"LOS ORÍGENES DE LA HUMANIDAD: DE LA CUNA AFRICANA A LA ESTEPA"
( GUIÓN )

Ó—: Hola queridos amigos -amantes de la ciencia-. Bienvenidos a la "Luz de Atenea", el programa de divulgación científica de UPVradio, la radio de la Universidad Politécnica de Valencia. Hoy tenemos un programa que no os podéis perder. Por una vez, estoy enterado completamente hasta de los detalles más nimios del tema que trataremos esta noche. Francisco Rubio, nuestro sabio, ha sido condescendiente (por una vez)) y me ha desvelado el misterio que resolveremos esta noche. Ni más ni menos, que el misterio del hombre. Hoy nos enfrentamos con los orígenes de la humanidad, en un capítulo que abordará la evolución humana desde que salimos de África hasta que aparecieron los australopitecus (uno de nuestros antepasados).
Os definiré la importancia de este tema paleontológico y antropológico... con una palabra: CLAVE. ¿Cómo estás Francisco? ¿Coincides con mi opinión?

F—: ¿Qué tal Óscar? Pues sí: digamos que estoy 'en línea' completamente con tus palabras... Los primeros pasos en la evolución del ser humano. El tema de esta noche es 'clave': no sólo para la paleontología y la antropología... ¡el tema también es fundamental para el oyente! Yo les hago una pregunta a los amigos de "La luz de Atenea": ¿cómo habéis estado tanto tiempo caminando sobre la tierra...? ¡sin saber de dónde venís!

Ó—: Lo que el profesor os está cuestionando, amigos, creo yo que es -ni más ni menos- que '¿adónde os dirigís, simples prototipos de homo-sapiens, si no conocéis vuestros orígenes?' Antes de comenzar el programa me gustaría que abarcaseis con vuestra imaginación la magnitud del tema de esta noche: paleontología -principalmente, porque analizamos la evolución del hombre desde el mono-; algo de antropología también -muy sutil, ya que estudiaremos por encima algunos comportamientos típicamente humanos-... pero sobrevolándolo todo, amigos, ¡filosofía! Como lo oís... casi poesía: saber 'de dónde venimos', para saber 'adónde vamos' y 'por dónde pasamos'.

F—: Eso es. Y creo que, además de ciencia, esta noche profundizaremos un poco más en la tarea de 'reconciliarnos con la naturaleza'. Hoy -fíjate- nos acercaremos a la cuna del hombre, donde dimos nuestros primeros 'bostezos' como especie... El título de esta entrega es "De la cuna africana a la estepa", porque llegaremos hasta los 'australopitecus'...
Ó—: Qué bello, ¿verdad amigos? Pues... lo dicho. Preparaos: hoy en UPVradio conoceremos los fascinantes primeros pasos de la humanidad. Y como siempre, un consejo antes de partir: no mováis en ningún momento el dial de vuestra emisora... Os aseguro una cosa: el género homínido se habría ahorrado millones de años de evolución... si hubiese podido escuchar "La luz de Atenea". Amigos primates... no todos los monos fueron tan afortunados. Comenzamos.
----cambio de banda sonora----
Ó—: ¿Por dónde empezar, Francisco? Voy a relatar una pequeña anécdota que los libros de ciencia recuerdan con mofa. Una dama inglesa 'muy respetable', cuando le informaron en 1860 de la teoría de la evolución de un tal... Darwin, exclamó: "si es verdad que el hombre desciende del mono, roguemos que 'eso' no se divulgue". Francisco: yo creo que no le hicieron caso... ¡Parece que 'eso' se ha sabido!
F—: Sí... Por fortuna creo que nadie quiso guardar el 'pudoroso' secreto que tanto espantaba aquella 'homínida' inglesa... En fin , Óscar: ¿cuál es la conclusión? ¡Que a la humanidad siempre le ha costado aceptar el parentesco con el mono! El origen animal del hombre choca con tantas convicciones filosóficas o religiosas... que todavía hoy provoca reticencias.

Ó—: Como tu dices, Francisco, tampoco hace falta irse tan lejos para topar con prejuicios... Mi madre -castellana de pura cepa- me dijo un día muy seria: "tú quizás desciendas del mono... ¡pero yo no!"

F—: Sí, la verdad es que el tema crea chistes... Y es que... Creo que -incluso hoy en día- mucha gente sigue confusa con el tema... Imagínate: cuando se afirma que 'descendemos del mono'... ¡hay gente que cree que hablamos del chimpancé!

Ó—: Y eso no es así, Francisco... Porque el hombre no desciende del mono... sino de 'un mono' en particular, de un simio en concreto que no es el chimpancé, ¿verdad?

F—: Exactamente. El ser humano proviene de una especie que fue antepasada común de dos linajes. Estas dos ramas fueron: la de los monos superiores de África -por una parte (gorilas y chimpancés)-, y la rama de los 'pre-humanos', por otra.

Ó—: Por tanto, dos ramas, amigos: simios superiores de África y prehumanos... Y común a ambos, un 'mono antepasado' -Francisco-. Entonces, el hombre es tan sólo 'mono' en el sentido amplio de su posición en la clasificación animal...

F—: ...eso es. Y precisamente, su 'especificidad' (aquello que le hace particularmente 'humano') es haber conseguido superar la simple condición de 'mono'...

Ó—: En fin, amigos ¡llevamos nuestra filiación simiesca en los genes! Es una cosa que, al parecer, a los científicos les constó reconocer, ¿no Francisco? Lo de hallar un primer antepasado 'simiesco'... fue un golpe que la ciencia todavía no ha superado.

F—: ¡Fue un verdadero impacto! Porque quien empezó a investigar los orígenes de la humanidad fue la vieja Europa cristiana del siglo pasado. Se realizaron los primeros descubrimientos en Bélgica y Alemania... ¡Y la sorpresa fue mayúscula!

Ó—: ¿Acaso el hombre no había sido "creado a imagen de Dios"? (¿te refieres a eso?)

F—: Exactamente. ¡Porque los primeros fósiles -fíjate- fueron de un individuo bastante extraño! Un individuo que luego se demostró que -realmente- era una excepción...

Ó—: ¿A quién encontraron, Francisco? Empiezan a excavar de forma seria... ¿y con qué primera sorpresa se toparon aquellos 'aprendices de paleontólogo'? ¿Era muy feo?

F—: Pues descubrieron, ni más ni menos, que al 'Neandertal'. ¡Imagínate el pasmo! Descubrieron a un tipo 'feo' (como tu dices), de cráneo bajo, con el rostro hinchado... y con los arcos ciliares -los de encima de los ojos- protuberantes...

Ó—: ...en forma de visera. ¡Las damas espantadas y los sabios confundidos!... ¿no?

F—: Exacto, ¡la ciencia y la sociedad agitadas! Unos suponían que sólo se trataba de un ser humano peludo y con artrosis.... Otros decían que -como mucho- el Neandertal podía emitir el sonido 'ugh'... Hay que recordar -Óscar- que pasaron muchos años hasta que la ciencia aceptó al Neandertal en nuestra familia como 'primo lejano'...

Ó—: Ya veis. La historia de la ciencia es también, amigos, la historia de la lucha contra los prejuicios, no lo olvidemos. Estamos en "La luz de Atenea", andando los primero pasos de la humanidad: "De la cuna a la estepa"... Ahora, Francisco, si te parece... toquemos algo más técnico. Los paleontólogos cuando descubren un antepasado, normalmente encuentran tan sólo algunos huesos... No sé: fragmentos de mandíbula... incluso -a veces- sólo dientes. ¿Cómo hacen los expertos para reconstruir todo un esqueleto a partir de tan pocos elementos?

F—: Los dientes, por ejemplo, son suficientes para saber la morfología y el significado alimentario del resto del cuerpo... La base está en las 'leyes de correlación de la anatomía comparada' que inventó Cuvier... Es decir: se sabe que un cierto diente se sitúa en 'cierto tipo' de mandíbula... y que dicha mandíbula corresponde a un 'tipo concreto' de cráneo... y que dicho cráneo se instala en 'cierto tipo' de columna vertebral... Etc. Mediante esta secuencia se llegar -incluso- a la musculatura.

Ó—: Entonces, los paleontólogos trabajan por deducción y con 'modelos'. Y de ahí, Francisco, se llega a deducir una anatomía entera ¿e incluso su comportamiento?

F—: Eso es. Por ejemplo: si miramos con microscopio electrónico el esmalte de un diente fósil, podemos descubrir estrías invisible para el ojo... Estas 'muescas' nos revelan cómo se desarrolló el diente, por lo que dan información sobre el crecimiento del individuo. O por ejemplo: si los paleontólogos encuentran un fémur oblicuo junto a una articulación de rodilla 'inestable'... ¿qué significa? Pues significa que el homínido al que pertenece se movía de forma bípeda y arborícola.

Ó—: Ya veo... Supongo que cuantos más elementos se detecten, mejor. Y los científicos -Francisco-... ¿han logrado reconstruir el camino completo hasta el hombre?

F—: Pues -curiosamente- los paleontólogos han ido encontrando los fósiles de antepasados en razón inversa a su antigüedad...

Ó—: ..O sea, primero los de hombre modernos y luego los de antepasados más antiguos

F—: Sí. Pero en realidad, esto ha sido una suerte: ha permitido que reconozcamos y aceptemos a nuestros abuelos con menos dificultad. Y lo más curioso es que la ciencia ha debido admitir que el hombre es mucho más antiguo de lo que se creía..

Ó—: El origen, la cuna... ¿se sabe concretamente en qué fecha se dio?

F—: Realmente, más que un origen 'definido' es una larga evolución. No se sabe ni el origen ni -por tanto- qué entendemos como 'algo originalmente humano'. Sólo se conocen -Óscar- las grandes etapas. Tenemos que retroceder hasta finales del cretáceo, hace setenta millones de años...

Ó—: Amigos, estamos pues en el alba del terciario... Desaparecen los últimos dinosaurios, y el entorno padece profundas y súbitas modificaciones... ¿La evolución ha estado muy vinculada al clima, verdad Francisco?

F—: Sí. Por aquella época África era una sólo isla (igual que Sudamérica y Asia). Los primeros monos descienden de los insectívoros, y proliferan en una selva muy distinta... Una selva donde abundan las plantas con flores y con frutos...

Ó—: Te refieres a que los primeros monos cambiaron sus hábitos alimenticios...

F—: Sí, los nuevos monos rompen con la tradición 'insectívora', y comen fruta. Y esto es importante: las siguientes generaciones ya poseerán una serie de cambios anatómicos. Por ejemplo, Óscar: aparece la primer 'clavícula'... ¡importantísimo!

Ó—: ¿Por qué?

F—: Porque la clavícula ensancha la caja torácica del animal, aumenta la amplitud de los futuros 'brazos' y le permite recolectar y aferrarse mejor a los árboles. Estamos hablando del más antiguo primate que se conoce: fue bautizado 'Purgatorio' (por el yacimiento tan inaccesible donde se encontró), y no era mayor que una rata...

Ó—:Pero si no me equivoco no son antepasados directos del hombre.¿Cuando llegarán?

F—: Los primeros antepasados comunes del hombre y de los grandes monos llegan 35 millones de años después, en una isla formada por África y Arabia.

Ó—:Estos grandes simios -amigos de la "Luz de Atenea"- están como 'aislados' en África, lo cual favorece que evolucionen hacia un origen único, para llegar hasta el hombre. Parece que en estos tiempos -Francisco- se produjo una primera sequía

F—: Eso es, y esta sequía provocó una primera selección y adaptación de especies nuevas. En la cuenca de Fayum (la región actual de el Cairo) y en Omán, vive un mono pequeño, cuadrúpedo... que fue bautizado como 'aegiptopiteco'...

Ó—:Por que primeramente se descubrió en Egipto...

F—: Exacto. Pues es -Óscar- del tamaño de un gato... y se diferencia de sus predecesores por algo muy importante: un ligero desarrollo cerebral frontal. El 'aegiptopiteco' posee 40 cm3 de capacidad craneana... que es muy modesto pero permite cierta gama de reacciones.

Ó—: Fijaos en el contraste, amigos: un cráneo de 40 cm3 frente a 1400 de nosotros hoy. Una cosa, profesor: ¿qué hay de ese dibujo de los libros de historia que ponía en fila india -correteando- a nuestros supuestos antepasados?

F—: Los biólogos -y su genética- han cambiado muchas cosas. Por ejemplo, algunas especies has sido descartadas de esa 'cadena'. Una de ellas es el 'ramapiteco', que está más cerca de los orangutanes que de los hombres). Sin embargo, se ha confirmado que el Australopiteco está muy próximo -evolutivamente- del hombre.
Ó—: Francisco: el 99% de nuestros genes son comunes a chimpancés y hombres. ¡Un 1% es lo que nos hace humanos! ¿Sigue la búsqueda del llamado eslabón perdido?

F—: Digamos que la expresión 'eslabón perdido' no es exacta, porque supone que existe un intermediario entre el mono y el hombre. Lo que realmente se busca (en vez de un eslabón) es el antepasado 'común' a hombres y a grandes simios africanos...

Ó—: Pues ya sabéis, amigos: buscamos la bifurcación hacia el Australopiteco (y de aquí más o menos directos, al hombre). ¿Y qué fecha manejamos para este evento?

F—: Los biólogos hablan de unos cinco millones de años.Sin embargo los paleontólogos piensan en 15 millones. Se ha llegado a un compromiso: siete millones de años (en base al parecido genético con el chimpancé...).

Ó—: Lo que sí parece probado -Francisco- es el origen africano de nuestros antepasados

F—: Eso es. Darwin ya pensó que África podía ser 'la cuna de la humanidad'. Pero la prueba definitiva no llegaría hasta 1959. Louis Leakey descubrió en Tanzania un cráneo completo que fue datado -con la prueba del carbono- en 1.750.000 años... Te lo aseguro: ¡la antigüedad de este fósil produjo estupor!

Ó—: Vaya, un cráneo en África de casi 2 millones de años que conmueve a la sociedad de la época... ¿Otra vez la arrogancia de 'no querer aceptar' algo tan arcaico?

F—: Exacto. Piensa que aunque el primer Australopiteco fue hallado en 1924, aún se creía que era pariente del chimpancé... En resumidas cuentas: hasta entonces no se había podido calcular bien la edad de nuestros antepasados. ¡Se creía que el primer antepasado tendría como mucho 800.000 años, y no 1.700.000 años!

Ó—: Pero amigos, la datación por isótopos radiactivos cambiará el panorama.Y también -Francisco- la extraordinaria cosecha de fósiles que iban a encontrar los científicos

F—: Sí: en los yacimientos de Kenia, Tanzania o Etiopía. Son famosos nombres como los de el lago Turkana, Olduvai... etc. En total, se han recogido en África sobre 250.000 fósiles, entre ellos 2000 osamentas humanas o pre-humanas. La mayoría de los hallazgos datan de 2 o 3 millones de años. ¡Una hermosa cosecha! ¿verdad?

Ó—: Una cosecha generosa en cantidad y calidad, amigos. Todo apunta a África como cuna de la humanidad. La paleontología nunca afirma con total rotundidad... pero os daré las cifras que manejan para llegar a la conclusión de África. ¡Sigamos un recorrido cronológico!: fósiles de 7 millones sólo se han encontrado en Kenia (y, allí, también de 6 y de 5). Los de 4 millones han aparecido en Kenia, Tanzania y Etiopía. Los de 3, en Kenia, Tanzania, Etiopía y también en Suráfrica y en Chad...

F—: Fijémonos -Óscar- cómo el paso del tiempo va ampliando el ámbito geográfico...

Ó—: Y aún hay más datos: los fósiles de 2 millones de años se han hallado en las mismas regiones y además -con algunas piedras talladas- en Europa y en Asia...

F—: Y los de 1 millón de antigüedad se puede decir que ya se extienden por toda África, Asia y Europa... Si situamos todos estos mapas de yacimientos en orden cronológico (y los encadenamos)... ¿qué concluimos? Concluimos que el hombre salió de un pequeño hogar africano y se expandió por África y por todo el mundo.

Ó—: ...y, quizás dentro de no mucho amigos, la humanidad colonice el Sistema Solar. ¡Nuestros ancestros ya seguían la lógica de una expansión! Pero conozcamos un poco más a nuestro 'abuelo' africano, Francisco: ¿quién es este personaje que evolucionó hace 7 millones de años en este escenario tan primitivo?

F—: Es difícil precisarlo: hace veinte años que cada nuevo descubrimiento de un fósil derrumba al candidato anterior... Hemos creído que el candidato era el 'sivapiteco', luego el 'uranopiteco'... Finalmente, Louis Leakey descubrió al 'keniapiteco' (de hace 15 millones de años). Esta especie, si no es el antepasado común al menos sí que es uno de sus 'primos lejanos'. Nos damos cuenta de que el keniapiteco estaba bien adaptado a la sabana. Tenía caninos reducidos y una infancia prolongada...

Ó—: Un momento: ¿cómo podemos averiguar algo sobre la infancia a partir de fósiles?

F—: Por ejemplo, por el desgaste característico del esmalte en los dientes sucesivos. Si la erupción dental del individuo ha sido dilatada... ¡su infancia ha sido más larga!

Ó—: Fantástico amigos... 'por sus dientes los conoceréis'. Pero esto de la infancia implica algo más importante: la prolongación del ejercicio de la maternidad es fundamental -antropológicamente- para una mejor 'educación' de los individuos...

F—: Sí, esto es clave. Cuanto más prolongada es la infancia, más 'instruida' es la especie... Esto está en línea con la evolución hacia el ser humano. Además, los keniapitecos son homínidos que poseen un cerebro más grande que sus antepasados (300 cm3). Además, vive en sociedad ¡y de vez en cuando se yergue!

Ó—: Qué interesante, amigos de "La luz de Atenea". Estamos en África, y los primeros simios avanzan, poco poco, hacia la cuna de nuestros verdaderos antepasados... Pero, de pronto, sucede un acontecimiento fundamental: un evento geológico en África que determinará la evolución... ¿verdad que fue importante, Francisco?

F—: Fue un acontecimiento 'clave' -si no, no entendemos la evolución. ¡Explícalo tú...!

Ó—: Pues vamos allá: Amigos, hace siete millones de años se desploma el valle del Rift.. De pronto se levanta una falla gigantesca que recorre África oriental desde el Mar Rojo y Jordania hasta el Mediterráneo. Una especie de 'muro' natural de 6000 km. que divide el terreno y que transforma tanto el clima como la biología de estas zonas. Y ahora ayúdame: ¿cómo afectó esto a los homínidos, Francisco?

F—: ¡Imagínate! El valle del Rift crea a un lado y a otro (como has dicho) dos territorios completamente distintos. En el oeste siguió lloviendo y continuaron las condiciones anteriores, pero el otro lado se desertificó parcialemte... Las especies también se separaron. Aquellos simios que se quedaron aislados en el oeste continuaron con su vida arborícola... Pero nuestros antepasados del este, se tuvieron que enfrentar a sabana y a la estepa.
Ó—: O sea: los del oeste evolucionaron hacia gorilas y chimpancés, mientras que los del este de la falla del Rift avanzaron hacia prehumanos y humanos... ¿Es así?

F—: Eso es. De hecho, todos los restos humanos y prehumanos que ha hallado los paleontólogos (cerca de 2000 restos), han sido encontrados al este del valle del Rift. Por tanto, la cuna de la humanidad se sitúa en este 'gajo de naranja'.
Ó—:¡Ya tenemos la cuna de la humanidad!¿Ycon qué cambios anatómicos nos modeló?

F—: Con todo lo que nos caracteriza: el estar de pie, la alimentación omnívora, el desarrollo del cerebro, la invención de herramientas... Es un mecanismo clásico de selección natural... Pensémoslo: en este grupo de 'antepasados aislados' pudo haber individuos con ciertos rasgos genéticos... Rasgos que -en realidad- supusieron ventajas adaptativas... Con el tiempo, en el seno la población dominaron los individuos que poseían estos rasgos, estos genes...

Ó—:.¿Por qué? ¿porque fueron los que vivieron más, y tuvieron más descendencia?

F—: Eso es.
Ó—: Amigos de "La luz de Atenea", seguimos rastreando "El origen de la humanidad". Estamos con una subespecie de homínidos, posiblemente keniapitecos (no está claro) que ha quedado aislada en una zona esteparia al este del valle del Rift. Una especie que empezará a evolucionar de manera particular, de forma diferente a los del otro lado (que luego serán gorilas). ¿Qué ventajas adaptativas predominaron?

F—: No las conocemos. Quizás un crecimiento distinto de la pelvis (que le habría permitido erguirse con más facilidad). Estar de pie en un territorio de hierba baja permite ver mejor la presa y los depredadores, y también atacar y defenderse...

Ó—: ...o también transportar mejor el alimento, o cargar con los hijos... ¿verdad? Pero estar de pie, Francisco: ¿es causa o es consecuencia de esta evolución?

F—: Con eso existe polémica (la cosa no está clara). Lo cierto es que hace 7.000.000 de años prevalecieron los individuos que disponían de la ventaja genética de caminar sobre dos pies... ¡En ese entorno había que ser muy hábil para salvar el pellejo!

Ó—: Pero una cosa erguirse de vez en cuando, y otra imponerlo genéticamente. ¿Qué les impulso a los pre-humanos a adoptar -definitivamente- la posición erguida?

F—: Quizás la causa fue una mutación genética. Algunos individuos puede que poseyeran una pelvis más ancha y menos alta (un tipo de cadera que 'molestaba' para andar a cuatro patas, y en los árboles...). Pero, en la estepa, la 'desventaja' se convierte en 'ventaja'... Quizás con el paso del tiempo, la mutación se impuso.

Ó—: Ya sabéis, a lo mejor también ayudó toda la nueva cadena de posibilidades evolutivas (erguirse de pie, correr a dos patas...) ¿¿Pero es tan sólo una hipótesis??

F—: Por supuesto, Óscar. ¿Quién puede saberlo con seguridad? Por ejemplo: vemos que los chimpancés se ponen de pie en 3 situaciones: para ver más lejos, para defenderse y para atacar. Ten en cuenta que estar de pie nos libera de las manos, que ahora las podemos utilizar para tirar piedras o para llevar alimento a las crías.
Ó—: Curiosamente, amigos, la posición erguida y la perdida del pelo están relacionadas... ¡Explícanoslo, Francisco! ¿Tiene que ver con la sudoración, no?

F—: ¡Veo que dominas el tema, Óscar...! Pues sí, este detalle está muy relacionado. Podemos imaginar que en aquella época nuestros antepasados perdieron el pelo para facilitar la transpiración... ¡La sequía hacía sudar! También porque -estando de pie- las nuevas madres bípedas pueden llevar a los bebés en brazos... (las crías ya no tenían necesidad de agarrarse al pelo de la madre).

Ó—: También, Francisco, podemos pensar que si uno se mantiene de pie en ese paisaje estepario -asolado, descubierto- ofrecemos menos superficie corporal al sol...

F—: Por ejemplo. Este es una ventaja más de la posición erguida al caminar.

Ó—: Sea cual sea la razón por la que se irguieron los pre-humanos del Este del valle del Rift... ¡Lo que sí es fehaciente es que adoptaron definitivamente esa posición! no?

F—: Sí, eso es seguro. ¡Hay pruebas determinantes! Los paleontólogos han estudiado el interior de los cráneos fósiles de estos individuos, y han descubierto 'huellas'.

Ó—: ¿Huellas del cerebro? ¿¿Con huellas del cerebro corroboran el hecho bípedo...??

F—: Exactamente. Porque las circunvoluciones del cerebro de estos homínidos están menos marcadas en la parte alta que en los costados del cráneo... ¿Y qué significa esto? Pues algo que muy 'lógico': que si el cuerpo está erguido, la parte alta del cerebro no toca el hueso... ¡y por eso deja menos huellas!

Ó—: Amigos, qué fascinante y 'detectivesca' es la labor de los paleontólogos, la tarea de reconstruir -a partir de un puñado de restos de huesos- la fisonomía esquelética completa... ¡Y hasta el contexto vital de los individuos! Vamos a acabar el tema del hoy sobre el origen del hombre y la cuna de la humanidad, con una pregunta fácil, Francisco: este ser que se ha puesto en pie, ¿engendrará una nueva especie?

F—: Pues efectivamente, Óscar. Pero más que una especie, este homínido engendró toda una multitud de especies nuevas. Los más antiguos de estos fósiles tienen 7 millones de años... y son de 'australopitecos' (¡son ya 'auténticos pre-humanos'!). Pero en este punto de la evolución hacia el hombre... lo vamos a dejar por hoy.

Ó—: Ya lo habéis escuchado, amigos. Por hoy hemos cumplido con nuestro itinerario científico. Hemos contemplado el avance de nuestros antepasados "De la cuna africana a la estepa" -los primeros pasos de los sub-humanos hacia el australopiteco. En próximos capítulos, "La luz de Atenea" evolucionará junto con estos homínidos. Ya estamos preparando los programas relativos al homo-sapiens, y los de la prehistoria humana. Pero, por hoy, sobra con haber 'roído' estos huesos fósiles. En el control de sonido estuvo Raúl Valenciano; en la mesa, el profesor Francisco Rubio del departamento de ingeniería mecánica y materiales... Y a este micro, servidor: Óscar Delgado. ¡Hasta la próxima...!
F—: ¡Hasta luego, amigos!

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