del universo y -en concreto- de la teoría de aquella supuesta 'gran explosión' que hace 15.000 millones de años creó la realidad que conocemos... ¿Fascinante, no? Pues mi consejo esta noche es que os acomodéis donde quiera que estéis y -si podéis- buscad con la mirada el cielo estrellado de donde surgió todo-... La cuestión es dejarse arrastrar hacia el Big Bang a través de 'La luz de Atenea' que ya alumbra vuestro dial... Comenzamos.
----cambio de banda sonora: 12 s----

Ó—: La escena es blanca, infinita. Por todas partes, lo único que hay es una claridad implacable. Es la luz de un universo incandescente, el caos de una materia que aún carece de sentido y de nombre. El comienzo del universo, el origen que nos cuenta la ciencia hace algunos años, es una explosión 'de luz' en la noche de los tiempos: el Big Bang. ¿Pero un 'inicio' no presupone un 'algo' anterior, Francisco?

F—: Al evocar el 'comienzo' del universo, chocamos siempre con el vocabulario. Esto es porque la palabra 'origen' nos indica un acontecimiento que se sitúa en el tiempo... Por ejemplo: nuestro 'origen' personal es el momento en que nuestros padres hicieron el amor y nos concibieron.

Ó—: Claro: hay un 'antes' y un 'después'. Nuestro nacimiento es una fecha inscrita en la historia. Antes del instante de nacer, nosotros aceptamos que el mundo ya existía...Pero en el otro caso -con el universo- hablamos del origen de los orígenes
F—: Ésa es -precisamente- la gran diferencia. El origen del universo no es un suceso semejante a otros... 'Espacio', 'materia' y 'tiempo' son indisociables para la ciencia moderna (y también lo fue para la cosmogonía cristiana). Si hay un origen del universo, también lo es del tiempo. Por tanto -Óscar-... el 'antes' no existe.

Ó—: Has dicho 'si hay origen del universo'... ¿Es que acaso no es seguro?

F—: La ciencia siempre es precavida...El 'gran descubrimiento' es que el universo no es ni inmóvil ni eterno (como se creía el siglo pasado). Hoy sabemos que el universo no ha parado de evolucionar -enrareciéndose, enfriándose y estructurándose-. Y la ciencia actual nos permite reconstruir ese escenario y retroceder en el tiempo.

Ó—: Si no me equivoco -Francisco- la ciencia nos confirma que esta evolución sucede desde hace ya 15 mil millones de años, más o menos. El retrato que los científicos hacen del universo en ese remoto instante es el de un 'caos': el universo está completamente desorganizado, no posee ni galaxias, ni estrellas, ni átomos...

F—: Exacto: sólo un caldo de materia 'informe' a una temperatura de miles de millones de grados... Y eso es lo que usualmente se conoce como 'Big Bang'.

Ó—: Y antes, ¿nada? ¿No hay ningún elemento que nos sitúe en un periodo anterior a ese caos de materia a altas temperaturas? ¿no hay posibilidades de ahondar más en el pasado del universo?

F—: Pues no. Todas las observaciones de la astrofísica se detienen en la misma frontera. ¿El Big Bang es -realmente- el origen de los orígenes? No lo sabemos...

Ó—: Sin embargo, eso es lo que se enseña en las escuelas: 'el universo comienza con una formidable explosión de luz hace 15.000 millones de años'. Bueno, Francisco, y es también lo que repiten los investigadores desde hace algunos años...

F—: Quizás hay un error 'de expresión'... Podríamos hablar de un verdadero 'comienzo' si estuviéramos seguros de que antes de ese acontecimiento no había nada. El problema es que -a esas temperaturas- no podemos aplicar nuestras nociones de tiempo, espacio, energía y temperatura.

Ó—: Es decir: nuestras leyes físicas ya no funcionan, nos hallamos completamente desarmados... Parece -amigos- una coartada de científicos, ¿verdad? Para nosotros todas las historias tuvieron un comienzo...y eso lo presuponemos para el universo.

F—: Hay que desconfiar de las extrapolaciones -Óscar-. Es como la historia del 'reloj de Voltaire': según él, la propia existencia del reloj demostraba la existencia del 'relojero'. Este razonamiento es impecable en nuestra escala, ¿pero es válido para el 'reloj' del universo? Es imposible saber si hubo un 'tiempo' anterior al Big Bang

Ó—: Lo único seguro -amigos- es que -al menos- SÍ somos conscientes de 'este' universo. Se preguntaba Leibniz: "¿Por qué hay algo en lugar de nada?". En fin amigos: es una pregunta meramente filosófica: se escapa a la ciencia Para eludir este quebradero de cabeza, creo debemos definir el Big Bang -mejor- como 'el momento' en que las nociones de espacio y tiempo 'empiezan a ser utilizables'.
F—: Eso es... El Big Bang es -en realidad- nuestro 'horizonte cognoscitivo': nuestro horizonte en el tiempo y en el espacio. Consideramos el Big Bang como el instante 'cero' de nuestra historia... ¡por comodidad, porque que no tenemos más remedio! Pero atención: tampoco concluyamos que el universo no tiene origen.

Ó—: Remarquémoslo en "La luz de Atenea": para simplificar, la ciencia ha fijado que nuestra aventura comienza hace 15 mil millones de años con un caos infinito y sin forma, un caos que luego ya se estructurará.

(HORA) Seguimos desnudando la Teoría del Big Bang. Una cosa, Francisco: a los especialistas les basta una 'abstracción' para imaginar el Big Bang (ésa gran explosión). ¿Pero qué metáfora usamos para nuestros oyentes? ¿Nos vale esa imagen de una bola concentrada de materia? ¿una bola que estalla en un gran resplandor de luz y que 'va llenando' el espacio?

F—: Hay un problema -Óscar-... ¡Ésa representación supone la existencia de 2 espacios! (un primer espacio -lleno de materia y de luz- que habría ido 'invadiendo' un segundo espacio 'vacío' y 'frío'). Pero el Big Bang sólo habla de 1 espacio: un espacio lleno uniformemente de luz y de materia que se expande por todas partes..

Ó—: Difícil de imaginar... Tened en cuenta -amigos- que el modelo del Big Bang supone que cada punto del espacio se aleja de todos los otros. ¿Qué representación visual tenemos -pues- de la explosión?¿Como un globo que se empieza a hinchar?

F—: Podemos recurrir a la imagen de la explosión siempre que aceptemos que las explosiones se produjeron 'en cada punto' de un espacio inmenso (¡quizás infinito!). No hay que asombrarse Óscar: nuestro cerebro se topa con un terreno extraño cuando piensa con las 'escalas dimensionales' del cosmos...

Ó—: Es decir: que en el universo nuestras representaciones tridimensionales habituales 'no encajan'... Y para ver que veamos la dificultad de aceptar un modelo de 'universo en evolución'... hagamos un breve repaso histórico. Amigos, ni más ni menos que durante dos milenios la filosofía aceptó que el universo era eterno y que no cambiaba. Aristóteles lo dijo con claridad: como las estrellas están hechas de una materia imperecedera, los paisajes del cielo son 'inmutables'. Hoy -menos mal, Francisco- gracias a los instrumentos modernos sabemos que esto no es cierto: las estrellas nacen y mueren después de vivir millones de años. ¡¿Pero es que a ningún clásico se le ocurre la idea de que el cielo SÍ que puede cambiar?!

F—: Fue un punto de vista que no triunfó... Sin embargo, filósofos como Lucrecio (romano del siglo I a.C.) pensaban que el universo todavía era 'joven'... Tras observar cómo la tecnología de su época evolucionaba (se perfeccionaba), Lucrecio se preguntó (leo): "¡Si el universo fuera eterno, deberíamos estar viviendo en un mundo que ya no cambia! Ahora bien: en el curso de algunos años he visto muchas mejoras técnicas.. Entonces, ¡el mundo no existe desde siempre!"

Ó—: Bella deducción, amigos... Leyendo entre líneas a Lucrecio -profesor- el universo debía evolucionar con el mundo... ¿Y qué es lo que hoy sabemos (brevemente)?

F—: La cosmología actual -Óscar- confirma 3 postulados: 1) el mundo no ha existido desde siempre; 2) el universo está cambiando; 3) dicho 'cambio' se aprecia en el paso de 'lo menos eficaz' a 'lo más eficaz' (es decir, de lo 'simple' a lo 'complejo').

Ó—: ¿Y en qué descubrimientos se apoya la ciencia moderna?

F—: La ciencia actual trabaja recogiendo 'huellas del pasado del universo'. Para ello, la astrofísica y la astronomía emplean ciertos instrumentos propios... Lo cierto es actualmente podemos 'reconstruir' la historia del universo...

Ó—: 'Reconstruir la historia del cielo'... pero desde el Big Bang. ¿Algo así a como los prehistoriadores reconstruyen el pasado de la humanidad mediante huesos fósiles?

F—: Exactamente... Sólo que la astronomía tiene una ventaja que no tiene la paleontología: mirando el cielo podemos ver 'directamente' el pasado en acción.

Ó—: Me voy a adelantar a sus palabras, porque creo que Francisco se refiere a los desfases producidos al viajar la luz por el espacio... A nuestra escala -amigos- la luz viaja muy rápido: a 300.000 Km/s. Sin embargo (para las inmensas escalas del universo) esta velocidad es irrisoria. Fijaos en los desfases a los que me refiero: la luz tarda un segundo en llegarnos desde la Luna, ocho minutos en llegar desde el Sol... ¡pero tarda cuatro años en recorrer el camino desde la estrella más cercana!

F—: Eso es (por lo tanto, contemplar esa luz -por ejemplo- es mirar 4 años al pasado...). Pero hay más: con nuestros telescopios podemos observar astros mucho más distantes... Por ejemplo, los cuásares -que tienen una luminosidad 10.000 veces mayor que la de toda nuestra galaxia-. Si pensamos que algunos cuásares están situados a 12.000 millones de AÑOS-luz de distancia... ¡Al observarlos, realmente estamos viendo cómo eran hace 12 mil millones de años!

Ó—: Por lo que parece, enfocar con el telescopio hacia una región del universo consiste -pues- en observarlo en un momento de su historia... La luz del cosmos tarda en llegar, y por lo tanto -amigos- el telescopio es una verdadera máquina para 'retroceder en el tiempo'. Los astrofísicos pueden ver el pasado y observar los astros tal y como fueron antaño... Al contrario de los historiadores -Francisco- que por ejemplo... jamás podrán contemplar la Roma antigua 'en movimiento'.

F—: ¡Ni más ni menos! De hecho, hoy vemos la nebulosa Orión tal como era a fines del Imperio romano... Por otra parte, la galaxia de Andrómeda (visible a simple vista) es -en realidad- una 'imagen' celeste de dos millones de años... Es decir, que si los habitantes de Andrómeda mirasen en este momento a nuestro planeta, lo verían con el mismo desfase... ¡Verían la Tierra de los primeros hombres!

Ó—: Entonces -profesor- el cielo que observamos por la noche (los astros, los millares de estrellas, etc) ¿son sólo ilusiones, una superposición de imágenes del pasado?

F—: En sentido estricto -Óscar- nunca observamos el estado 'presente' del mundo. Cuando te miro -por ejemplo- te veo en el estado en que te encontrabas hace una centésima de microsegundo (el tiempo que la luz tarda en llegarme desde tu cara)

Ó—: ...Digamos que los seres humanos no hemos cambiando tanto en una centésima de microsegundo, y más o menos podemos decir lo mismo del Sol (que observamos con ocho minutos de retraso). Sin embargo esta hipótesis ya no vale para astros muy lejanos (por ejemplo los que observamos con 12 mil millones de años de antigüedad). Francisco: ¿significa esto que podríamos ver entonces aún más lejos (es decir, todavía 'más temprano') hasta llegar al famoso horizonte del Big Bang?

F—: Cuanto más se retrocede en el pasado -Óscar- más opaco se vuelve el universo... La luz no nos puede llegar de más allá de un cierto límite. ¿Y cuál es este límite? Se ha descubierto que ese horizonte pertenece a una época en que la temperatura del cosmos es unos de 3000 ºC... Es decir: cuando el cosmos tenía 300.000 años

Ó—: Por tanto, según un reloj convencional -profesor-, mediante telescopios alcanzamos a ver (como muy lejos) un Big Bang con cerca ya de 300.000 años. Pero entonces ¿cuáles son las pruebas del Big Bang?La gran explosión nos parece todavía muy abstracta, Francisco... ¿Seguro que no es un sueño de los científicos?

F—: La teoría del Big Bang (como todas las teorías) se basa tanto en observaciones como en un sistema matemático. En este caso, la teoría de la Relatividad general de Einstein predice los valores numéricos de la teoría de la 'gran explosión'.

Ó—: Es decir: dices que la relatividad ya predijo correctamente el resultado de varias observaciones y que éstas se han confirmado¿Y por eso ya es creíble el Big Bang?

F—: Digamos que la Relatividad es 'una' de las pruebas 'fuertes' en favor del Big Bang.

Ó—: Estamos en 'La luz de Atenea', buceando en un monográfico sobre los misterios de la gran explosión que -supuestamente- dio origen a nuestro universo. Hemos hablado del aparato teórico, profesor. ¿Pero cómo podemos 'describir' el Big Bang si no lo podemos 'ver'?

F—: Realmente sí que podemos 'ver' numerosas manifestaciones del Big Bang... Por ejemplo: en 1930,el astrónomo norteamericano Edwin Hubble comprobó que las galaxias se alejan unas de las otras. Durante la 'expansión del universo', las galaxias se distancian entre sí a velocidades que son proporcionales a su distancia.

Ó—: Digamos que el cosmos se expande como una tarta puesta al horno: a medida que se hincha, las galaxias -como las pasas- se apartan unas de otras...

F—: Eso es... Pero hay algo más: según la Relatividad General de Einstein, esta expansión del cosmos implica un enfriamiento 'progresivo' del universo. Actualmente, la temperatura del universo es de casi 3 grados absolutos... ¿Conclusión?: ¡este 'enfriamiento' dura desde hace 15.000 millones de años...!

Ó—:En fin, reconstruyamos el escenario: rebobinemos esto de la expansión del cosmos. Cuanto más retrocedemos en el tiempo, más se acercan las galaxias (como ha dicho el profesor) y el universo es cada vez más denso, cada vez más caliente...

F— ...Y su luminosidad no cesa de aumentar -Óscar-.

Ó—: Hasta que llega un momento -Francisco-, hace unos 15.000 millones de años, en que la temperatura y la densidad del cosmos alcanzan valores 'gigantescos': eso es lo que hemos convenido en llamar el Big Bang. Continuando con la metáfora: ¿en el Big Bang es como si nuestra tarta al horno fuese una bola de pasta?

F—: Ya dijimos que las comparaciones son engañosas...La metáfora de la tarta de pasas supone que el universo del Big Bang era más pequeño. Pero eso no es seguro (¡en absoluto!).De hecho, el cosmos podría haber sido infinito (y haberlo sido siempre)

Ó—: ¡Un momento! ¿Cómo podemos imaginar un universo 'infinito' desde su origen ... ¡pero que 'empieza a crecer'!?

F—: La palabra 'crecer' -Óscar- no tiene sentido en un espacio 'infinito'. En vez de 'crecer', digamos mejor que el universo 'se enrarece'... Para comprenderlo mejor imaginemos un universo de una sola dimensión...

Ó—: ...¿nos vale por ejemplo una regla, Francisco?

F—: Perfectamente (pero bajo una condición): tenemos que imaginar que la regla es 'graduada' y que se extiende 'infinitamente' a izquierda y derecha. ¿De acuerdo?

Ó—: De acuerdo. ¿Y qué le va a suceder a este universo en forma de regla?

F—: Ahora imaginemos que la regla empieza a 'expandirse', como el universo... ¿Qué significa esto?: pues que cada señal de 1 centímetro de la regla se va 'alejando' de las marcas que tiene a cada lado... Sin embargo, ¡la regla sigue siendo infinita!

Ó—: En resumen: los trazos se irían espaciando (como las galaxias, que se distancian cada vez más), pero la regla -como el universo- seguirá siendo infinita... Bueno, amigos: pues una forma de armonizar 'origen' con un 'espacio' que ya era 'infinito' Pero supongo -Francisco- que además del descubrimiento del movimiento de las galaxias -la expansión del cosmos desde un punto- hay más pruebas del Big Bang.

F—: Hay muchas más... Otra prueba -por ejemplo- es la edad del universo. Y podemos calcular la edad del cosmos de 3 formas: 1) mediante el movimiento de las galaxias (que es progresivo y cada vez más acelerado) ; 2) mediante la edad de las estrellas (analizando su luz); 3) mediante la edad de los átomos.

Ó—: Esto último consiste en medir la proporción de ciertos átomos que se desintegran con el paso tiempo... Pero la idea del Big Bang -Francisco- exige que el universo sea más viejo que las estrellas más antiguas... y que los más antiguos átomos.

F—: Exacto. ¡Pues bien!: con las 3 formas de medir, la edad del universo se aproxima a 15.000 millones de años. Esto refuerza la 'credibilidad' de la teoría del Big Bang.

Ó—: Pero además de todo lo dicho, hay algo muy curioso: los astrofísicos también disponen de 'fósiles' -como lo habéis oído, amigos-. Francisco: los 'fósiles del espacio', que no son conchas ni osamentas (como las que recogen los prehistoriadores) pero que permiten reconstruir el pasado, llegar al Big Bang... Hablamos de ciertos fenómenos físicos que 'perviven' desde el origen del cosmos
F—: Exacto: nos referimos a la 'radiación fósil', que fue una radiación que se emitió en un periodo en que el universo tenía temperaturas de varios miles de grados. Digamos -Óscar- que la 'radiación fósil' es un vestigio de la formidable luz que existía poco después del Big Bang...

Ó—:Una pálida luminosidad que está repartida uniformemente por todo el universo...

F—: Fíjate que esta radiación nos llega con la forma de ondas radio-milimétricas en todas las direcciones del cielo. La 'radiación fósil' es la imagen más antigua del mundo: la imagen del cosmos hace 15 mil millones de años(justo tras el BigBang)

Ó—: Por tanto, afirmamos rotundamente que el espacio entre las estrellas no está 'vacío'... Como poco tenemos esta 'radiación fósil' que nos llega del Big Bang...

F—: Exacto. La luz está formada por partículas llamadas 'fotones' (como 'granos de luz'), y cada centímetro cúbico del cosmos contiene cerca de 400. La mayoría de los fotones viajan desde el origen de universo (el resto lo han emitido las estrellas)

Ó—: Para acabar con esto de la radiación fósil -una prueba más en favor del Big Bang- hay que agregar que el astrofísico George Gamow ya la predijo en 1948: amigos, 17 años antes de que fuese observada en la realidad.
(HORA) Estamos en "La luz de Atenea", y entramos ya en el último tercio de programa ¿La teoría del Big Bang -en general, Francisco- concuerda con lo que hoy se observa?

F—: Efectivamente. De hecho, el telescopio espacial Hubble nos lo ha verificado. Gracias a este telescopio -Óscar- se pudo determinar -por ejemplo- la temperatura de la radiación de una galaxia situada a 12.000 millones de años luz de distancia...

Ó—: ¡12.000 años luz es una distancia espacio- temporal muy cercana a la del Big Bang, hace 15.000 millones de años, Francisco!

F—: ¡Exactamente! Lo sorprendente es que la temperatura que desprendía la 'imagen' de esta galaxia era de 7'6 grados... ¡Precisamente la temperatura que predijo la teoría del Big Bang!

Ó—: El Hubble detecta, pues, 7'6 grados de temperatura en una galaxia de una época muy cercana al Big Bang. La temperatura ha descendido hasta la actual de 2'7 grados, ya que es el tiempo en que la luz llega hasta nosotros desde el pasado (No lo olvidemos: esta galaxia es tan solo una 'imagen' que nos llega del pasado).Amigos: esto prueba irrefutablemente que el universo se enfría. ¡Venga! ¿tenemos más argumentos 'visibles' qe refuercen la teoría del BigBang Francisco?

F—: Sí, por ejemplo los átomos de helio... El helio es -también- una especie de 'fósil': su población relativa en el espacio indica que el universo va cambiando. Hoy, la cantidad de helio que existe indica que -en el pasado- el universo alcanzó una temperatura de -al menos- 10 mil millones de grados. Por tanto: es completamente cierto que el universo se ha enfriado, desde entonces.


Ó—: Pero -amigos- hay 1 prueba indirecta 'básica' sobre la evolución del universo. Tan simple, que sólo tenemos que sacar la cabeza por la ventana para verla: me refiero a 'la oscuridad' del cielo nocturno. ¿Qué tiene que ver esto? Sencillamente pensemos que si las estrellas fueran eternas y no cambiaran nunca -como decía Aristóteles- la cantidad de luz que habrían emitido en un tiempo 'infinito' también sería 'infinita'. ¿Cómo debería ser el cielo, Francisco?: extremadamente luminoso.

F—: ¿Y por qué no lo es? El enigma atormentó durante siglos a los filósofos. Ahora sabemos que el cielo es oscuro porque las estrellas no existieron 'desde siempre'. Además: 15 mil millones de años de evolución tampoco es 'bastante' para llenar de luz el universo...¡Sobre todo -Óscar- si el espacio interestelar no deja de crecer!
Ó—: La oscuridad de la noche -por tanto- prueba suplementaria de la evolución del universo... ¿Y hay más?

F—: La Teoría de la Relatividad (formulada en 1915) también habla de un 'universo cambiante'.
Ó—: Volvemos, pues a la Relatividad de Einstein...

F—: Esta teoría -de hecho- no permite que el universo sea 'estático'... Si Einstein hubiera leído correctamente el mensaje de sus propias ecuaciones, habría podido predecir -con 15 años de antelación- que nuestro universo evoluciona.

Ó—: Por tanto -Francisco- digamos que hoy en día no hay 'nada' que se oponga a la teoría del Big Bang. El Big Bang explica -de manera sencilla- el impresionante conjunto de observaciones que se han realizado... Lo que tú nos has descrito.

F—: Sin embargo, el escenario del Big Bang está lejos aún de ser el definitivo... La teoría tiene -todavía- ciertos 'puntos oscuros'.. Yo creo que el modelo de la 'gran explosión' será modificado -sin duda- y quizás el Big Bang será incluido en un esquema más vasto. Pero lo esencial que hemos descrito -Óscar- debería subsistir.
Ó—: Entonces -como resumen para acabar el programa- recopilemos qué es lo 'esencial' que establece el Big Bang sobre el origen del universo. Por ejemplo, algunas afirmaciones simples: el universo no es estático, y además se enfría y se enrarece.

F—: Pero sobre todo -Óscar- hay el elemento central: la materia se organiza 'progresivamente'. Yo creo que esto es importantísimo. Es decir: las partículas de los tiempos más remotos del universo se asocian en estructuras cada vez más complejas. Tal como adivinó Lucrecio: se pasa de los 'simple' a lo 'complejo, 'de lo menos eficaz a lo más eficaz.
Ó—: Así que, amigos, desde el Big Bang que dio inicio a nuestro universo -un universo que evoluciona- la historia del cosmos es la historia 'de la materia que se organiza'. Una organización que es cada vez más elaborada: hasta llegar a la vida o al ser humano (quién sabe si -en realidad- sólo somos eslabones intermedios de la cadena)... Lo que sí es seguro, es que hemos llegado al final del programa, y que el tema de hoy ha sido un simple eslabón en nuestro recorrido. Dentro de unos días "La luz de Atenea" volverá con otro interesante monográfico. * En el control de sonido estuvo Raúl Valenciano; en la mesa, el profesor Francisco Rubio del departamento de ingeniería mecánica y materiales... Y a este micrófono, servidor, quien os habla: Óscar Delgado. ¡Hasta la próxima...!
F—: ¡Hasta luego, amigos (despedida personal)!


VOLVER A HEMEROTECA

VOLVER A PÁGINA PRINCIPAL