En la parte cuarta el sexo desempeña un doble papel: el de la integración racional y el de la desintegración corruptiva. En un extremo se describe la postura de los houyhnhnms. Para ellos la naturaleza es infalible y pura; no pueden entender " por qué hay que esconder algunas partes del cuerpo" y se asonbran de que Gulliver lleve vestidos y calzado. Las relaciones sexuales son un mero requisito racional supeditado a la propagación de la especie que asegure un número idóneo de descendientes. La razón les dicta que después de tener dos hijos la actividad matrimonial debe cesar. El matrimonio se convierte en una simple transacción contractual. La cópula se reduce a uno de los muchos actos necesarios biológico-naturales pluestos al servicio de la comuniada. Esta actividad procreadorea, regulada y controlada por la naturaleza, excluye el amor o lo que reduce a una excrecencia racional. Este sexo meramente procreador ejerce un papel limitado y parece ser un elemento secundario de la naturaleza houyhnhnm.EL SEXO Y LA BúSQUEDA DE LA TIERRA PERFECTA EN "LOS VIAJES DE GULLIVER"
En el otro extremo tenemos la postura yahoo representada por aquellas féminas que, cuando se agazapan tras unos matorrales y observan con atención lasciva a los machos, despuden un olor repugnante : la naturaleza se degrada en cuanto aparece el deseo sexual irrefrenable e incontrolado. En una poesía, Swift afirma que " la mujer sólo se guía por los apetitos groseros". En contraposición, el sexo de los houyhnhns es, como se ha visto, lo que el amor en palabras de Yago, " una permisividad de la voluntad". Pero ello, tanto para Gulliver como para los houyhnhnms, el sexo degrada el amor. De hecho, a esta dicotomía, a esta falta de integración con su obsesión por lo biológico, la trágica inestabilidad emocional que dió tintes dramáticos al paríodo senil de Swift.
Esta falta de estabilidad - buscada, y nunca hallada - , esa tierra perfecta, de promisión, se describe en la parte cuarta, la más polémica de todas, en un proceso de autodescubrimiento y de intentona redentora. Al principio Gulliver no se da cuenta de que él mismo es un yahoo.Esta comprobación producirá en el protagonista una amargura infinita. Resultará enriquecedor subrayar la gradación de este proceso.
El primer contaco visual con un yahoo le produce una sensación de asco y antipatía. Por el contrario - y en contraste- el porte digno de los houyhnhnms, caballos de proceder digno y racional, le cautiva por completo. En esta primera etapa los yahoos son criaturas odiosas y los houyhnhnms, magos. En consecuencia, Gulliver - el hombre- es superior a ambos.
El comienzo de la revelación no tarda en llegar. La yegua le observa con detenimiento y le lanza una mirada de desprecio. Poco después, Gulliver descubre con horror una " forma perfectamente humana en esta abominable criatura" ( un yahoo): el aspecto exterior de Gulliver es idéntico al de un yahoo. Sin embargo, entre Gulliver y los houyhnhnms existe también una admiración mutua. Para Gulliver los houyhnhnms son animales racionales dignos de imitación ; para los houyhnhnms Gulliver es , incompresiblemente, un yahoo con indicios racionales. Pero ambos se contemplan desde mundos diferentes. En el mundo de Gulliver la razón puede utilizarse adecuada o inadecuadamente. En el mundo de los houyhnhnms la razón es inalible : el vicio no existe ni en el plano real ni en el teórico. Incluso carecen de términos para ellos. Así, para expresar en concepto mentira Gulliver ha de recurrir al circunloquio " decir la cosa que no es". Gulliver, el viajero inquieto , ha descubierto por fin la tierra que buscaba en el microcosmos de Lilliput, el macrocosmos de Brodbingnag y en el "oaraíso" científico de Lagado : el país de la virtud y de la luz.
En consecuencia , decide no volver a la "civilización":pasará
el resto de su vida entre los houyhnhnms.
Gulliver adoptará el modelo houyhnhnm como prototipo de conducta
e ideal de vida; en otras palabras, se convertirá en un yahoo redimible
e intentará alcanzar la perfección houyhnhnm: el control
raacional y absoluto de las pasiones y apetitos y el desarrollo de una
razón intuitiva, natural e infalible. Pero esta felicidad le está
vedada y debe regresar a la civilización.
Al hacerlo, el sueño se desvanece. Porque la civilizaación europea está plagada de yahoos, portadores de todos los males de la naturaleza humana. Por este motivo Gullier - ¿como Swift al final de su vida? - evita todo contacot con los humanos, incluso con sus familiares más próximos. Es una resolución cobarde. El aislamiento no controla la imperfección humana del mismo modo que la mera meditación sobre una tierra utópica y perfecta. La lección que se desprende de Los viajes, especialmente de la parte cuarta, es más sombría que la de Cándido de Voltaire. Éste resuelve permanecer en su casa y cultivar el huerto. Aquél intenta evitar todo contacto infecciosos con el mundo: sólo es feliz rodeado de sus caballos que le recuerdan el paraíso perdido de houyhnhnmlandia.
Swift escribió numerosos panfletos en pro de la libertad. La segunda
parte de su epitafio, "visitante, ve e intenta, como él, hacer
una defensa viril de la libertad", es menos conocida que la primera, "profundo
y enraizado resentimento". "Escribo para vejar, no para divertir", afirma
en otro lugar. En los viajes de Gulliver Swift se nos presenta como un
resentido campeón de la libertad a ultranaza: libertad de la corrupción,
del vicio, y del error, a los que fustiga sin clementia. Aunque el mundo
que describe- incluso en la tierra perfecta de los houyhnhnmlandia - el
sol de la libertad se presenta oscurecido por tintes sombríos y
utópicos. Y pese a ello, o quizá mejor, por todo ello, por
su mezcla explosiva de fantasía y subversión Los Viajes
seguirán siendo, como en estos últimos dos siglos y medio,
pasto de lectura regocijada para pequeños y fuente inextinguible
de polémica para mayores.
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©"Los Viajes de Gulliver" Jonathan Swift.
Introducción, traducción y notas, Pedro Guardia Massó.Catedrático de la Universidad de Barcelona. Ed.Planeta SA. 1984© Patricia Canet Liñana
Academic year 2000/2001
© a.r.e.a / Dr. Vicente Forés López.
Universidad de Valencia Press.
© Pacali@alumni.uv.es